La alegría del pueblo
Reinaldo Edmundo Marchant
Por Aristóteles España
centroavance.cl, agosto de 2004
El Libro La Alegría del Pueblo, (Bravo y Allende,
Editores, Santiago, 2004), es un viaje al mundo del fútbol, un retrato
multicolor de todos los escenarios donde los deportistas se enfrentan a
sus rivales, los gritos de la hinchada, el olor a camarín, los sonidos
del tac tac del balón
a ras del pasto que se escuchan nítidamente entre sus páginas.
Leer estos cuentos es un placer porque, además, se respira la
felicidad de quien asiste a un ritual por su propia voluntad y siente
el vértigo, el goce, el viento helado del sudor que corre por las
espalda de quien está a punto de ver derrotado a su equipo una tarde
de domingo, porque el autor nos ingresa vertiginosamente en el asiento
de la mejor tribuna para observar, contemplar, gritar por esos héroes
que tienen la misión de triturar al adversario mediante el gol.
No estamos aquí escuchando por la radio a Wladimiro Mimica ni frente a
la pantalla del televisor junto a Pedro Carcuro. La sensación es otra:
nos estamos imaginando un partido, pero también estamos evocando
conversaciones acerca de este deporte. Es decir, estamos en el
estadio, en el bar "Tunin" de Rodolfo Matti, junto a los ex seleccionados
Oscar Fabianni, Chamaco Valdés, Honorino Landa, aparecen los amigos de
Reinaldo E. Marchant (El "Reina" para los amigos, dice Fabianni en
el prólogo), Roberto Sour ("El Mono"); Victor Labbé ("Leche de Gallina");
Miguel Romano ("Paila con huevos"). Se bebe café, cervezas, se
comentan los partidos del fin de semana. De nuevo estamos en un estadio
imaginario que puede ser el Estadio Nacional, Sausalito, La Portada, El
Municipal de Calama, El Sánchez Rumoroso; el lector no tiene escapatorias:
siempre está en alguna parte, observando el travesaño, la pelota que va y
viene por ese césped húmedo del sur de Chile; el pasto sintético del
Chinquihue de Puerto Montt, el verde arena del desierto. Por las páginas
de este libro es posible escuchar el grito de las barras, los insultos
al árbitro de turno, los comentarios de Don Juanito, el fiel vecino
con el cual se ha viajado horas en micro para llegar al Monumental con
un sándwich, una bebida y la infaltable radio a pilas para amenizar la
jornada.
Este debe ser el primer volumen de cuentos sobre este
tema en la historia de la literatura chilena. Hace un par de años se
publicó un libro de poemas sobre este deporte titulado "Gol de Oro"
de Samuel Orellana, quien jugó en las divisiones inferiores de Cobreloa
y fue becario de la Fundación Neruda. Otros antecedentes de la relación
literatura-fútbol la podemos encontrar en el argentino Osvaldo Soriano,
en los uruguayos Mario Benedetti y Horacio Quiroga; el primero, con
sus relatos "Puntero Izquierdo" y "Césped" y Horacio Quiroga con
"Juan Poldi: halfback".
Hace un par de semanas el periodista bonaerense Walter Vargas
publicó "Diario íntimo de un chico rubio y otras historias futboleras"
y Jorge Valdano (ex entrenador del Real Madrid) y Eduardo Galeano
prologaron en Montevideo "De Puntín", cuentos de fútbol de narradores del
Río de la Plata. En Alemania, hace un par de meses Gunther Grass,
hincha del equipo SC Friburgo, un modesto club de esa ciudad alemana,
recién ascendido a Primera División, leyó cuentos alusivos al tema ante
25.000 espectadores en su estadio, a pedido de su entrenador Volker Finke,
quien sugirió la idea a las autoridades deportivas de la región.
"La Alegría del Pueblo" (así llamaban a Garrincha en Brasil) es un
clásico en todo el sentido de la palabra y su autor un narrador con enorme
fuerza y talento para contar historias.
Reinaldo Edmundo Marchant, a quien conocimos en la Biblioteca
Nacional de Santiago durante el verano del 2004, nació en Santiago en
1958. Estudió en la Facultad de Letras de la Universidad Católica. En
1988 obtuvo el Premio de Novela "Andrés Bello". Su obra ha sido editado
en Uruguay, Colombia, Argentina, Suecia. Es autor, junto a Mario
Benedetti de antologías de literatura binacionales. Entre 1994 - 2000, se
desempeñó como Agregado de Cultura y Prensa en las Embajadas de Chile en
Colombia y Uruguay. En su juventud fue futbolista profesional en el Club
Deportivo Aviación y Palestino. Académico de Literatura Hispana;
es actualmente director de la Sociedad de Escritores de Chile.