Improvisaciones desde Santiago
Alberto Moreno
Dedicado- Allen Ginsberg
Escribo poesía porque un día glorioso me encontré con Residencia en la Tierra, y luego fue imposible no desear la escritura como gozo y vicio como delirio y fortuna
Escribo poesía porque Enrique Lihn vivió para la escritura y creó, con palabras encadenadas, algunas de las mayores piezas de arte del siglo XX en este lado de la tierra
Escribo poesía porque el séptimo arte en Estados Unidos no es más que una cloaca llamada Hollywood donde hay tipos que reciben 20 millones de dólares por hacer basura que además no es reciclable
Escribo poesía porque en mi país hemos sido testigos de cómo nos cayó encima la más feroz dictadura del continente y luego en un puñado de años, del arribo al poder de la derecha más reaccionaria del hemisferio, y todo eso a nadie pareció importarle un pito
Escribo poesía porque he visto a Zurita leer la poseía de las montañas y los desiertos y los cuerpos torturados a tal punto, que el hombre parece mineral y río desbocado hacia el mar
Escribo porque Nicanor aún vive y es como un sabio eremita que reina en un campo espacial de juegos alucinatorios, y está hecho de madera o piedra que atraviesa los siglos y sabemos que no volverá a repetirse
Escribo porque somos diecisiete millones en la nación y de esos, quince millones son pobres, y toda mi familia ha sido pobre
Escribo porque aún nuestros gobernantes piensan que la solución a esta jodida desigualdad y abuso sin nombre, es aprender a hablar en inglés
Escribo poesía porque a pesar de ser una tierra de grandes ladrones y cínicos, dimos al mundo a Salvador Allende, y toda mi generación aún no pude entender cómo ellos se lo farrearon
Escribo porque Huidobro y Altazor nos señalaron la magia la ternura y el amor pero no supimos darnos cuenta
Escribo poesía porque la Recta Provincia fue real y ellos quisieron instalar, en el fin del mundo su pequeña inquisición, pero solo lo lograron a medias pues los cimientos del antiguo pueblo mapuche huilliche y chilote - fueron más fuertes que su verba anquilosada y sanguinaria
Escribo poesía porque la inspiración es algo que pocas veces llegamos a sentir profundamente y creo, profundamente, que no podemos renunciar a ese regalo inesperado y liberador
Escribo poesía porque hace muchos ya, una mañana de otoño una joven de intensa y grave belleza corrió tras de mi y tocó mi espalda para hablarme y pedirme un número y después de eso toda la vida hasta entonces conocida fue otra vida
Escribo la poesía porque mis jóvenes padres tan sólo aprendieron a trabajar y no conocieron los libros sin embargo una abuela guardaba viejos tesoros en una humilde casa y ahí los descubrí para nunca abandonarlos
Escribo poesía pues somos de un país pequeño y casi olvidado pero estamos orgullosos de nuestros premios Nobel y Nacionales de literatura y escribimos grandilocuentes fabulaciones sobre viejos e inciertos movimientos y guerrillas literarias y eso nos da el valor y las ansias para continuar esa novelesca tradición con sus bellos e intrincados personajes y porque esencialmente, necesitamos reírnos de nosotros mismos
Escribo poesía por un grupo de amigos y queridos compatriotas que han sentido desde muy temprano el fracaso y el abandono – pero a ellos no podemos dejarlos con sus manos vacías
Escribo poesía porque en todos aquellos días cuando nada más queda en la vida, el poema es la última gota de aire (o forma de vida posible) antes de ahogarse
Escribo poesía porque dudo sistemáticamente de la historia aprendida y porque desde ahí cierta literatura nos limpia el aire que respiramos y siembra otras verdades y otras dudas pero ya lejos del dogma y la censura y los inquisidores de la mente
Escribo poesía porque sin saber cómo aunque si cuándo, me quedé sin dios y sin padre y debí buscar nuevos demonios y ángeles, menos sádicos y más alegres
Escribo poesía porque, a veces, de los vapores de la embriaguez a las amadas palabras hay un pequeño y dulce trecho - y ese abrazo puede ser muy feliz
Escribo poesía porque siendo muy joven descubrí el universo de Rayuela y ya nunca más dejé de ansiar esa magia que él lograba con tan sublime sencillez y abundancia, y luego mi pecado de escritura, amparado en esa luz, ha sido menor
Escribo poesía porque las noches son tan largas y el amor tan escaso que el verbo debe necesariamente reemplazar a la carne
Escribo poesía, debo confesarlo, porque arrastro penas y dolores que no entiendo y que, desde muy infante, vienen horadando mi voluntad y el carácter, esas dos cosas tan difíciles de mantener y que son vitales para no ser otro mal nacido,
esa pena y ese dolor son anteriores al yo, pues son herencias de padres y abuelos, todos ellos gente pobre y maltratada, luego con los años aprendí a controlar “el habito miserable del llanto”, (siguiendo al viejo Borges), pero la extrañeza por ese dolor y esa pena injustificados de un niño, que recibimos así, por el simple hecho de estar en un lugar y no en otro, te convulsionan la mente y oscurecen ciertos amaneceres
Todo lo anterior para intentar señalar que la poesía a veces es sólo un respiro, y la libertad o la ausencia del dolor son otras cosas, distantes y divergentes y el lenguaje no basta
Escribo porque la noche del 21-03, todo se tornaba de un feroz realismo patético y nuestros músicos tocaban en La Moneda para Mr. Obama, y fue obsceno para la música y el arte de nuestra historia reciente porque obsceno fue el gasto en maquillaje y en piedras brillantes de nuestras meretrices de palacio todos
Ellas y ellos vueltos locos trastornados por ver y tocar al hombre del país del norte que como suponíamos, nada tenía que decir, pues su historia es sólo la de un mito religioso o en todo caso, la de una profecía, pero no la de un rebelde ni menos la de un inspirado, y ustedes ya saben, en Chile los mitos nos tienen muy jodidos y nosotros odiamos los mitos
Y el caballero de traje sastre y sonrisa encandilante, balbuceó y adormeció con lugares comunes - evasivas y oídos sordos sobre la miseria el robo y las canallescas ocupaciones militares de sus sostenedores esos “garantes del orden mundial”
Escribo poesía porque puedo hacerlo… y ese descubrimiento es luminoso pues te permite sobrevivir en la tierra sin más deseos ni falsas esperanzas
Así mientras otros luchan día a día por triunfar amasar riqueza y prestigio otros sólo debemos escribir versos para nuestros amigos y también, por todos aquellos que olvidaron la ternura y el amor
Escribo porque siempre podemos regalar un poema no importa donde estés o hayas nacido ni cual sea tu nombre, apellido o color - siempre podrás regalar un poema y ese gesto, llena de luz tibia y profunda humanidad - a cualquier hombre en cualquier rincón del mundo
Y escribo poesía porque siempre podrás enamorarte con sólo un verso y olvidar todo lo demás
Escribo poesía buscando, quizás, un día, dar con la punta del ovillo
Escribo poesía para atenuar, desde dentro, la sensación de vacío inconmensurable que todo lo cubre
Escribo poesía porque así podemos acercar la distancia que a todos nos separa
Escribo poesía como un gesto espiritual: alejar así el dolor y el oprobio que nos causan las ciegas multitudes
Escribo como una forma de expurgar la razón pisoteada y el corazón marchito
Escribo por la mala conciencia frente al plato lleno frente al vaso rebosante que brinda y celebra, teniendo al otro lado de la calle, la feroz miseria silenciosa del oprimido y porque debemos, necesariamente, pedir ese perdón
no es mi culpa no es tu culpa qué es entonces
Escribo poesía como búsqueda y creación del propio refugio y para estar a salvo de las aglomeraciones de las callejas atiborradas de los trabajos de los días y su frenesí tan empobrecido y servicial
Escribo la poesía para desafiar la inacción de levantarse cada día sin dejar seña o signo alguno del paso de años por esta tierra
Escribo poesía secretamente, para enamorar a una muchacha perdida y que espera su canción
Escribo poesía porque en la playa de Las Cruces hay un restaurante imbricado entre las rocas y el mar, se llama Puesta de Sol, y es sobrecogedor estar ahí bebiendo un vino blanco al atardecer, y cada cual puede ahí escribir su propia dedicatoria
Escribo la poesía porque a tantos nos fue negado el don de la música, sin embargo, a veces, creo que brota algo perecido a la música, entre un verso y otro verso y otro verso.
(Inédito, obra en progreso marzo-abril 2011)