Bloody city de Alexis Cuzme
Por Augusto Rodríguez
He tenido la oportunidad de seguir de cerca la obra de este poeta manabita llamado Alexis Cuzme (Manta, 1980). Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación, periodista cultural y cronista de cine. Editor de la revista rockera 
Marfuz. Ha publicado los poemarios: Desconsuelo (2001), Complot ante el silencio (2003), Club de los premuertos (2006) y Bloody city (2009). En el campo rockero ha publicado el cuadernillo Legión: década pagana (2006). Actualmente se desenvuelve como asistente de edición en la Editorial Mar Abierto de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí. Ahora tengo la suerte de presentar en Guayaquil, su último y nuevo poemario llamado Bloody city (ciudad sangre) publicado en abril de este año 2009. En este libro el poeta se reafirma con su poética destructiva, directa y fuerte, y sin duda, éste es su mejor poemario porque aquí encontramos una extensión de sus anteriores libros, pero un mayor dominio de la escena, de las historias subterráneas, de su propia poética, de su propio universo como poeta.
Bloody city es un poemario que salpica sangre, violencia, caos, metal, rabia, furia, desencanto amoroso y urbano. En este libro aparecen varios fantasmas de sus anteriores libros como el reciente Club de los premuertos, pero aquí los espectros saltan de las páginas, regresan a la ciudad convertidos en escombros, en asesinos en serie, en violadores, en hombres muertos, abaleados y ahogados. En estos poemas todo es destrucción, balas y sobrevivencia. Este libro nos da una brújula real y verdadera de los tiempos que vivimos. Ecuador es un país que se va a pique, que se destruye, que se divide a cada instante por la violencia urbana, los políticos corruptos, por el robo, por las ventas de las drogas al día.
Cuzme en este libro retrata el caos que vive y como si fuera un observador o periodista, hace de la destrucción una imagen poética, vivencia pura, poesía fuerte y humana. Aquí se da paso a diferentes temas como el amor, por ejemplo leamos el poema Feria de globos húmedos:
Después que la mermelada
de su sien
salpicó los muebles
y paredes,
marqué el 911,
saqué a mi hijo de su cuna
y nos fuimos.
La calle fue una feria
de globos húmedos,
reventados en cadena.
La amé, pero no nos soportó.
Como ya dije anteriormente, Cuzme pasa revista a muchos temas como un observador y periodista, como el poeta que es: Enumera, profundiza, resuelve, pule, trabaja en la imagen, en la sensación, en la columna del poema. Degustemos el poema Crónica nocturna:
Conozco el dibujo a borrador
que está tras mi ventana.
La brisa de plomo
lo empapó
en un santiamén.
Colorea el asfalto
su tinta
coagulable.
Suspiro y prendo el grito
al latido feroz
de mi pecho,
desdibujando la escena.
Este libro tiene un ritmo cortado, a ratos un pulso acelerado, asfixiante que constantemente va guiándonos a lugares tortuosos donde el lector es puesto en una especie de paredón. Nos desafía por fuera y por dentro. Ahora descubramos a un famoso personaje, asesinado hace muy poco tiempo, más conocido como El Vengador. En el poema Vecindario leemos:
¿Quién dejó a El Vengador
hacer de la venganza
un oficio lucrativo?
Escucho Criminal a todo volumen.
La muerte desde dos parlantes
es más hermosa
que correr la cortina
y ver a mi vecino
agujereado en la cabeza.
Algo que vale la pena mencionar es que este libro tiene varios estudios, análisis, reflexiones de varios poetas conocidos como los ecuatorianos Fernando Iturburu, Pedro Rosa Balda, Antonio Vidas o Juan Secaira, entre otros, que nos dan luces de este Bloody city que ahora estamos revisando. La urbe es una constante en la poesía de Cuzme, leamos por ejemplo el poema Mueca:
Puedo volverme mueca
para esta tarde remolino
de pensamientos y visiones
atrapadas.
Atrás, la urbe
es un camposanto
que me niega.
Y sollozas por la estatua
que soy,
por la estatua
que la tarde chupa.
Descuida, flotaré,
cuando las voces digan:
papá
y
amor.
Podría seguir pero ya es hora de que los fantasmas descansen y deje de correr más sangre. Bloody city es poesía dura y humana que nos reconforta. Poesía que nos da pautas para respirar y seguir respirando a pesar del caos y de la violencia. Salud por este nuevo libro del poeta manabita Alexis Cuzme. Muchas gracias.
