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Bernardo Colipán Filgueira
Poesía es estar
de pie en la vida
Por Jaime Huenún.
En El Siglo. No
272 - mayo de 2004
Bernardo Colipán Filgueira (Osorno, 1966) es un poeta
que ha fusionado de manera natural y fecunda múltiples facetas
e intereses. Profesor y escritor, por un lado, y promotor e investigador
de la
cultura y la sociedad mapuche-huilliche por otro, Colipán es
valorado como uno de los exponentes renovadores de la escritura poética
intercultural en el sur de Chile. El autor de "Pulotre, Testimonios
de Vida de Una Comunidad Huilliche" (Editorial Universidad
de Santiago, 1999) y de "Arco de Interrogaciones",
volumen de poesía que pronto será publicado por Editorial
Lom, ha creado una obra distintiva y compleja, conectada tanto a elementos
y ámbitos culturales indígenas como a diversos referentes
literarios universales. De estos y otros temas conversamos con Bernardo
en el Restaurante "El Tirol", uno de los locales emblemáticos
del sector Rahue Bajo, en Osorno.
-¿Cuáles son los orígenes de
Bernardo Colipán?
"Nací en febrero de 1966. Soy hijo de José Dolores
Colipán Hueitra, huilliche constructor de puentes y caminos,
suboficial de ejército en la espesura de Chaitén y Palena,
y de Sol Rebeca Filgueira, de Valdivia, descendiente de portugueses
desheredados que llegan a Chile a fines del siglo XIX al puerto de
Iquique y que tienen por desventura pelear en una guerra que nunca
fue suya a favor del país que más tarde los acoge. Mi
abuelo paterno fue José Rosario Colipán Leficura, quien
tuvo por padre a Juan Antonio Colipán Loncopán que a
su vez fue hijo de Pedro Colipán, descendiente directo de Juan,
quien tuvo por gracia fugarse de la primera misión evangelizadora
de San Pablo, provincia de Osorno. Por genealogía me corresponde
un padre militar compensando quizás el espíritu de guerrero
y yo, como poeta y profesor de historia, estoy tal vez compensando
el antiguo rol del weupife, el guardián de la memoria y la
palabra en la sociedad mapuche tradicional".
-¿Qué es para ti la poesía?
"Es un estar de pie en la vida. La poesía está
hecha de palabras para mirarnos en ellas y por ello es, además,
un espacio constructor de sentido que nos sostiene atados al delgado
cordón umbilical de la memoria. Para Bachelard el lenguaje
poético nace en el momento en que se reúne todo lo que
había estado disperso. De ahí que la poesía cobre
sentido en lo no dicho del poema. Luego, definir la poesía
es una imposibilidad, una utopía. Es lo mismo que tratar de
definir situaciones tan trascendentales como la muerte o la vida,
por ejemplo. No obstante, y con ciertas limitaciones, pienso en el
ejercicio de la poesía como un modo de re-conocerse, como un
intento por construir una metáfora de la realidad".
-¿Existe un tipo de poesía particular
en la décima región? ¿Cuáles son sus características,
cuáles los autores significativos?
"Sin duda, el sur de Chile constituye uno de los espacios más
fecundos de la poesía nacional, desde el Licantén de
Pablo de Rokha hasta el Punta Arenas de Rolando Cárdenas. Particularmente
la zona comprendida entre Concepción a Chiloé ha visto
emerger en las tres últimas décadas al menos dos generaciones
de poetas de resonancia nacional e internacional. La selva valdiviana,
la historia, las ciudades, los pueblos de frontera, los puertos, canales
e islas han sido verdaderos pre-textos para articular discursos que
van desde lo etnocultural, lo mapuche, lo huilliche, lo testimonial,
la neovanguardia, etc. Creo que los autores más representativos,
hablando generacionalmente, son Juan Pablo Riveros, Tomás Harris,
Jorge Torres, Enrique Valdés, Sonia Caicheo, Nelson Torres,
Harry Vollmer, Mario Contreras, Carlos Trujillo, Sergio Mansilla,
Víctor Hugo Cárdenas, Mario García, Paulo Huirimilla,
Clemente Riedemann, Rosabetty Muñoz, Maha Vial, Yanko González,
por mencionar sólo a algunos".
-¿Te parece que la poesía escrita por autores de origen
mapuche se propone como una alternativa a la poesía chilena
actual?
"En realidad no sé si ha sido nuestra condición
de poetas mapuches la que nos ha hecho ganar un espacio en el insectario
de sociólogos, antropólogos y críticos literarios.
Más bien creo que todo discurso que se construye con honestidad
y con mucho rigor ya tiene un grado de legitimidad, aunque éste
sea el círculo de los amigos, de la comunidad, de alguna editorial
o de la poesía chilena actual".
-¿Cuáles, a tu juicio, son las particularidades
que definirían al poeta mapuche?
"Escribir desde una conciencia de poeta mapuche nos instala inmediatamente
desde un límite, desde una zona periférica, ya sea desde
la historia oficial vivida como centro, ya sea desde el ‘ser nacional’
vivido como referente constructor de identidad. Por eso es que el
poeta mapuche escribe desde una ética y una estética,
en donde lo primero constituye y construye el lugar desde donde visionamos
el mundo y lo segundo construye el registro de metáforas a
partir de las cuales re–creamos -desde nuestros límites, desde
nuestra periferia- un discurso que siempre está hilvanando
el presente con nuestros propios vacíos, con nuestra propia
memoria".
-¿El poeta mapuche, entonces, debe necesariamente
responder a las demandas de la política y la contingencia?
"Bueno, como también ocurre en toda la historia mapuche,
el contexto en el que nace la poesía mapuche contemporánea
no está exento de fracturas y de contingencias. En el particularismo
de la poesía escrita por huilliches, antes de comenzar a construirse
ya existía un escenario dislocado por los porfiados acontecimientos
históricos. Por ejemplo, el Tratado de la Canoas de 1793, que
significa el asentamiento definitivo del español en territorio
huilliche; la colonización alemana, que trajo el desarrollo
del latifundismo y la consiguiente expoliación de propiedades
huilliches; el asesinato del Lonko Antiñir junto a un ejercito
de conas (jóvenes guerreros) en 1891 y que la prensa de la
época registra como el ajusticiamiento de una tropa balmacedista;
la matanza de Forrahue, Osorno, de 1912, por nombrar sólo algunos
de los hechos más relevantes. Este es el escenario donde nacimos,
ésta la historia de la que tenemos que hacernos cargo.
En las comunidades huilliches existe un relato que dice que de cada
mapuche muerto en batalla, nacerán nuevos guerreros. No existe
ningún mapuche en la actualidad sin un antepasado que no haya
sufrido un tipo de negación, empezando por la discriminación
y terminando con la muerte. De ahí surge la importancia, para
nosotros mapuches, de resistir y denunciar todo discurso que se instale
desde el referente de la prepotencia, desde el poder y la manipulación.
Un ejemplo claro es darse cuenta cómo un tal Juan Agustín
Figueroa quiere hacer de la poesía chilena su fundo y de la
fundación Neruda, su parcela de agrado. Y tal cual un Médicis,
pretende ver a la literatura como una merced de tierra y a los escritores
como sus encomendados.
Es por eso que surge la necesidad vital de distinguir entre un nosotros
(poetas chilenos y sobre todo mapuches) y aquellos que permanentemente
han sostenido una práctica de negación, amparados en
la complicidad que otorga a los poderosos la legislación del
Estado chileno. La dispersión al interior de la sociedad mapuche
actual nos debilita, el malón literario nos reduce".
-¿Por qué, siendo tú un poeta
reconocido como tal, publicas primero una recopilación de relatos
orales huilliches?
"La escritura del ‘Pulotre’ prefigura un ejercicio constante
que tengo con la historia, preocupación que convive y en muchos
casos alimenta mi interés por la poesía. La edición
de ‘Pulotre’ viene a fundar el imaginario de mi libro de poesía
‘Arco de interrogaciones’, el que, según entiendo, será
publicado este año. Publiqué este libro como una manera
de indagar y dar a conocer aspectos históricos y culturales
preservados hasta hoy en las memorias de nuestro viejos peñi
(hermanos) huilliches y que son fundamentales para reconstruir nuestra
identidad. A este respecto es bueno saber que en la primera mitad
del siglo pasado la historia del pueblo mapuche transita por un momento
postreduccional que trajo como consecuencia la reducción de
las comunidades por un lado y una dispersión del tejido social
por otro. Así, la sociedad mapuche comienza a emigrar a los
centros poblados, todas ciudades fronterizas -el farwest chileno.
Esto produjo una fragmentación y una dispersión de la
memoria cultural, situación que se agudizó durante todo
el siglo XX. ‘Pulotre’, entonces, viene a ser, entre otras cosas,
un intento por recomponer y recuperar los vínculos con la matriz
identitaria original de nuestro pueblo".
-Escritor, oralitor, poeta a secas: ¿cuál
de estas clasificaciones te acomoda más?
"Lo de ‘escritor’ siento que me despoja de la condición
de existencia que constituye mi identidad. Por otra parte, tal vez
por la precariedad de mi mapudungun y mi vida de mapuche citadino,
estoy un poco lejos de habitar ‘Oratilandia’, de sentirme un oralitor,
concepto que a mi juicio restringe al poeta mapuche contemporáneo
el libre acceso a la poesía universal escrita, privilegiando
únicamente lo oral, el canto lírico. Es por eso que
me hace más sentido lo de ‘poeta y mapuche’, en tanto que lo
primero me obliga a asumir un oficio, con el rigor que significa escribir
poesía en Chile, teniendo como maestros y compañeros
de ruta a un Rosamel del Valle, a Enrique Lihn, a Jorge Teillier,
a Gonzalo Rojas, etc. Ellos siempre están respirando cerca
de nuestros oídos cuando uno los quiere escuchar. La desagregación
que hago no es inoficiosa, por cuanto lo mapuche es lo que otorga
sentido a lo que escribo, es el Ser fundando la palabra. El ‘ser mapuche’
es lo que me permite situarme desde una posición específica
y concreta para visionar el mundo, armar un trato con la realidad,
empoderarme con mi historia y con mis emociones de una manera marcadamente
particular".
-En rigor, tú eres un poeta mestizo. Colipán
Filgueira, lo portugués resuena": ¿cómo
asumes tu condición mestiza?
"De una u otra manera todos estamos habitados por otras voces
que no son las ‘originariamente nuestras’, pero existe un lugar al
interior de nosotros en que lo uno y lo otro están tan unidos
e imbricados que separarlos es violentar al ser que los lleva y al
que constituyen. Además, por experiencia histórica,
la gran mayoría de los mapuches huilliches de Osorno y de San
Juan de la Costa fuimos sincretizados por los huilliches de la isla
de Chiloé. Después que Ambrosio O’Higgins decretara
el repoblamiento de Osorno en 1794, ya para el año 1798 del
100% de personas que llegaron a esta zona el 80% de los que se radicaron
eran chilotes. El temprano contacto con hermanos huilliches de la
isla y con chilotes ha desarrollado en nosotros una actitud abierta
a la interculturalidad. Por otro lado, teniendo bien en claro nuestra
identidad, quiénes somos, no tiene por qué ser una carga
dialogar, tanto en el ámbito sociocultural como en el ámbito
literario, con otras voces que no son las que originariamente nos
pertenecen en tanto sujetos integrantes de una cultura indígena.
Igual actitud me gustaría ver en la sociedad chilena".
Tres poemas de Bernardo Colipán
Arco del retorno
Mis parientes no recuerdan el nombre de la plaza
en donde se retrataron
junto al caballo del fotógrafo.
Quien camina en torno a sí mismo vuelve siempre a su
propio giro.
Pero mis parientes ya no vuelven
al momento
retratado en sepia en 1950,
como yo no puedo
bañarme dos veces en las mismas aguas.
Pero ¿ a qué altura
de nuestro punto de partida
se encuentra nuestro corazón?
Sólo lo que amamos verdaderamente permanece,
el resto es escoria.
Y también como ellos un día
perderemos la cuenta
de las vueltas que dimos en torno
a nosotros mismos
para conocer el camino de regreso.
Sólo el tiempo dirá si el fundamento
de lo que fuimos
siguió siendo el mismo.
Y también un
día como las garzas soñamos...
Y también un día como las garzas soñamos
arrebatar al estero
la revelada imagen del silencio.
Pasar silbando el antiguo
lenguaje de los cardos.
Aún quedan en el cerco
trepadas las últimas mosquetas.
Ya se anuncian en mis huesos la llegada de las lluvias.
Los mirlos anidan en los ojos
vacíos del silencio.
Estamos ciertos que debemos andar
caminos que conduzcan a ningún lado,
llegar a casa y esperar
a que una mujer nos pida
desabrochar su vestido puesto
en su última fiesta de cumpleaños.
Pulotre 1916
Varias veces la muerte intentó cuajarse
en el aire y con su dedo dibujó el perfil
de un rostro que no era el mío.
Llegó buscando la señal
tatuada en las hojas del latúe.
Ahí se desarmó toda esa familia.
Trataron de sonreír, pero algo en sus cuerpos
se desprendía. Y luego los envolvieron
a cada uno en sus frazadas.
Y yo sólo contaba quince años
cuando vi a la vida huir como un perro
arrojado a las cenizas.
Entonces le dije a mi hermano:
Te mostraré lo que es el miedo en un
puñado de polvo (Eliot)
Permanece tranquilo.
La muerte es un accidente, lo demás no tiene importancia.
(Poemas pertenecientes al libro inédito "Arcos de
Interrogación")
Contactos: likan37@hotmail.com