YO ACUSO
Alberto Moreno
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Yo Acuso
Al Estado de Chile y sus poderes, a sus representantes y autoridades.
A los responsables de los medios de comunicación
sean estos medios escritos, audiovisuales y/o radiales
a los responsables de las instituciones de educación del país
a los señores responsables de la ciencia y la tecnología
a los encargados de la salud publica, la medicina y la farmacia y por supuesto, a todos los señores oligarcas que durante 200 años han regido con mano dura y tacaña los designios de este pueblo,
Ah, y a esos nuevos ricos, dueños del comercio, el dinero plástico y la prensa,
Por haber convertido a su pueblo en clientes desprovistos de derechos,
por tratar a las personas como simples consumidores y no como ciudadanos respetables, rebajando así su condición humana a la de mercancías, predadores del consumo y sus fetiches con toda una oferta inacabable de fruslerías desechables,
los acuso de ser los responsables de un ardid progresivo y permanente en el tiempo, que enmascara una profunda segregación cultural, espacial y territorial, la cual ha creado inmensos ghetos de miseria urbana en las grandes ciudades del país, sean estos callampas, campamentos o poblaciones marginales, todos lugares de la ignominia, donde han arrojado a las últimas generaciones de chilenos, despojándolos de toda su dignidad, negándoles el derecho a un hogar limpio y saludable con los mínimos vitales asegurados para su reproducción en paz,
Acuso a las instituciones públicas y privadas responsables de la educación por no haber cumplido su misión,
por no haber resguardado debidamente el derecho a una formación idónea, que entregara herramientas para la vida a sus niños y jóvenes, y por olvidar totalmente la igualdad de acceso y condiciones para todos los habitantes del país,
esas instituciones de - formación generaron durante décadas las condiciones para que hoy existan dos grupos de personas; unos pocos miles de hombres y mujeres con amplios derechos reconocidos, de primera clase y preparados para la vida en cualquier lugar y condición, y a otros varios millones de segunda y tercera categoría, reducidos a mano de obra barata, técnicos y profesionales, todos ellos subempleados e ignorados por el sistema de castas y privilegios que hoy los excluye, segrega y coarta sus posibilidades,
Los acuso por discriminar en vez de educar, y por enriquecerse vilmente y con engaños, cuando debieron trabajar para todos los hijos de esta tierra,
Yo acuso a los señores médicos y científicos de este país, pues han olvidado su juramento y misión, y en vez de trabajar para sanar y orientar a su población, la subestimaron, y la han envilecido con atención de cuarta categoría, por no poder pagar altas sumas de dinero en sus clínicas privadas, esos doctores sólo llegan a los hospitales a purgar malamente su culpa y mala conciencia, pues se volvieron megalomaniacos y estatuarios,
Acuso también a los científicos que forman tales médicos y a los que son ambas cosas, pues ellos son directos responsables de la proliferación de una industria malsana y abusiva, que vuelve dependientes a las personas de fármacos, exámenes, restricciones y productos, que atentan contra la libertad de acción, que ciega a los ciudadanos transformándolos en enfermos crónicos o consumidores compulsivos de drogas y sustancias cancerígenas,
lo único que ha resultado de esa ciencia virulenta es una población de clientes mórbidos y asiduos compradores, que enriquecen a la industria farmacológica mundial, de la cual ustedes, señores médicos, investigadores y químicos, son sólo unos lacayos muy bien pagados,
Yo acuso a los responsables de los medios de comunicación de masas, por ocultar, falsear y negar la realidad,
por contribuir de manera notablemente fatal a empobrecer la cultura local, afeando todo cuanto es posible el medio ambiente social,
por trabajar sistemáticamente, sin descanso de la noche a la mañana, con los más básicos elementos del ser humano, y luego retransmitirlo, reescribirlo y pronunciarlo hasta el hartazgo, hasta la deformación de toda realidad plausible,
están siendo acusados señores por mostrar sólo aquello que los nuevos ricos demandan; consumo y vanidad, exhibicionismo y arrogancia, exitismo, vacuidades y miseria humana, sin importar en nada quien está del otro lado de la pantalla, de la radio o quien mira el periódico cada día,
Uds. y su lógica no han respetado a los niños, jóvenes ni adultos,
y sólo trabajan desde la grosería, la descalificación y la bajeza, en un ejercicio que tiende siempre a la discriminación de los pobres, de los que son diferentes, y que profundiza aún más nuestra intolerancia y tendencia a la segregación de clases,
Yo acuso a la clase política y al sistema de partidos, a los representantes sentados en el Congreso, pues ellos no trabajan para el país, ellos no suman a favor de la mayoría, ellos simplemente se han enriquecido con sueldos estrafalariamente millonarios, ridículamente inflados para personas que trabajan tan poco y que no son responsables de nada y por nadie, excepto de sus abultadas cuentas corrientes, de su mujer y sus muchos hijos,
señores diputados y senadores, presidentes de partidos y profitadores a fin, no es sólo para que vayan a cobrar los 10 o 15 millones a fin de mes que Uds. fueron votados por su electores, es para que trabajen, más y mejor que nadie en el país…
Señores Honorables, se supone que uds son los mejores…no?
Se supone que están ahí en ese selecto sitial por méritos, por sus capacidades…no? Se supone, a fin de cuentas, que uds llegaban a ese espacio de toma de decisiones, para mejorar el país que recibieron, los sueldos de miseria que ganamos, las casas de emergencia que habitamos, los colegios –jajaja- donde nos educamos, en fin para cuidar el agua que bebemos y el aire que respiramos!, todo eso gracias a lo cual vivimos…o no?
¿Para qué creen uds que fueron electos?, Por qué votaron esos cientos de miles por uds; Quizá me equivoco, tal vez nos equivocamos todos nosotros, los simples votantes, con uds señores representantes,
Tal vez erramos el concepto o el paradigma, y su trabajo no es por la comunidad ni para la región o la provincia…tal vez, digo sólo tal vez, vuestro trabajo es por usted hoy, mañana por usted y luego también por sus hijos y sus nietos...no es que seamos todos unos mal pensados sus honorables señorías, pero viéndolo bien a la cara y viendo sus casas y sus autos, sus inmensos jardines, parece que si, que nos equivocamos medio a medio con el señor diputado y con el señor senador,
Pero todo esto se les acaba, sépanlo, se les acaba el pozo de oro, el dorado, la mina de plata, este viejo orden las cosas llega a su fin.
Estos nuevos resentidos tienen bajo el brazo algo más que manuales para bombas caseras o panfletos dieciochescos,
Parece señores, que nos estamos poniendo de pie, y comenzamos a ver, y a respirar.
Se acabó la era de la resignación. Puede ser que uds no nos den nada, que sigan negándonos el pan y escondiendo la riqueza, pero ojo, sépanlo de una vez, ya no nos callaremos, día a día estaremos ahí observando, exigiendo derechos, no migajas, peleando en las calles, las plazas y los puestos de trabajo, pues no lo olviden, algo ha cambiado para siempre en este terruño y les anunciamos que, al fin, se acaban, la pasividad y la indiferencia que nos maniataban.
Vaya este mensaje, por los trabajadores, los hombres y mujeres dignos de este país, que desde hoy ya no descansan, buscando su libertad.
Octubre 2011, en el fin de la resignación.
Alberto Moreno, chileno, poeta y antropólogo .