(Presentado como parte inaugural del “Encuentro de Poesía Constituyente”, en la Fundación Pablo Neruda y en la SECH. El encuentro se realizó entre marzo y abril de 2016, en Santiago, Valparaíso y Concepción. Participaron además el Centro Cultural Ciudadanos, las editoriales Editorial Pez Espiral, Andesground y Desbordes, y el Taller Literario Peuco Dañe).
Embrutecidos por una doctrina moral de siglos, y anquilosados en un perverso sistema de privilegios, seducidos hasta el límite por reglas de títulos y estatus del tipo Doctorados y MBA, estos viejos sinvergüenzas olvidaron el valor de leer la biblia, y a los grandes poetas de la antigüedad. Los portadores de tan antiguos privilegios, hoy se reconocen entre sí por su devoción a las tecnologías de punta, al uso obsesivo de planillas Excel para todo orden de cosas, por su extraña alegría al proclamar el trabajo “veinticuatro siete” y por la creencia a pie juntillas, con devoción religiosa, en los postulados teóricos de la macroeconomía de Estados Unidos - USA.
Sacerdotes y pontificadores del libre mercado de las almas y los cuerpos, acólitos y súbditos de las tarjetas de créditos, de la especulación financiera y sus inversiones a futuro; todos ellos olvidaron que la educación en sociedad es un bien en sí, necesario para la sobrevivencia de la especie, y cuyo fin último y más preciado, sigue siendo la construcción de hombres y mujeres libres… y no la facturación de sujetos precarizados, asalariados a plazo fijo, con dos semanas de vacaciones al año, como toda recompensa.
Chile: más de cuarenta años después
Una declaración de principios, carta fundamental, ruta de navegación, o como quieran nombrarle, no pude ser el orden fundado por cuatro generales golpistas, ideario malnacido, que luego fuera redefinido y perfeccionado al extremo de la ignominia, por un jurista fanático de la ultraderecha.
Si a 43 años de ocurrida esa barbarie político - cultural, ese ordenamiento está aún vigente y goza de buena salud, y rige todos los escenarios posibles para pensar el ejercicio de lo político y la política, la democracia y la participación… Si todavía el mapa se define desde la traición y el abuso de golpistas, torturadores y saqueadores, las cosas van hacia la ruina, al derrumbe del conjunto social y el de todos sus miembros, porque que hemos permitido que esto continúe en el tiempo.
Esperemos que no. Y por eso estamos hoy aquí. Sólo falta nuestra voluntad, nuestro espíritu, para intentar cambiarlo, declarando que es un sistema viciado, abusivo e insostenible -pues se funda en una tragedia, en una afrenta sangrienta- del cual ya no seremos parte, ni como sujetos indiferentes, ni como maltrecho devenir histórico. Podemos decirlo: no va más. No aceptaremos las reglas torcidas de una falsa “Paz Social”, redactada entre gallos y medianoche por los herederos políticos y económicos de la dictadura, que ha derivado en una interminable transición, y que hoy se devela plagada de estafadores y rufianes.
Y nuestra paz es falsa, pues escondió e ignoró las violaciones a los Derechos Humanos, y no se atreve, transcurridas cuatro décadas, a enfrentar abiertamente esa situación. Hay temor y falta de coraje, por eso no tenemos paz. Porque seguimos mirando para el lado, o al cielo, cuando somos llamados a enfrentar el conflicto. Lo que podemos acometer hoy desde esta tribuna, es un desacato, una desobediencia civil… frente a un sistema de valores corrupto, amoral, abusivo, y que sólo indigna día tras día a los trabajadores, a las obreras en las fábricas, a los maestros de escuela, en fin, al ser humano que se piensa, que reflexiona y ve a su alrededor una herida sangrante y pestilente. Por eso tenemos no sólo la necesidad de cambiar la “Carta Fundamental”, tenemos el deber de exigir esos cambios, pues reconocemos, como adultos, que es errática, arbitraria, y desconoce nuestros derechos básicos.
A eso hoy le decimos, no más. Ante ese ordenamiento jurídico y económico, que progresivamente ha precarizado la vida de los chilenos, decimos no más. A un sistema que sólo reconoce clientes y consumidores, pero no crea ni cree en hombres y mujeres libre pensantes, hoy le decimos, no más.
A todos quienes adoran el dinero a costa de cualquier cosa, no los queremos gobernando el país, dirigiendo la educación, ni decidiendo lo que entendemos por cultura; no aceptamos más que pequeños grupos de vetustos privilegiados, continúen resolviendo la sociedad que vamos a pensar y construir.
Esta es nuestra premisa, esto nos motiva: que otros hombres y otras mujeres tengan el derecho a pensar un país diferente. Y claro, no sabemos qué pueda pasar. Pero de algo estamos seguros; lo que hasta hoy hemos conocido, debe llegar a su fin.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Desobediencia civil. O contra el cinismo de su religión.
(Un texto recobrado/Alberto Moreno)