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HOMENAJE DE MANNS
A VIOLETA PARRA
Por Alejandro Lavquén
Publicada en revista Punto Final/ Mayo 12 de 2017
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Editorial Lumen ha reeditado el libro Violeta Parra, la guitarra indócil de Patricio Manns (Nacimiento, 1937). El volumen, editado por primera vez en 1977, durante el exilio de Manns, incluye un breve prólogo del poeta Raúl Zurita, que dice en parte: “Este libro único es la continuación póstuma del diálogo de dos amigos y, a la vez, un tratado de admiración que vuelve a demostrarnos que la música rebelde de Violeta Parra no calló cuando nadie quiso escucharla ni cuando se quitó la vida. Y menos callará ahora, a cien años de su nacimiento”. Sobre el libro y otros temas, Patricio Manns conversó con Punto Final.
— Esta nueva edición de Violeta Parra, la guitarra indócil, trae algún antecedente no incorporado en la edición anterior?
— No fue necesario. La primera edición se escribió tras una investigación exhaustiva de manera que no quedó nada por agregar o corregir.
— ¿Cuál es el mayor legado de Violeta Parra?
— Su personalidad arrolladora. Eso marcó a mucha gente, sobre todo tomando en cuenta que el chileno -salvo cuando está cucarro- es hombre apocado y cauteloso.
— ¿Cómo se dio tu relación con ella? ¿Alguna anécdota?
— Fuimos muy amigos. Nunca tuvimos un sí o un no. El resto lo hacía su coquetería innata. Creo haber contado algunas anécdotas en el libro que se acaba de publicar y otras he considerado mejor guardarlas en el olvido.
— Se ha discutido mucho sobre los orígenes de la Nueva Canción chilena ¿Cuál dirías que es el punto de inicio de este movimiento?
— Inequívocamente la Nueva Canción Chilena se fraguó en la Peña de Carmen 340. No fue sin embargo un movimiento planificado, un acto consciente. Surgió ásperamente encontrándose en las circunstancias de todos los días hasta hallarse y consolidarse. Cada uno llegaba con sus nuevos trabajos, frutos de la soledad y la reflexión.
— La Peña de los Parra fue fundamental en el desarrollo de la Nueva Canción. Con la muerte de Ángel Parra van quedando sólo tú e Isabel Parra del elenco fundador ¿Cómo lo asimilas?
— Básicamente estoy quedando solo pues Isabel Cereceda ha compuesto apenas dos o tres canciones menores. Además, a causa de su avanzada edad, ya no está en condiciones de aportar nada, como se vio, por ejemplo, en el homenaje a Violeta durante el último Festival de Viña, que comercializó ella.
— Hace unos meses Pablo Milanés te invitó a cantar con él en el concierto que dio en Chile ¿Cómo fue ese reencuentro?
— Sorprendente, pues Pablo no tiene el hábito de cantar con otras personas en el escenario. Y poca gente lo hace. Fue una experiencia linda y me gustaría repetirla en Cuba en algún momento.
— Los integrantes del movimiento de la Nueva Canción fueron parte de la Unidad Popular y durante la dictadura trabajaron, de distintas maneras, en la lucha y solidaridad por Chile. ¿Sigues manteniendo tus posturas?
— Yo soy concretamente un hombre de izquierda, lo más abierto posible. Comprendo que el secreto mayor esta en la unidad y en la lealtad y en tales materias soy intratable. Por lo demás, tengo un elevadísimo respeto por Salvador Allende, a quien conocí muy cercanamente trabajando a su lado en casi todas sus campañas presidenciales.
— Sabemos que tienes proyectos musicales y literarios en carpeta ¿Qué viene?
— Estoy invitado oficialmente a la Feria del Libro de Buenos Aires, donde ya he estado antes. Es posible que vayan también mis músicos. Cuando todavía vivía en Francia presenté allí El desorden en un cuerno de niebla que publicó Emecé. Luego iré a la Feria de Antofagasta a presentar este libro y también a cantar. Estoy abocado además a la celebración de mi cumpleaños número ochenta, que se realizará a tambor batiente en el Caupolicán, en el mes de agosto de 2017. Tengo casi listo un poemario y una nueva novela y estoy terminando un libro con Horacio (Loro) Salinas por encargo de la SCD. El Loro pregunta y yo respondo. Va a ser muy entretenido y sacará algunas ronchas.