EL MAYO DE LOS PINGÜINOS
Por Alejandro Lavquén.
El Mayo de los Pinguinos (Ediciones Radio Universidad de Chile), de las periodistas Andrea Domedel y Macarena Peña y Lillo, es un relato periodístico de la investigación que realizaron para sus memorias de título, centradas en el movimiento de estudiantes secundarios que en el año 2006 irrumpió en las calles del país, provocando el desconcierto del gobierno de Michelle Bachelet, que apenas llevaba unos meses de haber asumido. El conflicto le costó la salida al entonces ministro de educación Martín Zilic y obligó al gobierno a formar un Consejo Asesor para la Calidad de la Educación. Las periodistas conversaron con las partes involucradas en el conflicto, desde estudiantes a autoridades, entregando muchos detalles de los entretelones del movimiento estudiantil, de su auge y caída, de las presiones externas y las controversias internas entre los voceros de los estudiantes, que cobraron gran protagonismo público en esos días. Sus banderas del lucha eran el pase escolar, la gratuidad de la PSU, la derogación de la LOCE (Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza) y el fin del lucro en la educación.
El volumen es un aporte al conocimiento de un conflicto que terminó en un estallido social, que ni el más perspicaz de los políticos chilenos sospechó. Los estudiantes mostraron independencia de los partidos políticos para actuar y una organización, en un principio, a toda prueba. Pero finalmente la falta de experiencia debilitó el movimiento. Aunque éste marcó un precedente importante en cuanto a la necesidad de mejorar la educación y exigir los derechos que ello involucra. Hoy, los pingüinos han vuelto a la carga con nuevos bríos. Para saber qué opinan las autoras del libro, tras el resurgimiento de las protestas estudiantiles, les preguntamos:
- Hoy los estudiantes nuevamente están en las calles ¿Qué diferencia ves entre este movimiento y el del año 2006?
- Desde su primera aparición en abril de este año, se observan diferencias entre el movimiento de 2006 y el de 2008. Una de ellas es que aparecen junto a los universitarios, ya no son sólo ellos con sus demandas gremiales como en abril de 2006. En términos de organización, estos nuevos "pingüinos" ya no siguen el modelo de la Asamblea de Estudiantes Secundarios, sino que optan por una orgánica de "cordones", con un mayor énfasis en la periferia, y por otro lado, los liceos del centro de Santiago siguen sus modos de acción vistos hace dos años. Otra diferencia es que, a un mes de iniciadas las movilizaciones, no se observan dirigentes llamativos y mediáticos como los que conocimos en 2006. Tal vez buscando "desmarcarse" de sus antecesores y marcar un estilo propio.
Yendo al fondo de sus demandas, podemos ver que los estudiantes están reaccionando con más rabia que en 2006. La "buena onda" que los marcó en 2006 no se ve tan así por estos días, debido a que las demandas que se levantaron ese año correspondían casi a un anhelo –derogación de la LOCE, fin de la Municipalización-, muy romántico, mientras que ahora están reaccionando frente a una "traición" de parte de las autoridades. Esto, ya que se les habían prometido cambios de fondo y a todas luces el proyecto de Ley General de Educación no satisface las reivindicaciones pingüinos de hace dos años.
- En Chile, se han instalado los procesos de farandulización permanentes a través de la prensa, que es otra forma de dañar la conciencia social, siendo los estudiantes más permeables que los adultos ¿Crees que este nuevo movimientos podrá superar los errores del anterior?
- La experiencia de los "pingüinos" de 2006 dejó una sensación amarga en los estudiantes, ya que sienten que los medios los abandonaron. Es por eso que quizás estén buscando nuevas formas de relacionarse con la prensa, para evitar que los actuales dirigentes se "farandulicen" y no perder legitimidad como actores sociales. Si aprenden de los errores de sus compañeros de hace dos años, puede que logren superar ese proceso tan común hoy en los medios de comunicación. Sin embargo, es imposible negar que la visibilidad que lograron los estudiantes y la simpatía que concitaron entre los ciudadanos se debió a los medios de comunicación y a la cobertura que le dieron a su movilización. Si ellos lo manejan con inteligencia, le pueden sacar mucho provecho, pero negarlos de antemano, creemos que es un error.