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Comentario al libro Quebrado de Alberto Moreno,
Las Tentaciones de Penélope, 2021.
Por Angélica González Guerrero
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Quebrado de Alberto Moreno, nos refiere en sus páginas las preguntas de un hablante lírico que transita por calles donde ve cómo se ha quebrado ese objeto que es la vida misma, a través de su transitar poético nos intenta responder esas preguntas mostrándonos ciertos lugares desde los que se puede reconstruir ese objeto vida, ese objeto vital que nos es negado cuando todo cae en un quiebre, en una crisis. Sin embargo, se vislumbra en esos atisbos que simbolizan al lector que crisis o quiebre es una reconstrucción, es un inicio de algo nuevo desde los vestigios que fueron.
Esta propuesta poética nos sorprende con los títulos de cada poema, ya que los articula con el cuerpo poético de la obra en su esencia, los hace dialogar entre sí, respondiendo a esa pregunta inicial que plantea cada título. Se desarrolla una comunicación interesante entre todos los textos, una comunicación que dialoga entre sensaciones y realidades. Fundando una atmósfera poética transcendental, que logra ir reconstruyendo ese símbolo vital que es la vida quebrada, para hacerla aparecer entre el lenguaje de dos seres, autor y lector.
La escritura de Quebrado se sostiene en poemas relativamente breves, que dan dinamismo a la historia poética donde el lenguaje se traduce a una imagen simbólica que plasma lo cotidiano, en lo que sucede en ese tránsito de cada ser que camina. Es un lenguaje sucinto pero arraigado a las raíces de lo fundamental del lenguaje: comunicar. Porque cada poema por muy breve, comunica al lector con una realidad circundante, claro ejemplo nos refiere este poema:
Pastor de rebaños
No, gracias.
Nos da muestra literal de la no pretensión del autor, nos refiere a que solo desea escribir, decir y construir ese mundo donde por momentos todo parece estar quebrado por quebrados seres cotidianos.
Otro universo revelador es este poema:
Celosamente
Cuida con profunda pasión las palabras,
son también tu silencio.
Donde nos evoca la importancia de ese silencio que guardan las palabras en su máxima estridencia, porque nombrar gritando también es crear en silencio necesario esa realidad unísona a la que nos enfrentamos a diario.
En otros pasajes del viaje escritural el autor hace mención a otros autores, generando este diálogo universal donde cada poeta está conectado con otro, para escribir el poema de la humanidad que finalmente es la misma poesía escrita por todos. Por ejemplo:
Beckett [Por sí mismo]
“Querría que mi amor muriese
y que lloviera sobre el cementerio
y las calles por las que camino
llorando a aquella que creyó amarme”
Se continúa en Quebrado con ese gran poema universal desde prismas creativos, siendo el arte poético de este libro categórico en plasmar la potencia transformadora y evolutiva de la poesía sobre culturas, sobre personas comunes, la poesía se descubre por sí misma, en este poema se revela lo mencionado;
Liturgia verbal
La poesía es sin pausa/ no exige licencias
ni se hace desear,
la poesía nunca será un objeto de culto.
Camina contigo por la ciudad
puedes verla en cada calle
en las ventanas oscuras o iluminadas,
donde haya puertas clausuradas
allí reside un poema oculto/ que tú encontrarás.
Qué importa sin un día por azar/ no la ves
o una mala noche / la ignoras a conciencia,
poesía es la sangre que fluye de unos seres amándose,
es el aire que respira la noche/ sea claro o gris tu cielo,
atravesando el tiempo/ la poesía /
vive por ti.
No hay duda de que la poesía es el gran sentido de esa vida quebrada, que se va reconstruyendo a cada verso de esta obra literaria.
Otro eje fundamental para el desarrollarlo del poemario es la figura de Narciso, como un pequeño pastor, figurando el egoísmo de un sistema que domina, que vive desde el amor propio sin perspectiva social, y que también va quebrando la vida. Esta figura cierra la primera parte del libro y se da inicio a la segunda donde se desprende la prosa poética y la visualización directa de la figura de quebrado dentro del corpus poético con este texto, llamado precisamente Quebrado:
Quebrado
Puede ser que estés rompiéndote
en pequeños pedazos de ti mismo,
de lo que fuiste y dejarás de ser.
Da igual, nadie -excepto tú- lo sabrá.
Ahora mismo puedes estar quebrado,
frágil en extremo, al borde, sin aguantar más.
Siempre es así, nadie ve tu dolor.
Es otro día,
llena esas manos de agua
sacia tu sed,
recibe el sol
que cae del cielo.
Donde el gesto es dejar la huella de uno mismo, con sus pedazos, aún rotos, pero dejar esa huella para volver a ese lugar que es el otro día donde por muy solos que estemos, siempre existirá la poesía.
Y finalmente nos sorprende con una prosa poética que se condice con el lenguaje poético sin importar si es verso o prosa, sino que comunica poéticamente ese caminar quebrado, pero que al final de todo viaje se puede recomponer el hueso quebrado, el edificio del alma en deterioro, el cuerpo mismo de una sociedad que va dejando sus vestigios para luego regresar y reconstruir lo quebrado y lo doliente.
Esto último se condice con el último poema de Quebrado el que grafica perfectamente el regreso a la reconstrucción de algo que inicia.
Aeternum en colisión
Nada es para siempre igual / nada es por siempre igual
o invariable, / excepto el cielo que vemos con su polvo de estrellas.
Pero resulta que esos luceros son portentosa energía
-que ya fue- en rigor, / al mirar al cielo nos asomamos a una forma del pasado.
Quebrado es un viaje que no podemos dejar de vivir, el que se traduce en una forma gramatical y lingüística cargada de metáforas e imágenes poéticas que nos hacen concretar el sentido de lo desolado con un progresivo impulso de ver a pesar de que; Nada es para siempre igual / nada es por siempre igual.
Rengo, febrero de 2021.
