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Los Libros
Por Alejandro Lavquén
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Demonios de otro reino (Patrocinio I.M. de La Florida). Volumen de poemas de Leonor Dinamarca Carrasco, en edición bilingüe español-inglés, acompañados por fotografías de René Hormazábal Durand. La traducción de los textos pertenece a Fernando Araneda C. Los poemas de Leonor Dinamarca retratan y transitan por mundos internos que emergen desde el fuego y la oscuridad, bullentes de rutas pecaminosas, donde el cielo pareciera ser un pecado y el infierno la vida en esplendor, redimiéndose a través del dolor. Lo real y fantástico, lo sensual y sórdido, son tratados con una mezcla de lo angelical y lo diabólico irradiando muchos paisajes para ser leídos entrelíneas: “Nadie tiene por qué entender/ Los espacios oscuros de mi alma/ Poco a poco debo mostrar/ la jugada del naipe/ … Sin embargo… no juego, no intento ganar/ Ser, habitar… ser como arcilla en otras manos” (…) “Debo rezar sobre perdidas maldiciones/ para que tu alma acepte/ la maligna poesía”.
La luz oscura (LOM Ediciones). Novela de Nicolás Vidal, la que fue escrita como proyecto final de su magíster de creación literaria. El destacado escritor mexicano Juan Villoro nos explica que Vidal “ha escrito una novela tan intensa como un partido de fútbol que desemboca en esa insólita versión del más allá; el tiempo añadido. La fidelidad al equipo de la Universidad de Chile sirve de trasfondo para narrar la represión, los avatares del exilio y la relación de un padre con su hijo. Novela sobre la identidad, La luz oscura plantea los desafíos de pertenecer a un país, a una familia, a un equipo. ¿Cómo construimos nuestra herencia? Con hábil sentido del suspenso, Vidal investiga los recuerdos de su protagonista; lo que parecía superado adquiere poderosa actualidad. La historia de Chile es vista con otra luz y la trama avanza como el equipo que le brinda sustento”.
Mercante (Libros del Perro Negro). Breve poemario de Jaime Retamales (Santiago, 1958), poeta y pintor radicado en La Serena desde 1985. Antes había publicado Dominey en la Vía Crotona (1994), Dinastía circense (1998), Desertor (2003), Long street (2003) y Crack up(2009). En Mercante el poeta da cuenta de una travesía que trasciende el tiempo, evocando incluso futuros, se trata de un tránsito no necesariamente oceánico en su total dimensión, recordemos que también existen ciudades sumergidas en los sentimientos del ser humano. Retamales de alguna manera lo percibe: “Es necesaria una línea/ dolorosas quemaduras de sol/ futuro entre cielo y agua/ los vientos favorables y el buen tiempo/ movernos confiados/ en este mar de nadie”.
Antihistoria de un luchador (LOM Ediciones). Clotario Blest, 1823-1990. Mónica Echeverría Yañez. La autora nos narra la historia de este destacado luchador social que marcó toda una época en nuestra historia político-social. La fecha 1823, tomada como referencia de nacimiento, indica la llegada a Chile del médico irlandés Guillermo Cunningham Blest, que al poco tiempo pierde el apellido materno y comienza a utilizar el paterno Blest. Guillermo, casado con María de la Luz Gana y López tuvo varios hijos, entre ellos los escritores Guillermo y Alberto Blest Gana. Tras quedar viudo se casa con Carmen Ugarte, de cuya unión nacerá Ricardo Blest Ugarte, padre de Clotario, al que tuvo con Leopoldina Riffo Bustos en el año 1899. La vida de Clotario Blest y sus luchas han alcanzado ribetes legendarios, lo mismo que su consecuencia y coraje para enfrentar la adversidad. Entre sus acciones está la fundación de Asociación de Empleados Fiscales (ANEF) y la Central Única de Trabajadores (CUT); también participó en la fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Durante la dictadura participó en la “Liga por la Paz” y el “Comité de Defensa de los Derechos Humanos”. Respecto al título del libro, los editores explican que la autora –que es profesora de castellano y directora de teatro- “adelantándose a los que podrían criticarla por transitar terrenos resguardados por y para especialistas, la autora tituló su libro Antihistoria de un luchador”.
Memoria, política y pedagogía (LOM Ediciones). En este volumen, subtitulado “Los caminos hacia la enseñanza del pasado reciente en Chile”, su autora Graciela Rubio Soto, nos entrega en cuatro capítulos un recorrido-reflexión “que indaga sobre las discusiones públicas que se han generado sobre el pasado reciente en el período 1990-2004; reflexiones sobre sus alcances éticos, políticos y teóricos para, desde allí, proponer las bases para orientar una pedagogía rememorativa que aborde la enseñanza del pasado reciente en nuestro país”. El tiempo sobre el cual se basa este estudio abarca entre 1990 y 2004, que es entre la vuelta a la “democracia” en 1990 y el Informe Valech en 2004. En esta etapa la memoria histórica jugó un rol relevante para poner en la discusión pública el tema de las violaciones de los derechos humanos. ¿Cuánto de ello asimiló y conoce la ciudadanía a cabalidad? Es, nos parece, un asunto en desarrollo, de ahí que libros como este son necesarios, lo mismo que indagar en la evolución de la discusión pública y el interés que el tema pueda provocar o no, entre los chilenos.
Criptopunks (LOM Ediciones). La libertad y el futuro de Internet, de Julian Assange, fundador de WikiLeaks y defensor del buen manejo público y privado de Internet y las redes sociales, acechadas por poderes estatales que van tras la información de los usuarios. El libro cuenta con la colaboración de Jacob Appelbaunm, Andy Müller-Maguhn y Jèrèmie Zimmermann, con quienes Assange converge en Criptopunk. Los Criptopunk “abogan por el uso de la criptografía y otros métodos similares como medios para lograr el cambio social y político. El movimiento, fundado a comienzos de la década de los noventa, fue especialmente activo durante las ‘guerras criptográficas’ de la década de los noventa y en la ‘primavera de Internet’ de 2011”. Lo que se busca, con este movimiento, es denunciar y oponerse al espionaje de los Estados sobre sus ciudadanos, y especialmente al que ejercen las grandes potencias sobre otros países, singularmente Estados Unidos. Julian Assange, que lleva más de un año asilado en la embajada de Ecuador en Londres, explica que “los criptopunks originales, mis camaradas, eran mayormente libertarios. Nosotros buscábamos proteger la libertad individual de la tiranía estatal y la criptografía era nuestra arma secreta. Esto fue algo subversivo porque la criptografía entonces era propiedad exclusiva de los Estados usada como arma en sus propias guerras” (…) “la criptografía no solo puede proteger la libertad de los individuos, sino la soberanía y la independencia de países enteros, la solidaridad entre grupos con una causa común, y el proyecto de una emancipación global. Puede ser usada no solo para luchar contra la tiranía del Estado sobre el individuo, sino contra la tiranía del imperio contra la colonia”. Sin duda este es un libro que dará qué hablar y llamará a reflexionar sobre el futuro manejo de Internet.
