RESPUESTA FINAL A JAVIER CAMPOS
Por Alejandro Lavquén
Ante la “posdata final”, por parte de Javier Campos, a mi réplica a su carta a Letras.s5, considero que no vale la pena seguir en una polémica inútil. Campos apunta sus resentimientos hacia quien no es culpable de lo de fondo que él plantea acerca del desinterés en Chile sobre el trabajo de escritores y artistas que viven fuera del país (aunque también debió incluir a los que viven dentro). Nada lo saca de su idea. Personalmente no necesito darle la prueba de la blancura a nadie en cuanto a mi disposición a difundir la literatura chilena, y obviamente a quienes la escriben, es cosa de leer mi Blog o revisar archivos en referencias críticas de la Biblioteca Nacional.
Insisto en que lo de Javier Campos es un asunto de ego mal administrado que afloró tras el asunto en cuestión, aprovechando la situación para desahogarse. Lo manifiestan sus propias palabras, implícitamente, a pesar de que no lo reconocerá jamás. Pero los lectores son inteligentes. Y no es argumento, por ejemplo, decir: “Veo sin embargo, en general y es lo que registra Lavquén y muchos otros/as en Chile, la indiferencia latente a escritores chilenos que vivimos fuera que a nadie interesa de lo que hacemos en esos otros países. Ni siquiera que un gran poeta universal como Yevtushenko le ofrezca una amistad a un poeta chileno”. Yo también tengo amistad con escritores y artistas extranjeros, pero jamás he considerado andar publicitando eso. O considerarlo relevante. Son amistades tan amistades como las que tengo con los escritores y artistas chilenos. Este asunto me recuerda aquellos poetas que sus currículum son más extensos que sus libros. Además Javier Campos tiene poco sentido del humor.
En fin, como escribió Heracles en las columnas: “Non plus ultra”.