LOS LIBROS
Por Alejandro Lavquén
Bellas de sangre contraria (Mosquito Comunicaciones). 70 páginas. Lilian Elphick nos presenta un volumen de 
microcuentos donde los personajes centrales son todos femeninos. Mujeres, en su mayoría, del imaginario de la mitología griega, más algunas de cierta fama en la historia universal como, por ejemplo, Cleopatra y María Antonieta. Elphick indaga en las historias particulares de estos personajes mediante textos donde se expresan el amor, el desencanto, la arbitrariedad, el machismo, erotismo, etcétera. También el sarcasmo juega un papel notorio en muchos relatos. Que por lo demás pareciera ser un elemento inevitable en quienes escriben microcuentos. La ironía o el humor aparecen como una especie de sustento del asombro que se busca lograr en el lector. Un ejemplo es este relato titulado Medusa II: “La palabra vellos me pone los pelos de punta. En cambio cabellos me pone la piel de gallina. Las serpientes no tienen nada que ver en este enredo”. Antes la autora había publicado La última canción de Maggie Alcázar (1990), El otro afuera (2002) y Ojos travieso (2007).
Esperanza en el austro (Mosquito Comunicaciones). 185 páginas. Marco Barticevic Sapunar nos entrega sus memorias de prisión política de Magallanes donde da cuenta de los mil seis días que pasó como prisionero político en diversos recintos carcelarios montados por los militares tras el golpe de 1973. En el prefacio, el propio autor nos indica las características de su libro: “Centré la narración en las diversas actividades que realicé junto a otros compañeros durante ese período. Traté de dar a conocer lo que era nuestra vida íntima, nuestro trabajo, nuestras esperanzas, la creatividad que nos nacía a pesar de las condiciones en que nos encontrábamos” (…) “El relato que trato de entregar tiene la intención de hacerte ver que, aún en las condiciones más inhumanas, el hombre puede ver el sol aunque el astro rey no nos brille, crear y trabajar, divisar a los lejos la luz al final del túnel, por más horrorosa que ella nos parezca en determinado momento”.
Piedra negra (Mosquito Comunicaciones). 185 páginas. Tercer libro de Leonidas Rubio. Un poemario que se divide en siete partes: “Plazos de emergencia”, “Murmullo frente a sillas vacías”, “Reinos de la lluvia”, “Osario”, “Responso”, “Amapolas y espigas” y “Palabra empeñada”. Nos parece que independiente de los puntos de encuentro con que se puedan vincular las distintas partes del libro, también cada una de ellas puede ser leída como una propuesta individual. Respecto al lenguaje, los poemas están escritos en un tono que se puede ejemplificar en los siguientes versos: “La noche se extiende/ hermanando a los objetos./ Vendaval sobre el rostro en el umbrío/ donde ninguno es libre/ sino instrumentos de libertades ciegas,/ ninguno es móvil/ sino presa vidente del movimiento/ y el cielo vuelve a verterse sobre fosas tremedales/ mientras el niño finge dormir/ oyendo en una sala contigua el tintineo de copas”.
Nostalgias y desdenes (Simplemente Editores). 193 páginas. Novela de Fernando Jerez, ambientada en el Chile post dictadura, en la cual narra la historia de amor entre Martín, un escritor que no logra encontrar estabilidad económica y Katie, una joven diseñadora que llega a su vida para luego desaparecer tan intempestivamente como apareció. La trama pone al protagonista ante dos disyuntivas: prestar servicios profesionales para escribir la biografía de un siniestro personaje ligado a la dictadura y poner todo sus esfuerzos en realizar el estudio de un escritor exiliado y desconocido cuya obra al parecer sólo a él le provoca sumo interés. La historia es creíble –con un desenlace quizá previsible- y se sostiene a lo largo de la narración. Jerez da con la clave expresiva justa para entregar su historia, sin aspavientos estilísticos.
