(Absolutamente sin asunto)
Por Alejandro Zambra
Javier Campos dice que el artículo Contra los poetas, que publiqué hace un año en la revista peruana Etiqueta Negra —y que Luis Martínez Solorza decidió resucitar en letras.s5.com, el sitio de referencia para entender (o no entender) la literatura chilena—, encubre una cierta mala sangre del emisor para quizás vengarse de conocidos poetas santiaguinos.
¿De quién, de quiénes, de qué quiero vengarme? Es una lata tener que aclarar que ese artículo se publicó en una sección titulada En contra, destinada a que los cineastas escriban contra los cineastas, los actores contra los actores y los laterales izquierdos contra los laterales izquierdos. La idea es combatir el autobombo con un poquito de autocrítica. O sea que me pidieron ese artículo en condición de poeta y no de narrador.
Mi intención era más bien reírme (¡vengarme!) de mí mismo y de todos mis compañeros, pues he cometido y probablemente seguiré cometiendo muchos de los delitos que el artículo critica: publicar libros de poemas, dar entrevistas, organizar revistas literarias, aparecer o desaparecer en antologías y last but not least adorar a Alejandra Pizarnik. Debí agregar en ese artículo que cuando un poeta publica una novela sus pares inmediatamente lo expulsan del gremio. De más está decir que los narradores tampoco son demasiado cordiales con los recién llegados.
A Campos no lo conozco, pero sé que además de poeta, académico y panelista permanente de este sitio, es amigo personal de Evgeni Evtushenko. Al otro Javier, a Javier del Cerro, sí lo conozco y sí lo quiero y me gustaría decirle que mis amigos son los mismos que hace diez años. Y que nunca he dejado de escribir mis poemas malos, aunque a veces pienso que son mejores que mis novelas malas.
¿Tengo que pedir, penosamente, que lean la última frase del artículo con atención? ¿Tengo que hablar de humor, de ironía? ¿Tengo que decir que he escrito mucho "a favor" de los poetas y dar ejemplos y todo eso? ¿Acreditarme?
En fin, qué absurdo es esto, qué tontería hablar en primera persona.
Saludos al aire,
az