A dónde vas?
¿Hacia dónde va el alma del poeta muerto
dónde dirige ahora su canto
acaso se posa en la copa del árbol más alto
o se detiene-aéreo-junto al oleaje
tocará su flauta en medio de un jardín de ninfas
o se habrá quedado, aún más solo, en la cima
del monte de las revelaciones
dime dónde, dónde estás ahora viejo eremita
o es que lograste por fin
disolverte en medio de la nada?
A Enrique Lihn
Improvisaciones desde Santiago
(Extracto)
Dedicado a Allen Ginsberg
Escribo porque Huidobro y Altazor nos señalaron la magia, la ternura y el amor, pero no supimos darnos cuenta
Escribo por fervor de Alejandra Pizarnik, musa del tiempo, alma atormentada, ella, como nadie, pudo ingresar en la más profunda espesura del ser y luego decirnos los secretos, desde el otro lado
Escribo poesía porque hace muchos años ya, una mañana de otoño, una joven de intensa y grave belleza corrió tras de mí y tocó mi espalda para hablarme y pedirme un número de teléfono y después de eso, toda la vida hasta entonces conocida, fue otra vida
Escribo poesía pues somos un país pequeño y casi perdido en los mapas pero estamos orgullosos de nuestros premios Nobel y Nacional de literatura y escribimos grandilocuentes fabulaciones sobre viejos e inciertos movimientos y guerrillas literarias y eso nos da el valor y las ansias para continuar esa novelesca tradición con sus bellos e intrincados personajes y porque, esencialmente, necesitamos reírnos de nosotros mismos
Escribo poesía porque en todos aquellos días cuando ya nada vale algo en la vida, el poema es la última gota de aire (o forma de vida posible) antes de ahogarnos y entregarnos a la oscuridad
Escribo poesía porque dudo sistemáticamente de la historia aprendida en la escuela y porque desde esa duda, cierta literatura nos limpia el aire que respiramos y siembra otras verdades y otras preguntas, más extrañas y de gran hondura, pero ya lejos del dogma y la censura de los inquisidores del pensamiento
Escribo poesía porque sin saber cómo, aunque si cuándo, me quedé sin Dios y sin Padre un día, y luego debí buscar nuevos demonios y ángeles, otros que fuesen menos sádicos y más alegres
Escribo poesía porque, a veces, de los vapores de la embriaguez a las amadas palabras, hay un pequeño y dulce trecho - y ese abrazo puede ser muy feliz-
Escribo poesía porque siendo muy joven descubrí el universo Rayuela y ya nunca más dejé de ansiar esa magia que él lograba con tan sublime sencillez y abundancia, y luego mi pecado de escritura, amparado en esa luz, ha sido menor
Escribo poesía porque las noches son tan largas y el amor tan escaso que el verbo debe necesariamente, reemplazar a la carne
Todo lo anterior para intentar decir señalar que la poesía a veces es sólo un respiro,
y la libertad o la ausencia del dolor y los momentos felices, son otras cosas, distantes y divergentes y el lenguaje no basta
Escribo porque siempre podemos regalar un poema no importa donde estés o hayas nacido ni cual sea tu nombre o color de piel, siempre podrás regalar un poema y ese gesto, llena de luz tibia y profunda humanidad a cualquier hombre en cualquier rincón del mundo
Y escribo poesía porque siempre podrás enamorarte con sólo un verso y olvidar todo lo demás
Escribo poesía buscando, quizás, un día, dar con la punta del ovillo
Escribo poesía para atenuar, desde dentro, la sensación de vacío inconmensurable que a veces todo lo cubre
Escribo poesía porque así podemos acercar la indescifrable distancia que a todos nos separa
Escribo poesía como un gesto espiritual: alejar así el dolor y el oprobio que nos causan las ciegas multitudes
Escribo como una forma de expurgar la razón pisoteada y el corazón marchito
Escribo por la mala conciencia frente al plato lleno frente al vaso rebosante que brinda y celebra, teniendo, al otro lado de la calle, la feroz miseria silenciosa del oprimido y porque debemos, necesariamente, pedir ese perdón
Escribo poesía para desafiar la inacción de levantarse cada día sin dejar seña o signo alguno del paso de años por esta tierra
Escribo poesía secretamente, para enamorar a una muchacha solitaria que espera su canción
Escribo poesía porque en la playa de Las Cruces hay un restaurante imbricado entre las rocas y el mar, se llama Puesta de Sol, y es sobrecogedor estar ahí a las siete de la tarde y bebiendo un vino blanco, pues cada cual puede ahí escribir su propia dedicatoria con solo el mar por testigo
Escribo poesía porque a tantos nos fue negado el don de la música, sin embargo, a veces, creo que brota algo perecido a la música, entre un verso y otro verso y otro verso.
El sur
Ese tren rápido al sur atraviesa como un haz de luz
las heridas sin cicatrizar de la ciudad vieja
maquillada hoy con luces de neón y
asediada por un tropel
de falsos apóstoles
que deliran por transformarla
en una moderna city
Ja ja ja.
El viejo y querido rápido -oh paradoja y melancolía-
nos encara la feroz miseria
de una sencilla y pobre ciudad intocada por la supuesta
mágica formula de la modernidad y una
fatal ciencia económica. Sucio truco y engaño.
Las luces de esa gesta ultramarina
son aquí sólo sombras
fantasmas tristes y desolados por donde circulan
los mismos hombres y mujeres
con sus hijos que viven y mueren
al lado, a la orilla del tren veloz de la inmoralidad.
En esta nueva y luminosa mañana
de comienzos de primavera
los señores nadie, de Santiago City,
desayunan tedio y t.v.
Infinito horizonte
Tanta esperanza rota
tan absurda y cruel la ilusión
tanta vida desperdiciada en la precaria
sala de espera llamada esperanza
Ir y romper la jaula de hierro
Quemar los viejos archivos del inquisidor
borrar la escritura del pobre destino
sacudirnos la cabeza y la piel
de todo el veneno
y la tristeza acumulados
deshacer la distancia que hay
entre los hombres y la música
acercarnos a la poesía y alejarnos del dolor
repudiar la vergüenza que nos enseñaron
librarnos de la humillación por años acumulada
derrotar al esclavo interior
aplastar a ese enano maligno
que nos hunde y pisotea
solo para risa y placer de otros
saltar - saltar
aunque sea al vacío
Aprender a ser amables con nosotros mismos
reír a carcajada limpia
atrevernos a soltar al fin las amarras
aunque maree su efecto tan desconocido y perturbador
y que haya muchos días felices
como un enamoramiento.
Que ese sea desde hoy
nuestro nuevo destino.
Quiméricamente
Atrapar unos cuantos segundos de vida
contener algo
un atisbo de lo que nos ocurre
por alguna magia inexplicada
quedarnos de forma perdurable
con algo diferente del dolor
o el simple olvido de las cosas
insistir incrustados en lo perdurable
desasidos del sueño
continuar en todo lo que sea posible
como hombres, dejar el deseo
rasgar el silencio y su abismo
penetrar en el sortilegio de las noches
pulir como los antiguos, la piedra o el metal
sentir sencillamente
que acometemos algo sostenible
dentro de la gran historia de los días
abolir, por quiméricos instantes,
la soledad del hombre
parir por fantásticos minutos
una magia que no cesa
de renovarse a sí misma
oler, ver, palpar los extremos del ser
de un mismo ser
sin que se nos vaya toda la vida en ese juego
no desaparecer siempre de una vez
o dejar de estar tras una brevísima mirada
no sentir la vaciadura a la vuelta de esa calle
perdurar en el goce, en la sabia del goce
y que ocurra simplemente
sin todo el peso y el dolor de
tantas muertes
que algo quede al fin ahí que algo quede
que algo quede que algo no desaparezca
como el fin de estas palabras.
La Pasión
El éxtasis cerebral que siente un hombre abrazando a una mujer
el estremecimiento dasarticulador
que sentimos al besar a una mujer
eso que nos pasa cuando tenemos su boca
dentro de la boca
la embriaguez mística
a que somos arrojados
al sorber sus efluvios de mar
la desquiciante sensación que padecemos
al sentir estar dentro de ella
con toda la carne toda la piel
los sueños y las fantasías,
la espera y las ansias reunidas
en un mismo momento y único lugar
esos húmedos y fragantes escondites
y la noche no basta y el día no alcanzarán
para regocijarnos en esa pasión irremediable
que te ilumina y paraliza como un relámpago