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Dylan? Bob
Tocando las puertas del cielo
Rodolfo Hlousek
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Madre quema esta insignia
Ya no puedo usarla más (…)
Un adolescente usa las redes sociales vinculantes para construir su realidad interna y asimismo se vincula con el mundo externo, para construir mundos posibles. Cuál es el referente para nuestro flamante premio Nobel de Literatura, Bob Dylan (Duluth, Estado Unidos, 1941). Un desgarbado músico de una familia acomodada, quien optó por sentirse en medio de los movimientos sociales o populares, con una decisión inquebrantable pese a todas las vicisitudes a mediados del siglo XX, y quien en su primera etapa escuchó e intentó interpretar a un músico agitador y sindicalista, Woody Guthrie. Es la primera etapa de Robert Allen Zimmerman, quien se acuñó a sí mismo como Bob Dylan, bautizándose con el nombre de otro referente imaginario de lengua inglesa, el poeta Dylan Thomas.
En Chile, por aquellos años -me refiero a la década del 50- Gonzalo Rojas invitó a sus jornadas literarias de la Universidad de Concepción a los poetas de la llamada generación beatnik, asistieron Allen Ginsberg y con él el antipoeta Nicanor Parra. Me hubiese gustado haber estado allí con Alejo Carpentier, Tamym Maulen, Spinetta, Calamaro, Lloró y “Chicoria” Sánchez, entre otros. Y para allá es que empujo este artículo. Es un buen signo para la poesía joven o la que se resiste a envejecer, el más importante premio de las letras para Dylan; es un giro o como bien dijo un profesor, estamos viviendo la era de convergencias. Sin embargo, también se ha posteado en las redes sociales que si ganó el Nobel de Literatura Bob Dylan, también lo pudiese recibir Juan Gabriel o Roberto Carlos. O que el premio Nobel de Química, se le podría otorgar a Juan Luis Guerra, por crear el antídoto de la bilirrubina. Yo no lo creo así, más bien es una reafirmación a la cultura popular, más que para el mismísimo sostenedor de este género musical y oyente de las pulsiones sociales y contraculturales de la época, en plena Guerra Fría.
El hecho es que Bob, es un cronista de su época, y a esta responsabilidad se apela y ésta apelación demostró ser acertada con esta distinción mayor para las letras, validada por la esfera académica sueca. El chico de oro del folk, como lo llamaron, tiñó sus acordes con los discursos de Luther King, las demandas por derechos civiles, contra el apartheid y, esa es la mayor composición que le regaló su entorno. Paralelamente Parra, vive acertando, el año 2000, aseguró el premio Nobel a este escritor chascón, gringo y con guitarra de palo.
Desde la época de adolescentes nosotros sabíamos que quien hereda una guitarra de palo podría o puede tomar la decisión de cruzar el planeta caminando. Por último, “todo el mundo debiese abrir su mente de vez en cuando”, señaló el compositor en su nuevo ciclo, ante la pregunta del consumo de sativa, usando la guitarra eléctrica, instrumento que por su uso recibió muchísimas críticas. El pueblo debe sentirse a gusto con su aura y tradición o por lo menos caminar solitario lanzando semillas al cemento, pero siempre es mejor lanzar granos en el campo.
Mientras cierro este artículo el mundo está bombardeado de buenas intenciones e información.
