.....Volver al silabario
de los sentidos en estado puro pretende, Carmen Berenguer, con su nueva
publicación: "Sayal de pieles" (Francisco Zegers Editor,
1993).
Aunque ambicioso, este atrevido silabario babélico, se
desentiende de las apariencias líricas, para inmiscuirnos en las propias
entrañas poéticas, como si taltérmino no conllevara en sí un desacato a
la norma y al hábito del (des)atento lector de poesía
chileno.
....,...Riesgo calculado
para una voz transgresora que ya en su anterior libro: "A media asta"
(1991), nos enfrentó a una opción rupturiosta, tanto con los temas tabús
(políticas sexuales y economías de lenguaje nacional), como las formas
desintegradoras de la métrica y la respiración tradicionales a que
recurren bastantes poetas actuales. Ahora, la propuesta se torna
radical, excluyente. Pues, insta a la intelección sensorial -apoyados en
un conocimiento cabal de las últimas tendencias literarias- y ya no al
simple disfrute de imágenes, sonoridades o juegos conceptuales sobre
tópicos clichés como el amor, el tiempo y la muerte. Tan caros a la
poesía de todos los tiempos.
........Todo un cambio de
piel para una poeta que casi nos había habituado a sus reclamos de amor
/ odio, encarnados en la desprejuiciada loba de la tribu. "Sayal de
pieles" aparentemente, se asemeja al interior soporte de su dicción
-urbano torrencial- esa maginalia silábica tan suya. Pero acá, todo lo
inunda un aire de diccionario clínico que , sin mediar mayor esfuerzo
escritural deseable, transcribe las actuales obsesiones cutáneas de la
autora. Con una patológica lógica contemporánea nada escapa a su
escritura. Tenemos así, al "sida", por fin, poetizado en Chile. Aunque,
ojo, lectores hipercríticos, si existe un centro entre tanta pellejería.
Igual sacaremos roncha con nuestra crítica.
........El libro se nos
presenta dividido en cuatro secciones: Sudales, Piele(s), Sura(l) y
Tatuaje/Hija Natural/ Beren Guer/ Mala Piel. Las dos primeras indagan
sobre los experimentos verbales del poeta neobarroco argentino: Néstor
Perlongher, muerto recientemente de Sida, para instaurar un tono y una
modalidad de fraseo melódicos que sensualizan la lectura, volviéndola
oscura y cerrada a cualquier intento de comprensión lectora tradicional.
Al parecer, este sentido "homenaje" -que también es un plagio- sólo en
las siguientes secciones revelará completa autoridad de tales
recursos.
....... A partir de Sura(l),
percibimos una coherencia mayor que trasunta una búsqueda
textual-orgánica dotada de interesantes matices conceptuales que se dan
al metaforizar el mapa -como interpretación visual- y el radar -como
mecanismo exploratorio auditivo- generando un novedoso circuito cerrado
de los sentidos:
....... Desde la página 32
comienzan a aparecer impresas sólo las caras internas, esto es, "el
reves de la trama", la piel interna del poema, aquella superficie en
contacto más íntimo con la materia de que está hecha la literatura
femenina: la diferencia. Así, la fórmula del poema objetual se resuelve
-reflexivamente- al contemplarse a si misma en el momento mismo de
aflorar las imágenes:
Carmen Berenguer muda su piel conocida por una más sensible al
contagio: como aquella piel perecedera del poeta argentino que sólo
buscaba la belleza, para hallarse, de pronto, con la muerte.
por Marcelo Novoa
en El Mercurio, 15 Dic. 1993