El diario de Agustín; Parloteo de sombras; Desencierro; Creatur y Lucha inconclusa
Por Alejandro Lavquén
“El diario de Agustín” (LOM Ediciones). Libro que reúne trabajos de investigación de cinco autores encabezados por Claudia Lagos Lira –editora del volumen-, ellos son: Paulette Dougnat Quintana, Elizabeth Harries Muñoz, Claudio Salinas Muños, Hans Stange Marcus y María José Vilches García. La temática abarca un estudio concerniente a la relación del periódico El Mercurio y cinco casos de derechos humanos entre los años 1973 y 1990. En sus páginas podemos enterarnos de pormenores del caso Soria, del embuste del plan Z, de la operación comunicacional en el caso de los 119 asesinados en la Operación Colombo y de los desaparecidos de Lonquén. Con apoyo de entrevistas a periodistas involucrados –pro y contra la dictadura- se entrega un panorama de la labor de El Mercurio como un agente periodístico clave en la manipulación de la información de prensa para encubrir los crímenes de la dictadura pinochetista. También se desnudan sus relaciones con personeros de la dictadura y servicios de seguridad. Queda claro que decir El Mercurio es decir Agustín Edwards. Por lo tanto, cuando se habla de la complicidad del periódico con la dictadura se está hablando de la complicidad de Agustín Edwards, es él el principal manipulador y quien incurrió en graves faltas a la ética como periodista y ser humano, aunque en el colegio del ramo la Comisión de Ética no se haya atrevido a sancionarlo. Sólo sancionó a elementos menores tras el informe Valech. El diario de Agustín es un testimonio más de lo que todos los chilenos deberían estar enterados, pero que los medios en manos de la derecha se empeñan en ocultar o justificar con sofismas descarados, tal como hacen, por ejemplo, Hermógenes Pérez de Arce o Álvaro Puga, seres por esencia desalmados.
“Parloteo de sombras” (LOM Ediciones). “¿Con qué lengua/ repleta/ de mudez/ vas a nombrar/ (si nombras)/ tu ciudad,/ las ciudades?”. Con estos versos comienza Damaris Calderón, poeta cubana afincada en Chile, donde ha desarrollado un vasto trabajo literario, su nueva entrega poética. Parloteo de sombras es un libro de periplos, de paisajes múltiples que se van grabando dentro de una sola historia. Hay evocaciones a su tierra y amigos poetas. A un país natal que se dibuja y desdibuja a la vez en la memoria, una especie de muerte y resurrección permanente. Se percibe una búsqueda interminable de lugares indeterminados, ciudades análogas quizás: “Una ciudad atravesada por un río/ Una mujer atravesada por su hombres/ Una garganta por una espina./ Mapocho vertical/ donde desembocan el Sena y el Aconcagua,/ el Nilo y el Almendares, ¿el camino es el mismo?”. Calderón define y demuestra su oficio con soltura. Según José Kozer, el prologista, el libro “corre, desde una limpidez, una precisión de expresión, el máximo riesgo: mirar desde el ojo con la cuenca vaciada, la Muerte ”.
“Desencierro” (LOM Ediciones). Última novela de Juan Mihovilovhic, donde nos introduce en un mundo de sombras y luces desde un diálogo expuesto en forma de monólogo entre el narrador y un interlocutor que sólo se presiente.. Que escucha atento pero al momento de querer intervenir es silenciado por la vorágine del discurso del protagonista, incluso más que silenciado, no alcanza a emitir sonido alguno, ni el más básico. La historia es elocuente desde el monólogo, acertada, demostrando Mihovilovhic su oficio. La trama tiene un desarrollo sencillo estructuralmente pero contundente en el contenido. Desencierro, si bien es reflejo de una realidad personal, contiene elementos colectivos, definiciones psicológicas de nuestra sociedad contemporánea. Si hoy en nuestras sociedades existe libertad para expresarse vivimos permanentemente tratando de desencerrarnos a como dé lugar, pues es claro que vivimos incomunicados, en un monólogo que golpea la cotidianidad de nuestras relaciones y modos de comunicarnos. Confundiéndose muchas veces la vorágine del mundo real con el mundo de los sueños.
“Creatur” (RIL Editores). Poemario de Gustavo Barrera Calderón donde creemos que posee un papel importante la dualidad, el aparejamiento, la rutina. También existen elementos lúdicos, se juega con la palabra, se juega con situaciones que se van ensamblando. Sucesos que van incorporándose como en una diapositiva, muchas veces lleno de incógnitas, con un ritmo que se percibe como tal. Estos versos pudieran ser un ejemplo: “Sobre un terreno desnudo ¿un estacionamiento?/ no sé bien cómo se dice/ no lo recuerdo bien/ es un acceso/ un ascensor ¿una sala de espera?” (...) “La situación es la misma/ es la gente la que cambia”. Si bien esta es la historia de un hombre y una mujer en particular, es fácil una identificación general con los protagonistas, sus vicisitudes son universales. Los poemas van acompañados de imágenes que se incorporan al final del libro y pudieran interpretarse de variadas maneras. El volumen finaliza con un capítulo titulado “Catálogo”, donde el hablante se refiere al texto: “En Creatur, me correspondía experimentar la alineación, condición que asocio íntimamente a la alteración de los recuerdos y la percepción de objetos y identidades en el tiempo”.
“Lucha inconclusa” (Ed. Catalonia). Memorias de un catalán exiliado en Chile. Cristián Aguedé, autor de estas memorias es uno de los tantos catalanes que tras la guerra civil española buscó refugio en nuestro país. Una vez afincado y luego de probar suerte en distintos empleos fundó Muebles Sur en 1944, empresa que hasta hoy presta servicios. Su historia es también parte de nuestra historia, pues estas páginas dan cuanta de muchos personajes de la cultura y política nacional, como por ejemplo Pablo Neruda y Salvador Allende. Dice en parte de la presentación Jorge Edwards: “Cristian Aguadé nos cuenta su larga historia de emigrado republicano catalán en Chile. Lo hace en un libro variado, curioso, que nos enseña cosas sobre la vida de la emigración republicana en Chile y en toda América Latina, que a veces nos sorprende y que se lee con facilidad”.