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Aproximaciones al poemario Mi reino sin orillas
de Consuelo Hernández
(Poesía, Editorial Torremozas, 112 págs., 2016)
Por Astrid Fugellie
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Para abordar el conmovedor libro de poemas de Consuelo Hernández, Mi reino sin orillas, le aplico un texto de sentimiento intenso, casi palpable de Marguerite Yourcenar que dice: "…de todos nuestros juegos, el amor es el único que amenaza con trastornar el alma, y el único donde el jugador se abandona por fuerza al delirio…”
Lo dicho antes, es para mí, la fuerza fundacional de este singular, toda vez, atractivo y sorprendente poemario de Hernández en su complejidad tridimensional vida-amor-muerte. Esta legítima triangulación indaga en lo intransferible-transferido a todo aquello que dice relación con su continente idea-lenguaje- poema, tal como lo ilustran estos versos: “En este amanecer tranquilo conversamos / volvemos a la quebrazón de sentimientos / al pie del árbol / que tanto se parece al abandono…” (“Otro amanecer”).
Sorprende también en este poemario la unidad forma-fondo y en aras de abarcar dicha unidad vienen en mi auxilio dos fragmentos del poeta Pablo de Rokha: “es menester hacer, poder hacer… con la trepidación de la gramática, aquella cosa inmensa y mecánica, dinámica y difícil, que es, ¡por Dios!, el lenguaje colocándose…” pues, “…el canto como el genio ha de crear atmósfera, temperatura, medida del universo, ambiente, luz, que irradie de soles personales.”(“Canto de la fórmula estética”). Sin duda, allí está la clave temática y la eficacia de Mi reino sin orillas en todas sus dimensiones tanto ontológicas como cosmogónicas, cuyo objetivo es mostrar aquel misterio tridimensional: de la vida, del amor, de la muerte, y que nuestra poeta examina con detenimiento y lucidez en todos sus poemas. Leamos: “un plazo más que a la muerte solicitas / para detener el viento en vuelo / en este verano de agonías…” (“Jet de las imágenes”).
Sus poemas tienen un modo muy único de rugar y/o parcelar su embriagado embriagante contenido, sus nudos, sus hechos y sus desechos; pues, como lo sostuviera alguna vez Borges,"…el concepto del texto definitivo no corresponde sino a la religión o al cansancio…”. Por ello, me parece que Mi reino sin orillas es un poemario de epifanías, y en este sentido guarda consonancias con estas luminosas palabras del filósofo chileno José Echeverría, “…yo soy aquel que escribió sobre el morir / como pauta ética de la experiencia, / en la muerte yo no muero, / es el tiempo que muere en mí…” Consuelo Hernández, indaga con auténtico aliento poético y filosófico, como se ve en la semántica sobrepuesta a lo temático, lo cual se puede apreciar en estos versos que hablan del origen de su creación, del momento en que surge el poema: “…de ese constante taladrar en mis adentros / de buscar la razón de lo absurdo que me toca / del viaje que voy al encuentro de otros y de mí…” (“Mis Fuentes”).
En el poema, “Direcciones”, el sujeto lírico se muestra en posesión de una encantadora fragmentación escritural, y una esclarecedora decodificación formal: “…encuentros múltiples / caminos del encuentro único / caminos sin regreso…” ¿Cómo no percatarse de su estética tan contemporánea y a la vez universal? La poeta escribe con extraordinario carácter, pues esta maravillosa mujer, habla por todos y cada uno de ellos-ellas, de sus aconteceres, el propio y el de otro-otra, el contado y la que cuenta, en un contexto donde los elementos son el centro. Ella se desdobla en lo intersubjetivo de sus poemas como también desde la complementariedad de la vívida experiencia.
Coincidentemente, Hernández es portavoz de su misma historia donde la naturaleza artístico-dinámica se revela en forma bella y locuaz; su particularidad es la co-creación de verdad-belleza para conducirnos siempre a ese algo peculiar, algo que convence por su carácter luminoso y sufrido. Sostengo esta particularidad en Mi reino sin orillas porque en su lírica, verdad y belleza son la condición de sustentabilidad que alimenta su originalidad; porque Consuelo sabe, como escritora que aúpa años de experiencia creadora, que verdad y belleza, lo hermoso y lo feo, deben ir juntos en cualquier disciplina del arte; porque de esta manera, se suscribe superando a ese principio que preceptúa Harold Bloom: “todo género es poesía”, vale decir, el reflejo condicionado que el propio Bloom construyó luego de más de medio siglo de escritura, pero que él jamás pudo concretar en poesía por su condición inasible y delirante, nunca pensada toda vez, sentida, em-prendida y, que excede todo límite.
La voz poética da cuenta de tal complejidad al acercar en plenitud vida-amor-muerte en un profundo movimiento dialéctico, uso-des-uso del lenguaje para consensuar un tiempo alucinado tal como se lee en “Mis muertos”: “con olores tenues de jazmines frescos / el doblar triste de viejos campanarios…”. Se trata de una poeta de nuestra historia, todo en su obra remite a las épocas que le ha tocado vivir, así lo atestiguan tanto sus cinco poemarios anteriores, como estos versos: “los agujeros negros nos devorarán / consumirán los rescoldos remanentes / lo que fue nuestro sueño de luz” (“Final”).
Cuando cierro Mi reino sin orillas, siento que su singularidad radica en la alternancia filosófico-poética del tiempo; el misterio del tiempo, ese transcurrir metafórico del horizonte, imagen de lo imposible, donde todo factoriza la memoria polisémica del final, donde se diverge y se vuelve ambigua: “…El firmamento sigue hacia su rumbo incierto / la nodriza te acoge en su regazo / y un carruaje te llevará sin que lo llames…” (“El último viaje”). Mi cuerpo es poseído por su canto fascinante, por único, e inasible. Gracias Consuelo querida.
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Consuelo Hernández: Nació en Colombia y salió de su país en 1977, vivió en Venezuela, Perú, Puerto Rico, y en Estados Unidos donde se radicó desde 1987. Autora de cinco libros de poesía: Voces de la soledad (1982), Solo de violín. Poemario para músicos y pintores (1997), Manual de peregrina (2003), Poemas de escombros y cenizas /Poems from Debris and Ashes (2006), en versión biligingüe y Mi reino sin orillas (2016).
Álvaro Mutis refiriéndose a poemario Manual de Peregrina dijo: "Leo y releo esta sabrosa y luminosa guía, cuyo título lo dice todo. !Qué bello Manual de peregrina ha sabido hacer Consuelo Hernández! En cada sitio ha sabido estar con la sabia plenitud que sólo otorga la poesía. Le deseo a este libro toda la fortuna que merece la luz que arrastran sus palabras."
Ganadora del Premio Accésit Antonio Machado de Poesía con su poema Polifonía sobre rieles. Es finalista del concurso Internacional de poesía "Ciudad Melilla" en España en y del concurso "Letras de Oro" de la Universidad de Miami, en Estados Unidos. En el año 2003 recibe una distinción honorífica del Consulado de El Salvador en Nueva York por su obra poética y en febrero del 2005 fue la primera autora en lengua hispana cuya obra ha sido incluida en la colección Especial de la Biblioteca de American University en Washington D.C. En el año 2007, participó en el movimiento "Poetas de Washington DC contra la guerra" en el marco de la exposición de la serie se pinturas sobre las torturas de Abu Ghraib del pintor colombiano Fernando Botero en el museo de American University. Su poesía ha sido traducida al inglés, y parcialmente al italiano y al árabe. Ha participado en numerosos congresos y reuniones profesionales y en lecturas de su poesía en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica en escenarios tales como: El Festival Internacional de Poesía en Medellín Colombia, La biblioteca del Congreso en Washington, La Biblioteca Pública de Nueva York, Haskell Center of Folger Shakespeare Library, La Fundación Pablo Neruda en Valparaíso, La sociedad de Escritores Chilenos, El festival de Mujeres poetas en México, el Congreso Internacional de poesía en Hungría, el Instituto de Cooperación Iberoamericana en Barcelona, España y la Maratón de Poesía en Washington DC organizado por el Teatro de la Luna y también ha sido incluida numerosas antologías en España, Estados Unidos y Latinoamérica. En el ámbito de la crítica literaria, es la autora de dos libros: Álvaro Mutis: Una estética del deterioro prologado por el propio Mutis, el cual recibió premio de Honor en New York University; y Voces y Perspectivas en la Poesía latinoamericana del siglo XX. Y ha escrito numerosos artículos sobre poesía y narrativa latinoamericana para revistas profesionales tales como: Revista Iberoamericana, Cuadernos Hispanoamericanos, Revista INTI, MACLAS. Latin American Essays, Alba de América. El Nacional de Venezuela, Revista Atlántida, Zurgay, Álvaro Mutis. Semana del autor (España), Revista de Lingüística y Literatura de la Universidad de Antioquia, Folios (Venezuela), etc. Actualmente es profesora de Estudios Latinoamericanos en American University en Washington DC, en Estados Unidos.