La última
modernidad de Alexis Figueroa
Por Ximena
Poo.
La
Epoca, Martes 25 de junio de 1996.
Delirante estuvo en Vírgenes del Sol Inn Cabaret, a
mediados de los ochenta, para luego, una década después,
saltar desde Concepción al centro de su Laberinto circular
y otros poemas, donde
delirio y razón caen en un juego de palabras "despierto
en una ciudad de película" antes augurado.
Inserto y hoy alejado de toda una generación de escritores
y poetas que comenzaron a lanzar voces a partir del beat, movimiento
posterior a la Segunda Guerra Mundial y cuya iconografía de
la desesperanza era llevada al límite, Alexis Figueroa
cultivó la visión de carteles, videos, avisos subliminales,
signos de postguerra y bitácoras virtuales. Vírgenes
del Sol Inn Cabaret lo llevó, vía telegrama, a Cuba:
en 1986 recibe el Premio Casa de las Américas, tal como lo
han recibido, recuerda, Enrique Lihn, Omar Lara, Hernán Miranda
y Tomás Harris. Ha salido y vuelto a Concepción desde
entonces, ciudad en la que estudió Licenciatura en Filosofía
en una fecha que no fue su aval, 1973.
-En realidad nunca pensé en salir de Concepción. Mi
interés por viajar y conocer tal vez es de ahora. Antes mi
interés era enciclopédico y libresco. Sé mucho
de otras culturas y países pero a través de lecturas,
solo eso-, dice y se asombra: "Es curioso, reemplacé la
vida real por el reflejo" de viajes simulados y retratados en
escritos.
En "Laberinto circular y otros poemas" la carta
al lector está condensada en frases que delatan átomos
en dispersión y atracción continua, en una travesía
sin naufragios herméticos.
-Tal vez algo similar en estos dos libros es una cierta pretensión
a lo barroco, aunque Vírgenes... es muy experimental con mucho
eco del beat, en cambio Laberinto... tiene elementos barrocos,
pero hace guiños deliberados a la idea decimonónica,
la idea del siglo XIX-, explica este autor autocalificado como "escritor
de culto" por la poca difusión y edición que hasta
ahora han tenido sus libros.
Alexis Figueroa no hace manifiestos y su sobre-libro, luego de seis
años de silencio público, se abrió con un brindis
explosivo ocurrido hace un par de días en el Centro Cultural
N'aitun, una trinchera en la que tampoco dejó de sostener que
"el problema que tenemos ahora es que la crítica chilena
literaria en poesía es incapaz de entender al escritor nuevo,
y como no lo entiende no lo considera; trata de forzar lo que lee
a sus viejas concepciones, a sus ideas de lo que podría haber
sido esta poesía".
Alexis Figueroa se apropia de la "modernidad" para argumentar
ideas de "la última modernidad", término que
acuña para resaltar una dimensión espiritual en la cual
no se tiene la "sensación del yo". Y sostiene: "El
escritor es un loro amplificado".
-Posmoderno es una palabra exacta para definir ciertas circunstancias
de la cultura pos industrial, como la europea actual. No obstante,
muchos gestos culturales actuales son más de la última
modernidad que de la posmodernidad. Por ejemplo, el artista que tiene
grandes dudas frente al concepto del yo cartesiano-, comenta para
destacar que aquí la "fragmenta ción se traduce
en una galería de espejos". Otro guiño es el no
asumir; una coherencia entre arte- vida
La caja de Pandora de este autor, apologista de "un arte contenido",
tiene lisuras que dejan libres 'diversos niveles semánticos
y donde muchas veces se confunden los discurso- en términos
de areas de conocimiento humano". En laberinto..., usa palabras
y metáforas que vienen de la medicina, la física, y
del castellano como para configurar una "homeostasis que es la
capacidad de un organismo cibernética de buscar su propio equilibrio"
en un "universo de hipersofisticación propagandística".
De aliítambién sus cuentos de ciencia ficción
inmediata.. En ellos, sus héroes "siempre pueden escapar
a algún lado...si se quedaran, serían apocalípticos.