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Los Libros
Por Alejandro Lavquén
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El Zen Surado (Catalonia). Poemario que reúne poemas escritos por Cecilia Vicuña entre 1965 y 1972. La mayoría son inéditos y otros tantos formaron parte del mítico libro Sabor a mí, cuya publicación, acordada, por contrato, en 1972, con Ediciones Universitarias de Valparaíso, jamás se concretó. Se habla de censura, falta de tiempo, demora en la edición final, viaje de la autora a Inglaterra, etcétera. La historia de esta edición frustrada de Sabor a mí y lo que habría sucedido con el manuscrito original es contada en detalle por Juliet Lynd en el prólogo de El Zen Surado. Sobre la poesía de Vicuña, si bien contiene mucho erotismo y sexualidad, también posee una marcada crítica sociopolítica y un sentido histórico que da cuenta de la rebeldía y esperanzas, de los jóvenes y no tanto, de los años sesenta y setenta, incluido el proceso de la Unidad Popular, como queda expresado, por ejemplo, en el poema “Misión”. Lynd explica que: “Los cien poemas que se sacan [en este libro] a la luz del día captan las múltiples dimensiones de una joven totalmente confiada en la transformación radical de la sociedad y un futuro sin sexismo, sin racismo, sin desigualdad y con justicia –y placer- para todos”.
Instalaciones de la memoria (Alquimia Ediciones). La poeta Verónica Zondek y el fotógrafo Patricio Luco Torres unen sus oficios para dar vida a un libro que rescata la memoria histórica, en este caso se trata de las oficinas salitreras de Humberstone, Pedro de Valdivia, Porvenir, San Francisco, Chacabuco, Dolores, Santa Laura, Concepción, Santa Rita, Chacabuco III, Santa Catalina y Pampa Unión. Junto con las fotografías y los textos destaca el diseño, el complemento gráfico de cada poema e imagen relacionados en un todo. Los enfoques y ángulos de las fotografías reflejan claramente un pasado que se niega a morir, y los poemas dan cuenta de esa especie de espíritu que ronda aquellos parajes donde miles de obreros y sus familias sufrieron, además de las inclemencias del clima, la explotación ejercida por quienes se hicieron de la propiedad de las salitreras. Dicen unos versos: “Cuando se detiene el trabajo repta baboso un sigilo/ El hombre censura la carga del silencio y el vacío/ Cuando él se aleja encalla el tiempo y los cañones dejan de humear”.
Cuentos fantásticos (Catalonia). Carlos Iturra. Dieciocho relatos dan cuerpo a este volumen de cuentos fantásticos de diversa temática y disímiles efectos y logros. La literatura fantástica no es un género fácil y requiere de bastante imaginación sorpresiva, sobre todo para que exista asombro de principio a fin en cada historia que se escriba. En ese sentido, por ejemplo, interesante resulta el cuento “El golfo en la pared”. Sobre las aspiraciones del pintor Akutagawa. Sobre su afición por la literatura fantástica el mismo Carlos Iturra nos cuenta que “en la vida, en el mundo, en el universo, hay rincones turbios, fronteras oscuras, grietas aparentes o reales, por las que se filtran a veces las sospechas de otras realidades, junto con las dudas de si acaso no son sólo frutos de la mente”. Nos parece que los relatos de Iturra se encuadran perfectamente en este concepto, expresado por el propio autor.
