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Entrevista a Jesús García Sánchez, Chus Visor
Por Augusto Rodríguez
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Jesús García Sánchez (Madrid, España, 1945), más conocido como Chus Visor, es librero y editor desde hace más de cuarenta años. Impulsor de la Colección Visor de Poesía, ha publicado a buena parte de los poetas españoles e hispanoamericanos contemporáneos. Por su labor como editor ha recibido números premios.
— ¿Cuándo y cómo te interesas por la literatura y por la edición de libros?
— Cuando estudiaba en Salamanca, siendo un joven de 10 años, tuve la suerte de tener un profesor de Literatura que era un gran aficionado a la poesía, nos hacía, o al menos a mí, las clases muy entretenidas sobre todo porque él era una persona muy abierta. Recuerdo que al mismo tiempo que maldecía las clases de matemáticas, o de alemán, agradecía las de Literatura. Siento mucho, y siempre lo he sentido no poder recordar el nombre del citado profesor, sólo puedo acordarme que era de Astorga, un pueblo de León. Nos leía en las clases poemas de Fray Luis de León, del Romancero, etc. y me dejó un recuerdo muy especial las lecturas de García Lorca. Este profesor creo que fue fundamental en mis primeros años y en mis lecturas iniciales. Pocos años más tarde, ya en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid, volví a tener una suerte semejante, pues el profesor de Literatura era un poeta menor, pero una persona extraordinaria que nos reunía y nos leía poemas, nos llevaba a poetas conocidos a recitarnos, nos descubría quienes eran Neruda, Blas de Otero, Miguel Hernández, etc. Se llamaba Emilio Miró. Algunos amigos de esta clase, nos reuníamos con otros poetas, y allí conocí a otro de mis primeros mentores, un poeta uruguayo exiliado en España que se llamaba Julio Campal. Él fue quien me abrió los ojos para que leyera a los poetas surrealistas, a Holderlin, Mallarmé, etc. Fueron tres personas importantes para mí en mi formación literaria en mi juventud.
— ¿Cómo nace la editorial Visor?
— El ya citado Julio Campal me recomendaba lecturas de autores que ninguno estaba editado en España, era imposible poder leer aquellos libros que me interesaban; en realidad era casi imposible leer algo de poesía porque no había editoriales. Así es como me decidí a hacerlos yo. Y comencé con los que más me interesaban en aquellos momentos: las vanguardias. El primer libro fue (1968), Una Temporada en el infierno de Rimbaud, los siguientes: Apollinaire, Mallarmé, Cummings, Blok, Huidobro; pero también por circunstancias personales me interesaban los poetas comprometidos y los iba mezclando en el catálogo: Nazim Hikmet, Blas de Otero, Gabriel Celaya, Maiacovski, etc.
— ¿Cómo ves el mundo editorial y del libro en España comparado a América?
— Actualmente la situación de las editoriales españolas, por ser benévolo, diré que está en un momento delicado. Y no me quiero referir a la crisis económica que está invadiendo todos los estamentos culturales, el gran problema, el grandísimo problema es que los jóvenes no leen. Es como si hubiera sido una moda que ha pasado de largo, son pocos los de las nuevas generaciones que optan por la lectura en lugar de otras formas de ocio. Prefieren los nuevos inventos que están proliferando y acaparando todos los tiempos libres: internet, Facebook, todas esas nuevas que las industrias le han echado y que, además, les gusta más. Y no creo, estoy seguro además, que sea el motivo de que cada vez se vendan menos libros. El mercado del e-book es ínfimo. Y lo que conozco de Hispanoamérica se encuentran con el mismo problema. Lo peor es que dudo de que este problema tenga remedio. Por lo demás se continúan editando multitud de libros que no sirven para nada, tanto aquí como allá, lo único que ha variado son los ejemplares que se editan de cada libro, en Visor editamos la mitad de los que editaba, por ejemplo, y creo que casi todos los editores pero no hemos rebajado la cantidad de libros que editamos al año.
— Tengo la impresión que siempre has apostado por literatura latinoamericana, por ejemplo, recuerdo en este momento a los poetas clásicos latinoamericanos y por los más actuales como Courtoisie, Bonnett, Mitre, Madrid ¿es así y por qué?
— Personalmente siempre he estado muy interesado en la literatura, más en la poesía, que se estaba haciendo en Hispanoamérica. Estaba suscrito a varias revistas, cuando había revistas, que ahora todo se busca en Internet, que es el mejor medio para contribuir a la confusión general. Estaba bastante al corriente de la poesía que se hacía. Me interesaba mucho porque descubrí que en América se estaba haciendo una poesía que me interesaba mucho más que la de España. Hasta ahora habré editado más de 150 autores de Hispanoamérica en España, además de la Colección La Estafeta del Viento, una serie dentro de Visor que son antologías de cada uno de los países de Hispanoamérica. Después de Paraguay, que sale este mes, ya sólo queda Bolivia y toda la poesía del continente estará representada. Estoy muy orgulloso de esta colección.
— Sé que la poesía se vende poco y a veces mal pero ¿qué autores de tu editorial son los más vendidos?
— Yo no estoy tan de acuerdo con que la poesía se venda poco, no podría afirmarlo porque llevo editados en la colección Visor casi 900 títulos, y 45 años en la tarea. Si no se vendiera ya hubiera desistido hace años de continuar en esto. Si se es capaz de hacer un catálogo en el que ofrezcas libros que el lector pueda confiar, aunque no conozca al autor, la poesía sí se vende. Claro que no se vende toda la poesía, ni todos los poetas, por supuesto, pero es que son millones los que escriben poesía. Soy de la opinión, y a las pruebas me remito, que se venden los que se tienen que vender, que el público lee lo que tiene que leer. Más tarde o más temprano ningún poeta deja de ser leído. Del libro que edité de Joaquín Sabina he vendido más de 250.000 ejemplares, y de poetas hispanoamericanos sin duda Mario Benedetti, y de los más jóvenes Gioconda Belli. Pero no se puede dejar de lado que los más clásicos son un seguro de ventas como Dylan Thomas, Walt Whitman, Maiacovski, Pasolini, Holderlin, Valery, etc. y por supuesto Bukowski.
— ¿A qué autor te hubiera gustado publicar en tu editorial?
— Algunos, tampoco demasiados, me parece extraordinaria y no la pude editar Szymborska, seguro que más autores que ahora no recuerdo. Pero no son tantos porque casi siempre pienso más como lector y me conformo si lo puedo leer aunque en otra editorial.
— ¿Cómo se da el proceso de publicar en Visor y en qué te fijas para editar a un autor desconocido?
— En Visor recibimos aproximadamente 50 manuscritos mensuales para su posible publicación. Todos los veo, al menos por encima, y los que encuentro interesantes, que no son más que unos poquitos al año, o bien los edito o les recomiendo que se presenten a alguno de los premios que luego nosotros editamos. Pero poetas desconocidos ya hay pocos, la mayoría ya han editado en antologías, revistas, etc.
— Son reconocidos los premios de poesía que se dan junto a la publicación en el sello Visor. ¿Qué me puedes decir de estos premios?
— Estoy editando 8 premios de poesía, una cantidad suficiente como para darse cuenta de que hay de todo. Más de la mitad de los que ganan estos premios son poetas que nunca han publicado, o han publicado poco. Con la Casa de América de Madrid editamos un premio destinado exclusivamente a poetas hispanoamericanos, premio que yo fomenté desde el principio y está teniendo un éxito extraordinario. El Ciudad de Burgos hace más de 50 años que comenzó. Habría que ver quiénes son los ganadores históricos de cada premio y así se le puede calificar a cada uno de ellos. Como a las editoriales, lo mismo: viendo el catálogo la puedes evaluar. Pero yo creo que el Premio Fundación Loewe es la estrella de todos, sin duda el más prestigioso y con el jurado más respetable. Octavio Paz estuvo bastantes años de Presidente del jurado hasta su muerte, también han pasado Darío Jaramillo, Gonzalo Rojas, siempre primeras plumas de nuestra literatura en español. Este año vendrá Ida Vitale. A este premio se presentan alrededor de mil libros cada año y sólo lo gana uno, pero es el de máximo prestigio sin duda alguna.
— ¿Qué conoces de la poesía ecuatoriana?
— Poetas ecuatorianos en Visor he editado a Edwin Madrid, Iván Carvajal, Gangotena, J. E. Adoum, además de la Antología de la Estafeta del Viento que citaba anteriormente. Ahora pronto voy a editar una Antología de César Dávila Andrade. No son muchos, pero tampoco está mal. También quiero editar a Carrera Andrade en poco tiempo. No la conozco más que regular la poesía que se hace en Ecuador, pero sí estoy informado.
— ¿En qué nuevos proyectos y libros te encuentras editando ahora?
— Cada año edito 14 o 16 títulos nuevos, además de las reediciones convenientes. Es una cantidad grande para ser libros de poesía. Ese es el proyecto en el que estoy, en el día a día. Me gustaría hacer yo, como antólogo, una antología general de la poesía hispanoamericana desde el modernismo, eligiendo poemas más que autores, pero es un trabajo que no creo que tenga tiempo suficiente nunca para hacerlo.