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A veces, más palabras son necesarias
Invisible, viendo caer la nieve, de Alejandra Basualto, Editorial La Trastienda, 194 páginas. Santiago de Chile, 2012.
Por José Promis
Publicado en Revista de Libros de El Mercurio, Domingo 16 de Diciembre de 2012
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Hasta el momento, la obra literaria de Alejandra Basualto ha estado constituida principalmente por libros de poesía y de narrativa breve. Quizás me equivoque, pero creo que Invisible, viendo caer la nieve sería entonces su primera novela. En lo que no creo andar errado es en sugerir que esta obra, amena de leer, sin duda, exhibe sin embargo ciertos incumplimientos narrativos que no llegan a producir grandes perjuicios al texto, pero son suficientes para que el lector perciba algunas debilidades que afectan tanto a su forma como asimismo al desarrollo de la línea argumental básica.
Invisible, viendo caer la nieve busca configurar una imagen de la historia reciente de Chile a través de las experiencias de un grupo de personajes que representarían dos sectores sociales del período en cuestión: la burguesía heredera de los terratenientes y la clase media universitaria e intelectual. Propósito que con diversa fortuna ha interesado a numerosos narradores chilenos y que en este caso, desafortunadamente, no alcanza a realizarse con éxito debido a la brevedad del discurso con que la autora ha querido llevarlo a cabo. Creo que habrían sido necesarias muchas más páginas para cumplir satisfactoriamente con las demandas de un diseño ambicioso que exigía una laboriosa profundización de las relaciones entre los comportamientos humanos con el contexto histórico en donde tienen lugar. El drama interior que encierra la lealtad de Max, las difíciles relaciones matrimoniales de Regina y Francisco, o la rebeldía de Angela frente a las tradiciones patriarcales de su familia tienen lugar en años críticos de la historia social contemporánea de Chile, pero no logran salir del espacio de su intimidad. Podrían suceder bajo cualquier circunstancia o tiempo. La excepción es, por supuesto, la historia de Antonio, dirigente universitario en su juventud, exiliado político después de 1973 y retornado a Chile al comenzar los años noventa para encontrarse con un país que, como él mismo declara con voz angustiada: "murió hace años y siguió desangrándose mientras estuvimos fuera".
La novela se desarrolla a través de una serie de movimientos temporales del pasado al presente que focalizan momentos clave en la vida de las distintas figuras que participan en la historia. Gracias a tales enfoques la voz narrativa central nos permite conocer el rasgo dominante de la personalidad de cada una, confirmado además por la participación que les cabe en los conflictos personales y sociales que comienzan progresivamente a insinuarse desde los primeros capítulos. El riesgo que se corre al disponer el discurso de esta manera es producir la impresión de que el hilo argumental no pudiera encontrar su rumbo definitivo. Los perfiles que la voz narrativa destaca en cada personaje parecieran reorientar sucesivamente el relato hacia distintas direcciones. Pero tal desorientación inicial es pasajera: con meticuloso cuidado, la voz narrativa nos va revelando los vínculos y los azares que, como sabemos, Borges no consideraría tales y que forman el tejido donde todos los personajes terminan subordinados a la figura de Antonio, que resulta ser el verdadero protagonista del relato.
Como escribí al comienzo, Invisible, viendo caer la nieve es una novela que se incorpora a la galería de relatos contemporáneos que pretenden realizar una descripción y un diagnóstico de nuestra sociedad durante las últimas décadas. Su título grafica muy bien la perspectiva desengañada de la voz narradora: los personajes experimentan la caída de las ilusiones, la destrucción de las antiguas utopías que desaparecen con el paso de los años así como la nieve se deshace en contacto con el suelo. Pero como también advertí, cumplir el propósito que encierra el relato hubiera exigido un espacio narrativo mayor y una mirada en profundidad que la novela no alcanza. Es un texto que despierta interés y satisface intelectualmente, pero que deja la sensación de sólo haber llegado cerca de la meta.
