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UNA INFANCIA EN LOS 90´S
Por Alejandra Moya Díaz
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Cuando chica me decían, "se cayó la coca cola de la mesa", "mona lisa" me decían, "mona lisa"; ya lo resignifiqué, la mona lisa es una pintura hermosa y conocida, que me iba a llevar el viejo de las pelotas; el viejo de las pelotas era un viejo que vendía pelotas, era como una especie de acercamiento al viejo del saco de antaño, pero post moderno, “pelotas” decía, “pelotas”, y te miraba fijamente, yo pensaba realmente que me iba a llevar, "tú eres hija del viejo de las pelotas" me dijo mi hermano un día, y lloré como una semana mirándome al espejo, o que me habían recogido en la basura y que mi piel negra era puro piñén que no me pudieron sacar, por más que me bañaran, “feíta pero mía” me decía mi mamá, imagínate. En esos tiempos también, de inocencia lloré dos días rezando porque me di un besito con un niño y no quería estar embarazada, me miraba la barriguita, porque mi mamá me daba mucha comida, era como el trauma que tenía ella, porque mis hermanos comían poco, en cambio yo, guatita de niño de Haití de ese tiempo… “hay niñitos que no tiene que comer en África”, clásico de mamá noventera we are the world, y vamos apretándole la nariz a mis hermanos para que abrieran la boca; yo era como un Espinita, le hacía caso en todo, obvio que no quería que me pasara lo mismo, además no me molestaba comer mi plato y el de mi hermano también, así que me odiaban por "shupamedias", igual me comí unos charchazos, más de alguna vez cuando me sacaban los piojos, porque antes todos en algún momento tuvimos piojos, y porque también las mamás eran neuróticas, no hay mamá de esa época que no tuviera que lidiar con los avatares del hogar, sin mucha ayuda de los machos recios trogloditas que escogieron por maridos de entre los ramilletes de cactus, pocas trabajaban y a las que lo hacían, igual el machismo les comía los nervios, además que estaba de moda eso de casarse y tener niñitas con vestido y calcetines con vuelito, cabros chicos agujas y pre adolescentes de radio casete, pantalón con marciano y cadena anclada a la billetera; te imaginas como sería ahora andar con la billetera con cadena, en Santiago y en el metro, fijo que no te dura más de tres pasos de adoquín. Así era la cosa nomás, yo sufrí harto el bullying de mis hermanos, y ahora existe esa palabra porque antes nada, eras weviable nomás, y el que aguanta wevea al otro, sin duda la lucha libre era lo peor, pero a mí me gustaba sabes, iba de pushing nomás y quedar llorando raja era lo máximo.
