Proyecto Patrimonio - 2017 | index | Arturo Volantines | Autores |
EL REPASE
Sobre Eros & tumbas
LA NUMEROLOGÍA EN LAS DÉCADAS DE ARTURO VOLANTINES
Por Sergio Godoy Galleguillos*
.. .. .. .. ..
Entre rosicleres, alicantos y derroteros ocultos, el poeta Arturo Volantines Reinoso (Copiapó, 1955), nos sorprende con su tercer poemario: “Sobre Eros & tumbas” (Ediciones Mediodía en Punto, 96 páginas). Obra maciza, identitaria, visceral; visión personalísima de la historia de la Matria atacameña, con sus mitos, aparecidos, héroes y rebeliones. Obra de treinta poemas en la vuelta a su mundo de 30 días en un cronopio de arena; un enigma metafísico.
Este juglar andariego, potente voz de la Generación ‘80, construye su relato develando su admiración por la argentinidad, como lo hiciera en su segundo poemario: “Lo que la Tierra echa a volar en pájaros” (Ediciones UCN, 2003), con portada, óleos y arpilleras de la artista visual antofagastina, Graciela Ramos Ramírez, en el cual, el poeta instala su celebérrimo “Bestiario”, mostrando un originalísimo aporte a la flora y fauna atacameña. Ejemplo: “charantáceos”, “flameñandúes”, “alicantáceos”, “quirquintáceos”, etc., sin nada que envidiarle al diccionario de zoología fantástica de Borges, editada en 1957.
En “Sobre Eros & tumbas”, el poeta acude a recursos estilísticos y constructos literarios: cuentos, leyenda, mitos, crónica breve o novela poética de la mítica y fantasmal ciudad de “Tololopampa”, capital de ensueños: presagio poético en que el autor intuye maldiciones, triunfos y derrotas proletarias de los heroicos y sufridos mineros. Y, sobre todo, de la historia de Chañarcillo: bolsón de riquezas y boquerones de pobreza sin fin, en el himeneo del Desierto Florido con el cielo azul y su estrella dorada de la bandera Copayapu.
Canto épico y apoteósico en que el poeta consagra su amor definitivo al corpus atacameño, donde desfilan rico lenguaje de imágenes y metáforas: galería de personajes heroicos, mitológicos y fantasmales, presididos por el poeta comandante “Popolgallo”, arengando a sus mineros invencibles, que despreciadores de sus vidas, ebrios de hazañas, curtidos en sudor y bravura, no trepidaron en vestir uniforme cuando les requirió su amada tierra.
Ellos, sabedores de enigmas y derroteros, juramentaron hermandades para ser del Norte Infinito de Chile cuna del patriotismo y libertades, creando ejércitos, patria y bandera en bravura sin igual. Es, además, la historia del Norte Infinito, con sus vivos y sus muertos —mitos y verdades de la tierra Copayapu—, en que caudillos copiapinos y coquimbanos (tribunos, intelectuales y pueblo) se rebelaron ante la explotación extranjera y de un centralismo impositivo. Constituye, también, un reconocimiento a los mártires de la antigua provincia de Coquimbo, antes que nos convirtiera en la legión cuarta, el dictador Augusto, con sus terribles “Ararakus”, devoradores de Pedro Acevedo y Aladín Rojas, entre cientos.
Poeta laborioso y necesario; incansable, 24/7; aglutinador, investigador en temas patrimoniales; generoso antologador, viajero empedernido, consultor y coordinador de encuentros internacionales; editor y librero e hijo ilustre de La Serena, lugar donde reside. Poeta tocado por las musas de las siete deidades, las siete virtudes, las siete maravillas del mundo, las siete puertas de la fortuna, de las siete tumbas, las siete escaleras, de los siete poetas—sacerdotes de Tiwanaku (Pag.: 41), desde dónde el poeta, cual Prometeo, habría heredado la cognición. Notable es su madurez. Y contribución a la literatura nacional de aquel joven poeta (Pachamama, 1987, Editorial Encuentro), que editara Aristóteles España —el relegado más joven de la isla Dawson— que publicara a valiosos autores, como: Rolando Cárdenas, Edmundo Moure, Carlos A. Trujillo y Rosabetty Muñoz.
Bien por Volantines; creador de un nuevo mundo poético desde el ethos atacameño; posesionado de identidad y territorio; generoso aporte a la literatura del Norte Infinito.
* * *
*Nació en La Estación de Lambert en 1949, pueblo legendario y minero, tierra de músicos, deportistas y bellas mujeres, génesis de la siderurgia del cobre en Latinoamérica, ubicado al noreste de La Serena. Estudió en el liceo Gregorio Cordovez y Pedagogía para la ENU en la Universidad de Chile, sede La Serena, hasta el golpe militar. Impulsor de acciones culturales en el sector popular de Las Compañías, donde Gabriela Mistral editara sus primeros textos. Ha sido publicado en diversos diarios y revistas, y su obra aparece en el “Libro de Oro de la Poesía Regional” (1998). En el año 2000 ganó el Tercer Lugar en el “Concurso Nacional, Juegos Florales de Vicuña”. En el 2006 obtuvo el Primer Lugar en el concurso de “Mitos y leyendas” de Las Compañías (La Serena). Aparece también en: “El burro del Diablo, arqueo de la poesía contemporánea de la Región de Coquimbo” (Ediciones de la Universidad Católica del Norte, 2008); “Madriguera de Palomas, poesía contemporánea de La Serena” (Ediciones Volantines, 2013). Ha representado a La Serena en diversos encuentros latinoamericanos de poesía, entre ellos: Chañaral (2007); Mendoza (2008); FILSA, Santiago (2015) y San Juan (2016). Obtuvo el “Premio poesía inédita, Stella Díaz Varín” (2017) de la Ilustre Municipalidad de La Serena.