Proyecto Patrimonio - 2014 | index | Ana Iris Salgado | Autores |




 

 

 

 

A horcajadas en el hielo

Ana Iris Salgado



.. .. .. .. .. .

 

AL ACECHO

Las paredes rotas por la maraña
y el piso gastado
de sutilezas que nadie aguanta.
Es el tráfago que te apesta
que acuchilla y acecha
en cada gota de este espacio
que apenas percibes
pero que se junta disperso
y atrapa estas horas
que podrías invertir en amor
y gozar con ganas tus pasos
cansados de ese suelo.
Vivir así en esta noche
con esas sombras
que caminan de día
y asustan a cada hora.
Aunque tus gritos sean en silencio
y se abran como espadas
a la hora del crepúsculo,
y ahí recién puedas hablar de amor
y tus ojos puedan ver y acariciar.

 

 

FURIA

El viento
golpea fuerte, maniaco.
Arranca de cuajo
las durmientes y a los durmientes.
Los pajaritos en las cornisas
se agitan lánguidos,
afeminados.
Golpea fuerte en este exilio,
en este espacio de otro mundo.
La orfandad viene y se yergue
y el viento viril sarcástico
se apodera de los nidos.
(Este año no habrá pájaros)
Para aprender a volar.
Sólo el viento parirá
más angustia y tormento.

 

 

POBREZA

1a habitación
Una ropa sucia espera un
cariño inconcluso
2a habitación
Del pedazo de pan
penden óxidos.
Miradas pedigüeñas
vagan por la despensa vacía.
3a habitación
La mujer
sumerge la mirada en el cielo raso.
Ya se olvidó
(contigo pan y cebolla)
-Pero no hay nada -lo sabemos.
Sólo las goteras del techo
vienen a inundar la vista
en la soledad que baja por el frío.
4a habitación
Un cojín negro como el hambre
aparece en los sueños
que a ratos salen a divertir
príncipes, bailes y palacios.
Pero al abrir los ojos
regresa con más furia
más hambre y más tristeza.

 

 

LA ESPERA

Hay un hombre anclado
por siglos y siglos.
Mientras ella esconde entre sus sábanas
las viejas cartas que un día
le gustaron.
Y el hombre sigue ahí
como un farol en medio del desierto.
Hay un hombre en el umbral
esperando una migaja de su aroma
y un perdón tardío y disfrazado.
O que sus piernas se decidan de una vez
y él deje de ser un náufrago perdido
entre las horas
Pendulando-pendulando-pendulando...
Hay un hombre en el umbral esperando
por siglos -el nunca mas­
que desciende y rebota en las paredes
mudas y deshechas.

 

 

LIBERACIONES TENUES

Los campos están floridos
y los tréboles con el cabello suelto.
Las orugas se bañan felices en los ríos
y las mariposas siguen esperando
su turno que también vendrá.
Ser oruga más que por un rato.
Ser proyecto más que por un día.
Sentir que la desnudez libera
sin alas, sin trajes, sin colores.

Los campos están floridos
y los tréboles con el cabello suelto.
Las formas se desdibujan
y sólo importa esta piel
que se muestra así, sin apuro
sin prisa, sin anhelos ni tropiezos.
Esta desnudez.transida
por el despertar de la vida.

Ser oruga más que por un rato.
Ser proyecto más que por un día.

 

 

EL MUNDO AL REVÉS

¿Dónde están esos abismos
en que un día nos fundimos?

(El mundo al revés,
con sus cielos o sus piedras).

Podemos saltar acantilados
ya sin el miedo agazapado
de creer en la utopía.
Liberados y desprovistos
de esas máscaras obligadas
de ese suelo falaz
aparentemente seguro,
pero raído y acongojado.

¿Dónde están los acantilados
creados por nosotros mismos?

Hay un tránsito, un viaje infinito,
una luz que espera en el silencio
de estos días renacientes,
de estas horas donde saltar
no cuesta nada.

Irnos hacia espacios recónditos
hacia lugares impensados
en el abismo al revés
con sus piedras o sus cielos,
con su libertad eterna.

 

 

PÁJAROS ERRANTES

Han vuelto estos pájaros errantes
con esa multitud que ahoga y clama.
Y   nos aferramos a sus alas,
a su risa imaginaria,
a sus graznidos liberadores,
a su salto espacial e ilógico
que nos cambia y nos libera.
Han vuelto esos pájaros
en la mitad de esta noche
en la mitad del fuego y las cenizas.
Esos pájaros errantes...
Con sus noticias fáciles
sin pecados (ni egoísmos).
Han vuelto esos pájaros errantes
y nos aferramos a sus alas;
a su vuelo de todos los tiempos.
Y   así nos vamos con ellos,
con sus viajes impredecibles,
con sus lagunas y sus mares propios.
Pronto seremos otros pájaros
errantes, misteriosos e irreales,
ilógicos, inmensamente irracionales,
pero inmortales y felices.

 

 

RIMBAUD

Y Rimbaud, Oh, Rimbaud el primero.
Por qué tan niño la poesía te tomó
y por qué tan joven la dejaste.
Y ella no te dejó a ti.
Joven Rimbaud, claridad de los versos
boca contenida en un puñal.
Rimbaud padre de los sueños, vidente
poeta esencia sin asir a nada
Libre en la plenitud
y esclavo si querías o si quieres.
Joven Rimbaud, qué pronto te fuiste
y qué eterno te quedaste
En tu "desarreglo de todos los sentidos"
Y en tu arreglo de todas las Ofelias
o en tu barco ebrio que aún no es sobrio.
¿Te gustaría seguir siendo llamado parnasianista?
¿Verdad que no?
O es que en tu infinita libertad
preferirías ser llamado hombre.
Aunque nada ordinario germinó de tu cabeza
superdotada y gigante
"genio del bien o genio del mal".
Te veo discutiendo desde aquí
con Verlaine en acaloradas noches
y abrazado a los versos de tu dios
Baudelaire o arrancando hacia París
a hacer tu propia orgía parisina.
Rimbaud, joven poeta abandonado
por los deseos de hacer nuevos mundos
con los versos asidos a ti.



 



 

Proyecto Patrimonio— Año 2014 
A Página Principal
| A Archivo Ana Iris Salgado | A Archivo de Autores |

www.letras.s5.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
"A horcajadas en el hielo", poemario de Ana Iris Salgado.