CASA INMÓVIL
Borgoño
1470
Instituto de Química Fisiológica y Patológica (1950 - 1975)
Casa de la
tortura chilena (1976 - 1990)
Casa de
tortura Borgoño 1470
A mí me llevaron a
una casa donde había un quirófano y unos tipos que parecían médicos
porque usaban delantales celestes. Yo me reía, me preguntaban si
estaba borracha. Yo contestaba que no, pero me reía mucho. Nunca supe
por qué, pensé que eran los nervios. Me pusieron en una camilla, me
inyectaron, tal vez pentotal o que sé yo. De repente veo luces y
escucho un programa de televisión dando noticias, se parecía como esos
programas de la radio Chilena y escucho "Extra", "Extra" se produjo un
enfrentamiento en Colón 9000, donde murió Doña... y nombran a mi
madre, mi padre, mis hermanas, toda mi familia, que habian muerto,
todos habían muerto. ¡Mariela! tú estabas entre los
muertos.
P. R.
Mi
hermana...
Nosotras teníamos
una buena experiencia de infancia, crecimos junto al mar, recibíamos
el aroma marino y su brisa nunca la olvidamos. Mi hermana iba a ver a
nuestro padre laborar con las redes, miraba por largo rato las
maniobras pesqueras relacionadas con la vida del barco. Así
transcurrió nuestra vida en San Antonio, íbamos al colegio y la Paty
recogía flores de regreso a la casa. Repentinamente nos vinimos a
Santiago y ella lloraba y lloraba y comenzó a caérsele el
pelo.
... La vida diaria era rutinaria.
Mi madre estaba en la casa y nosotras íbamos a clases. A la Paty le
gustaba leer, pintar y recuerdo que bailaba, bailaba sola, se ponía
una falda, una falda blanca plisada y larga. Se sacaba los zapatos y
daba vueltas y vueltas por toda la casa. Le gustaba ver cómo las
flores lilas que tenía el ruedo de la falda, giraban con ella y así
girando nos alegraba. Nosotros la mirábamos, esto constituía como
ritual antes de que llegara el papá, que tenía por costumbre hacernos
mirar el acuario durante diez minutos, sin hablar, en absoluto
silencio, antes de comer.
... Así
transcurrió nuestra vida hasta que entró al pedagógico donde comenzó a
estudiar francés. Hablaba todo el día en francés, mientras se iba
poblando de ideas en el tiempo de la efervescencia naciente de la
política en la universidad. Yo conservo intacta la imagen de ella
cuando me llevaba a la jota. Yo era chica en ese tiempo. Y recuerdo
que una vez entramos a un local bien grande, donde vi por primera vez
al tío Valentín del PC. Todos bailaban, el lugar era como Valparaíso,
se parecía al puerto, habían unos tipos con patillas y zapatos
puntiagudos, ese fue nuesro mundo iniciático en el rollo
político.
... A su primer marido lo
conoció en uno de esos viajes. Ella iba subiendo, mientras él bajaba,
se dejaron de ver por un tiempo. En otra ocasión, en la misma estación
se volvieron a encontrar, estuvieron juntos dos días y se casaron.
Tuvieron un matrimonio pasional, con hartos conflictos. Era una
relación extraña, tan rara que cuando yo iba a cuidar a mi sobrino, él
me decía: ¡Mariela! Yo miraba y me mostraba el pene, ¡cachai!, ése era
mi cuñado Víctor.
... En otra
oportunidad, cuando me llevaba al colegio en la camioneta, cerraba con
llave la puerta por donde tenía que bajarme y hacía que yo pasara por
encima de él y cuando lo hacía me tocaba, yo lloraba en la casa y no
deseaba ir al colegio. Mi mamá nunca lo supo. No sé bien cómo era la
relación entre ellos, pero una vez la quemó con una plancha, la marcó.
Yo creo que era un poco sádico y ella fue y le cortó todas las
corbatas y los ternos con unas tijeras. Así eran sus peleas, hasta que
se separaron. Entonces se junto con otro tipo, en el golpe de Estado.
Este hombre estaba escondido en una casa, le llevaba la comida y se
cambiaba constantemente de casa, porque lo perseguían.
... Uno de esos días en que todo el mundo era
perseguido, al menos el mundo que me rodeaba a mí. Me pide que vaya a
verlo y que le lleve unas cosas. Fui, le llevé comida, cosas para el
aseo, lo hice tres veces. El sujeto se me tira, al parecer quería
entretención, que no le bastaba la comida solamente, yo lo miré y no
lo encontré nada de bueno. No fui nunca más. Un tiempo después, ella
se fue a Suecia con él.
... Supe que en
Suecia este tipo alquilaba películas porno, e invitaba a amigos. Bien
se produjo la crisis, la Paty no aguantó más ese rollo y lo dejo.
Llegó a la casa de Sergio Buschman, el mismo con el que hacen
calendarios. Pasado un tiempo, la Paty quiso volver a estudiar yéndose
a Bulgaria, se separó del tipo de las películas porno.
... Como les cuento, en Bulgaria llegó a un
edificio donde había estudiantes de todo el mundo. Estudiaba
construcción de partidos y tuvo un encuentro con un tipo llamado
Hammed. Era primer ministro de un país de África y sinceramente creo
que se ha sido el amor de su vida. Él le pidió que se fuera a su país,
no quiso porque debía de regresar a su patria y estaba comprometida
con su causa, por eso se separaron. El partió al África y ella regresó
a Chile.
... Una vez en Chile, ingresó a
la guerrilla y se encontró con un país que no era lo que pensaba que
era. Ella creía que todos estaban peleando en las calles y que nos
habíamos transformado en montes. Se dio cuenta de que no era lo que
creía que había escuchado y esperado de Chile.
M. R.
Después de
la cárcel, publica un libro
Ella, cuando salió
de la cárcel, visitaba periódicamente a los gendarmes cosa que llamó
mi atención, incluso creo que tuvo una relación con uno de ellos. Lo
extravagante es que los visitaba, porque decia que si había convivido
tantos años con ellos, se sentía con la necesidad de ir a verlos. Eso
le duró un buen tiempo. Entones cambio de ruta porque cuando ingresó a
la cárcel, no habían supermercados del estilo actual y eso hizo que
pasara horas en los distintos supermercados de Santiago. Tanto fue su
interés que por un prolongado tiempo hizo un exhaustivo estudio de una
buena cantidad de ellos. Se iba a instalar por horas y estudiaba los
cambios de los alimentos y las cosas que se vendían, leía las revistas
y los libros. Llegaba tarde en la noche agotada de mirar supermercados
y se sentaba a escribir unas estadísticas. Eso duró como un año. Decía
que tenía que mantenerse ocupada. También se detenía mirando las
tiendas y los cambios que se iban operando en la ciudad. Se tomaba
micros distintas y recorría días enteros Santiago del barrio alto,
Santiago de la periferia y Santiago el viejo, como si recién hubiese
llegado. Llegaba a la casa y se quedaba en silencio por mucho tiempo.
Luego escribía un libro según me dijo y así fue, yo me sorprendía con
la capacidad de gestión que tenía la Paty. El libro tiene por título:
"Papagallo de Papel y Operación Coipo" impreso en la sección
publicaciones de la Fascultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Publicado en el año 1994 y son 500 ejemplares numerados.
... En el libro, la primera parte es el relato
más íntimo de su vida, aspectos de su familia, su pueblo, su
nacimiento, su adolescencia, su matrimonio, su inserción a la vida de
militante comunista y luego su deserción del partido, "por razones
personales" dice. Sus estudios, sus viajes, su exilio. Es un libro con
una construcción en los que se puede observar las obsesiones de
Patricia. Esencialmente en la búsqueda de racionalidad excesiva, en
las descriptivas sobre los estudios partidarios. El libro está
dividido en dos partes, la primera comienza con este
epígrafe:
..... " -Estaba en su jardín
sosegadamente, armando, para lanzarlo al aire, un papagallo de papel,
pasatiempo honesto de un Mandarín jubilado, cuando le sorprendió ese
"TILÍN - TÍN" de la campanilla. Ahora yace a orillas de un arroyo
susurrante, vestido de seda amarilla, muerto sobre la hierba verde,
con la panza al aire y en sus manos frías tiene su papagallo de papel,
que parece tan muerto como él. Mañana son sus funerales.
..... ¡Que la sabiduría de Confucio,
inspirándole, ayude a emigrar su alma!". { Eca de Queiróz, "El
Mandarín". pág. 11. }
... Mi nombre es
Patricia y tengo tres hijos.
...
Coquimbo, mi tierra natal, es zona de valles transversales y paisaje
que cambia bruscamente:
... "Los cerros
de esta región se cubren de plantas y flores, cerca de La Serena y
Coquimbo, la tierra es azul intensa a causa de los suspiros que la
cubren. Cuando se atraviesa el río Elqui, la sensación de estar en el
desierto se pierde definitivamente, la tierra es diferente y los
hombres también. El valle del Elqui, tierra de Gabriela, es una granja
de dulzura y poesía, apretadas entre cerros, entre cordillera y mar.
Sus frutos son tan dulces, que hacen cantar amorosamente a una tierra
que es mineral. Es la misma dulzura que siglos antes floreció entre
las manos prodigiosas de hombres que vivieron amazando cosas
maravillosas, los Mollenses y los Diaguitas. Internarse en el valle de
Elqui es introducirse en el corazón de Gabriela".
... "Aprendí a leer en el Silabario El Ojo y el
Hispanoamericano. Recuerdo que para llegar a la escuela, había que
cruzar unos barrancos que yo consideraba tremendamente peligrosos, con
pequeños senderos que cuando llovía se hacían intransitables. Cruzar
ese sitio era una gran aventura. Me parecía que caminaba por un
precipicio terrible, era tan angosto el sendero, que apenas podía
pasar una persona pegado a la pared".
... En la segunda parte del libro, comienza con
la descripción del Coipo, como operación de guerra tal vez con ironía,
porque describe los rasgos del animal y una serie de descripciones de
guerra. De los fundamentos de la carta fundamental de los derechos
humanos. Lo que es ser comunista. Sus viajes. Y es el único testimonio
de su detención.
... "El día 2 de julio
de 1984 fui detenida, cuando por razones humanitarias acompañaba a un
enfermo de nombre Belmar. Detuvieron a los dueños de casa a quienes no
conocía y a unos niños que nunca vi, también detuvieron al
enfermo.
... Me llevaron a un lugar
desconocido de detención con la vista vendada. Estaba desconcertada y
no podía razonar bien. Me encerraron y me incomunicaron, creo que
durante los cinco días, o más, perdía la noción del tiempo y el
espacio. El lugar al parecer era un subterráneo. Me dieron desayuno,
almuerzo, onces, por lo que podía calcular más o menos el tiempo. El
baño era de azulejos blancos, estaba con la venda y un soldado me
tomaba del brazo, porque no podía ver y me esperaba afuera. Los
primeros días nadie me preguntó nada. Algunos días después entraron a
la celda diferenes personas para preguntarme cómo había llegado al
lugar donde estaba el enfermo. Yo les decía que no conocía a nadie y
que me habían pedido tan solo acompañar a una persona a quien tampoco
conocía, pero al cual al parecer querían trasladar a una clínica, pues
estaba muy enfermo. Me costaba defenderme en esa situación, pues yo
pensaba que no había hecho nada para estar detenida en esas
condiciones. En algún momento perdi el autodominio de mi conciencia.
No sé si me dieron medicamento o droga o si fue con o sin autorización
de algún médico.
... Me parecía estar en
una habitación a oscuras con caras blancas y azules, como pintadas con
óleo, que aparecían y desaparecían, como si se deshicieran en la
oscuridad. Parecían máscaras flotantes. En esa oscuridad yo buscaba un
ángel pues alguien me había dicho que se llamaba así. Me daba la
impresión que había mucha gente allí y pensé que eran médicos. En
algún momento me pareció escuchar el choque de las armas. Yo hablaba
con alguien que permanecía en la oscuridad y le decía: es curioso pero
usted me agrada y no debería agradarme, pero me agrada porque es
gentil y me daba mucha risa. Parecía ebria, me parecía flotar en un
mar de oscuridad. Después, no sé cuándo, desperté en penumbras y había
un hombre a mi lado, mirándome. La habitación estaba a oscuras. Sin
embargo se filtraba una luz del pasillo. El hombre parecía enojado y
me preguntó qué me pasaba, si estaba borracha. No respondí y no sé
cuando salió de allí. Me dejó encerrada con luz, sentía una radio
encendida, donde se escuchaba música clásica. Luego oía groserías y
luego silencio absoluto. Tal vez fui drogada porque perdí
completamente el sentido.
P. R.
Borgoño
1470
Naciste Pintada
Carmen Berenguer
Cuarto Propio -
2000