Alboroto del mar
Y mi cuerpo en el alboroto del mar.
Vaivenes y saltos,
Su cuenca vacía, su mirar abisal.
Engulléndome entre atardeceres
cargados de marte.
Todos los días son martes
Agorafobia
El mar…
se recoge de todas las playas,
tiene agorafobia.
El
vértigo y el mundo
lo asustan.
Recoge sus caracolas,
guarda sus corales y se retrae……
Las olas corren a esconderse también
Y el se queda en silencio vetusto.
Esperando que pasemos,
por qué el pasó de nosotros,
y su inmensidad ya no es.
Noche
El confín a cuestas,
mis momentos remotos
tan cercanos a tí.
Solo el océano
su temple y sus mil azules.
A veces la luna no despierta
y mi lejanía es más vasta….
la lengua de las estrellas ,
no me alcanza
y mi noche es nebulosa.
Entonces mi noche es de noche.
Muecas (Canal de Mallaca entre Singapore e Indonesia)
Aquanauta,
todo convulso me paro en el mundo
en medio de todos los océanos.
Veo sus muecas submarinas
que se burlan con toda su sal.
La carcajada horizontal,
bullendo entre las trenzas espinosas,
de un mar antiguo.
Me parece navegar entre eternidades.
A veces sufro todas las edades
y me enfermo de naufragios,
mis ojos no remontan el vuelo,
están pesados de tanta sal.
Sigo buscando la cicatríz universal
el rajo por dónde todos se desangran.
Los piratas están a la vuelta de la esquina.
Navidad en Korea
Que grave mi viaje de agua,
ahora el sol está en pañales
y el acento tiene mística y penitencia.
A veces el ocaso,a veces el pesar.
Ahora tengo la maduréz que dán los confínes.
Todos mis viajes están ineditos
y pierdo la senda apenas llego a destino.
Siempre oyendo la mofa del tiempo,
que se ríe con todos sus duendes.
En estas fechas todo parece denso.
Regreso
Esta casa era un arca vacía,
abandonada entre fulgor de cerros
y vidrios añejos.
Y aterrizamos en este asilo
Amantes,
ruidosos como muebles.
Marginando
viajes y oceanos,
terremotos.
Infancia vigilada
Me penan la infancia,
los cueros vivos y el culebrón.
Había que dormirse antes
que el Diablo despertara,
Pues,
la noche le pertenecía.
Entonces el toque de queda,
los paseos del Diablo
Y sus remesas trágicas.
Mis tíos se zambullían en el río
Encontrando tesoros enlatados,
los mismos que faltaron antes del golpe.
Todos los pobres sabíamos;
que el Cautín guardaba manjares y cuerpos..
que no callaron.
Y mi padre lejos, pásando de nosotros.
Escondido de la muerte
y la derrota,
entonces el diablo entrando
y saliendo.
Mi abuela hablando con Dios,
los terremotos y el Diablo
y a veces era el Diablo.
Y mi infancia, vigilada por un inmenso
Eucalyptus,refugio de jotes y de nubes.
El eterno,tan alto ,tan dueño del cielo,
único árbol que nunca subí.