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ENTREVISTA A ÁNGEL PARRA
Por Alejandro Lavquén
Publicada en revista Punto Final Nº 687/ Diciembre 23 de 2016
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Ángel Parra (Valparaíso, 1943) uno de los fundadores del movimiento conocido como la Nueva Canción Chilena, que marcó a toda una generación tanto en lo musical como en lo político, acaba de presentar el libro Mi Nueva Canción Chilena (Catalonia). Tras el golpe de Estado de 1973 fue detenido, torturado, encarcelado y desterrado. Vive en París desde 1976. Además de su amplia discografía, ha escrito varios libros. Entre ellos Dos palomitas y una novelita corta; Manos en la nuca, su primera novela publicada en España, y Violeta se fue a los cielos. De paso por Chile conversó con Punto Final.
— ¿Por qué tituló su libro “Mi Nueva Canción Chilena”? Llama la atención el “mí”.
— Tal vez porque no me siento con la autoridad para contar la historia de otros y también porque cada individuo que vivió la época lo contará a su manera, sin olvidar que muchos se cambiaron de camiseta en el camino.
— Usted plantea que “conciencia y sentido de clase son dos sensibilidades que han desaparecido de la sociedad chilena” ¿Cómo ha afectado eso a la creación artística?
— En primer lugar la falta de compromiso con la historia de estos tiempos, la pérdida de identidad y el aceptar sin preguntarse qué es la penetración cultural. No digo que esto sea un problema solo chileno, sucede en toda América latina.
— Usted es uno de los pocos artistas que manifiesta abiertamente estar comprometido con la canción popular o social. En ese sentido ¿Cómo percibe que lo ven las nuevas generaciones?
— No se puede generalizar, depende del nivel socio económico, cultural y político, Me imagino que algunos me ven como un fantasma del pasado, otros me verán como un luchador consecuente.
— La Peña de los Parra y la Unidad Popular ¿Un hermoso sueño truncado?
— Un país asesinado, una herida aun abierta y un proyecto derrotado por las armas del ejército de este país en acuerdo con la gran burguesía y bajo la conducción del gobierno de Nixon.
— A lo largo del libro se manifiesta una dura crítica al Chile de los últimos años ¿Qué faltó para que la recuperación de la democracia fuese una verdadera recuperación de la democracia?
— No me siento en condiciones de dar respuestas definitivas hoy por hoy en torno a nada. No fueron capaces los políticos y dirigentes de esa época de estar a la altura de lo que el pueblo dijo con 17 años de lucha, miles de muertos y más de un millón de exiliados pero la historia es como la memoria, nos perseguirá hasta el fin del camino.
— Usted fue perseguido y encarcelado por la dictadura ¿Qué siente cuando el presidente de la Corte Suprema dice que los violadores de los derechos humanos deberían acceder a beneficios carcelarios?
— Siento que ha sobrepasado sus atribuciones, siento que seguramente no tuvo un pariente, un amigo torturado, asesinado o desaparecido, y que la larga historia de dolores del pueblo chileno no le importa nada. Deja ver claramente que la justicia sigue siendo justicia de clase.
— Muchos que apoyaron la dictadura hoy pretenden pasar piola, artistas incluidos. Y más encima tiene reiterada tribuna pública, privilegio que no tienen las víctimas.
— El poder económico, el poder eclesiástico, el poder de los medios de comunicación, no permitirán jamás que las victimas tengan tribuna. Es por esa razón que sigo cantando y escribiendo.