Una lectura queer de Augusto D´Halmar «Pasión y muerte del cura Deusto» Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, Universidad de Pittsburgh, 2019 - 184 páginas Por Elisa Montesinos Publicado en El Desconcierto, 27 de julio 2019
El académico de la Universidad de Pittsburgh Daniel Balderston ha propuesto una lectura renovada de la novela de D´Halmar (primero en obtener el Premio Nacional de Literatura en 1942), evidenciando los conflictos del protagonista, el cura Deusto, como un desajuste entre su mundo y su deseo, entre el deber sacerdotal y el afecto homosexual, sin caer por ello en el panfleto queer ni en la proclama académica sobre las identidades de género.
La novela Pasión y muerte del cura Deusto, del escritor chileno Augusto D’Halmar, acaba de ser reeditada por el Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, de la Universidad de Pittsburgh, bajo el cuidado editorial de Daniel Balderston, académico de esa universidad y estudioso de la literatura latinoamericana. Publicada por primera vez en 1924, el relato desarrolla la historia de amor homoerótico entre el sacerdote vasco que da nombre al título y el adolescente Pedro Miguel, el Aceitunita, acólito que entra al servicio litúrgico encomendado a Deusto en la ciudad de Sevilla. Este amor, que no osa decir su nombre, transita desde la sublimación cristiana y el erotismo contenido hasta desembocar en el dolor de la separación y la muerte del protagonista. Aunque supera los límites cronológicos de su estética, el relato no carece de elementos propios del modernismo, como la presencia de lo exótico, un riguroso preciosismo lingüístico y un cierto tono melancólico que caracteriza las circunstancias vitales de sus personajes. Lo notable del trabajo hecho por Daniel Balderston radica en el carácter crítico de esta edición pues, con sus propias palabras, me describió la extensa labor de cotejo que realizó con las ediciones posteriores a la original de 1924, a fin de establecer el texto más fiel a las intenciones del autor, por lo cual esta edición incluye un aparato filológico que abunda en comparaciones textuales, explicaciones idiomáticas e históricas, referencias biográficas de D’Halmar, traducciones de las numerosas citas latinas presentes en la obra, entre otras anotaciones que apoyan una lectura actualizada del texto.
Mientras preparaba la edición, Daniel visitó Chile para recabar información bibliográfica. Decidimos pasar unos días en mi casa del Cajón del Maipo, lugar propicio para la escritura y la reflexión literaria. Su objetivo era, sin duda, perturbar el canon tradicional de la literatura hispanoamericana, no solo al poner en la escena cultural una lectura abiertamente queer de la novela, sino también al incorporar el proceso filológico como parte del trabajo editorial que requieren las obras de la literatura. Estábamos a fines del verano y, contra todo lo esperado para esa época del año, se anunciaban tormentas, lluvias intensas y fuertes vientos. Con Daniel, Juan Pablo y Walter llegamos a Baños Morales, en medio del abrupto paisaje cordillerano, allí, en el último villorrio del Cajón del Maipo antes de encontrarnos con la frontera.
Con Daniel Balderston mantuvimos extensas conversaciones sobre su proyecto de edición de la novela de D’Halmar y su empeño por renovar el trabajo de la crítica literaria mediante la explicación filológica de la obra. ¿Hasta qué punto se puede explicar una novela? ¿Tiene vigencia aún la filología en los tiempos actuales, en que la circulación digital de la literatura ha confundido el original de un texto con sus versiones posteriores? En el caso de Pasión y muerte del cura Deusto, según proponía Balderston, la revisión de las ediciones anteriores tiene que ver con la marginalidad a que ha sido confinada esta novela por el canon literario nacional, en relación con la obra restante de su autor. Desde la primera edición en 1924, solo tres veces ha sido reeditada, a diferencia de libros como Juana Lucero o La sombra del humo en el espejo. Pero también el deseo filológico encuentra su fundamento en algunas peculiaridades de esta narración. El ambiente de la obra, que apresuradamente podríamos calificar de un ruralismo costumbrista, está sin embargo altamente estilizado en su presentación: la profundidad psicológica, las detalladas descripciones y la sofisticación de la escritura conforman una suma cultural que trasciende el naturalismo vigente en sus años de redacción, quizás por lo mismo esta novela ha permanecido en un sitio marginal dentro de la producción de D’Halmar, sin alcanzar el aplauso consagrado a otras de sus obras. En medio del retumbo de los truenos y la cálida lluvia que caía en la cordillera, acordamos con Daniel hacer una revisión del latín litúrgico, y eclesiástico en general, incluido en el libro, encontrar las fuentes, comparar versiones y fijar el texto definitivo con notas a pie de página. Por su parte, él ya había emprendido la tarea de anotar y explicar las referencias intertextuales, geográficas, aclaraciones idiomáticas y todo aquello que pudiera subsidiar una interpretación actualizada del cura Deusto. El trabajo filológico no es inocente, construye puntos de vista tanto para la lectura gozosa como para el análisis riguroso de la escritura. Y el resultado final de esta edición es, en definitiva, un goce lector pleno de rigurosidad y novedad interpretativa. Porque Balderston ha propuesto una lectura renovada de la novela, evidenciando los conflictos del protagonista, el cura Deusto, como un desajuste entre su mundo y su deseo, entre el deber sacerdotal y el afecto homosexual, sin caer por ello en el panfleto queer ni en la proclama académica sobre las identidades de género.
El temporal que nos afectó durante nuestro descanso tenía una grave característica: la lluvia cálida se dejó caer a gran altura, derritiendo la nieve perenne y provocando aluviones y subidas del caudal fluvial. El pueblo, cuyo único ingreso es a través de un puente de madera, quedó aislado porque el nivel de las aguas del río subió hasta traspasar las mismas barandas del puente. Durante nuestro aislamiento, con provisiones para varios días y el calor amistoso de la chimenea, leí un ensayo publicado en 2015 por Daniel Balderston, Por los caminos del afecto, en que argumentaba la posibilidad de establecer complicidad intelectual y afectiva como una forma de recuperar la historia moderna de la homosexualidad, como el intento de abandonar la soledad y el aislamiento para descubrir a otros y construir comunidades. El propio Augusto D’Halmar, junto a Fernando Santiván, Julio Ortiz de Zárate y otros artistas y escritores, recreó la utopía de la comunidad intelectual al fundar la Colonia Tolstoyana. Entonces comprendí el verdadero sentido de la edición crítica de Pasión y muerte del cura Deusto, de nuestro encuentro intelectual y del viaje a zonas cordilleranas. El último día de nuestro viaje, varias horas antes de partir, Daniel se levantó muy temprano y, junto a un grupo de vecinos del pueblo, dedicaron largas horas a despejar de piedras y rocas el puente para reanudar su tránsito. Allí vi a Daniel Balderston, construyendo nuevas formas de comunidad en medio del barro y la lluvia, pero también en medio del trabajo literario cómplice y en medio de los afectos compartidos.
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«Pasión y muerte del cura Deusto»
Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, Universidad de Pittsburgh, 2019 - 184 páginas
Por Elisa Montesinos
Publicado en El Desconcierto, 27 de julio 2019