Welcome to the TV. Welcome to the machine.
Vien benidos al salón del invierno luminoso,
víen benidos al túnel del amor en las muchachas
de las luces de neón.
Hoy tendremos cajas de cristal sobre la pista,
hoy tendremos desnudas las mujeres, bailando ragee adentro de
un acuario.
(Sus cabellos flotarán igual que largas colas de
peces tropicales,
sus cinturas cimbrarán ondulando abandonadas,
como un gran velero de algas,
como un nautilus transparente navegando por los fondos de este
mar).
Vien benidos al lugar de las luces calcinantes,
welcome to the machine;
podrán tocar sus piernas si lo quieren,
podrán elegirlas con el dedo,
podrán acariciarlas suavemente por los flancos,
incluso abofetearlas si deseáis.
Pasad, venid a las mujeres de piel toda dorada,
venid a ver sus ojos de plumas tornasoles, sus pasos de pantera,
sus manos enguantadas en la luz fosforescente.
Levad la plata en alto, welcome to the machine:
(penetrad por las puertas de colores,
entrad sin miedo, decidíos,
que detrás ellas espéranles temblando,
dispuestas a mojarlos con su lluvia,
a llevarles por la noche en la balsa de sus cuerpos,
a extraviarles como un pájaro en plena tempestad).
Para todos tenemos la mujer,
el paisaje que soñó, la parte donde siempre quiso
y
nunca pudo estar para gozarlas:
los salones donde bailó la muerte roja,
las grutas del Fingal y del Mamut,
los parajes del manuscrito encontrado en Zaragoza.
Hay un Maelstrom de sexo si queréis aventuraros al peligro.
Podemos recrear nuevos peldaños en la escala de
las Hadas,
podemos recrearos mil y una noches de lectura de sus
cuerpos juveniles.
Tampoco Sade ajeno es a nuestra casa:
un piso entero corresponde a sus dominios,
Georges Bataille administra una pieza-manicomio
repleta de videntes y ninfómanas.
Antón Artaud educa a las coristas,
y Lautréamont pasea por el mundo, buscando nuevas
atracciones estelares.
Pasad a ver las nuevas maravillas,
abrid la puerta verde, abrid la puerta azul,
subid al submarino de Calígula, navegad el mar
de flipers y videos.
Sacad vale para una orgía entre satélites,
apuraos que ya llega un galeón cargado de cien indias
insaciables.
Motivos para preocuparse no hay ninguno
(abrid la puerta roja)
ved, estáis seguros:
hay lasers en el techo,
los prados adyacentes pequeñas tanquetas los recorren,
robots incorruptibles son los guardias de las puertas.
Existen haces de partículas secretos,
camuflados en los cercos, diminutos misiles enterrados,
ciertos dragones electrónicos
equipados con agujas radioactivas,
que no os atacarán, pero sí es otro el que...
Venid ahora a la mujer de la amapola nuclear
entre las piernas,
venid al salón de los árboles en llamas,
welcome to the TV, welcome to the machine;
todos sus innumerables engranajes los esperan
(no podrán resistir tantos placeres).
No os quedéis al frío: habrá otros espejos,
habrá
otras peceras,
otras cajas de cristal en las que a veces los ojos no
lo que sucede.
Apuren paso para ver como bailan las muchachas,
su cintura, frágiles palmeras azotadas
por el viento tropical.
Venid a los túneles de carne, calientes y esponjosos
los esperan.
Las rociaremos con champaña si bebéroslas desean,
(si lo quieren) mantel, mesa serán de vuestra cena.
Las decoraremos, pintaremos, moldearemos.
La cara en general, sus dos rosados labios,
el largo del vestido
Achicaremos o ampliaremos sus caderas, serán pájaros-lira,
extrañas flores tropicales, Eva en el jardín del
paraíso,
o talvez Manón Lescaut desnuda y anhelante,
con el pelo florecido de camelias.
Welcome to the machine:
Si las deseais rubias serán rubias,
con el suave colorde los desiertos,
con el pelo como un sol derramándose entre sábanas,
con el cuerpo de igual curva, que las dunas doradas
de las playas.
Si queréis moremas,
la piel como la uva,
la piel cebada,
la piel tostada y suave, toda terciopelo estará abierta,
será higo partido y ya maduro, revelando rojo su interior.
Welcome to the machine, welcome to the TV:
vien benidos al jardín de las ñores de la noche,
vien benidos al Vírgenes del Sol Inn Cabaret,
vien benidos a las nuevas propiedades de los incas.
Entrad, no paséis frío:
nadie robará en vuestros vehículos mientras se divierten
allá adentro,
vuestras pertenencias os aguardarán intactas como antes
lo estuvieron:
Arriba los mancebos azulados patrullan por
las nubes del antiguo cielo, cada media hora
enfocan esta parte de la tierra, todo ven sus
instrumentos, todo escuchan sus oídos: mirad
arriba en el cénit su gris ángel de acero,
como cortesía acaban de lustrarlo para ustedes.
Entrad ya, no paséis frío,
vien benidos al cabaret del invierno luminoso,
vien benidos al salón de los bellos engranajes,
vien benidos al túnel del amor en las muchachas
de las luces de neón.
Vien benidos, pero antes recordad, mirad el lema,
que nuestro gigantesco zepelín de propaganda
escribe en sus costados, sobre el cielo:
"ELLAS SON PASTA MODELABLE/USTED PIDE/USTED
PAGA/ ELLAS SON ARCILLA EN NUESTRAS MANOS".
Vien benidos a la máquina, welcome to the TV.
(vienbenidos: sic)