..... Sayal de pieles cuarto
libro de poemas de Carmen Berenguer, se presenta al público como una
oferta de escritura provocadora que intensifica una preocupación y una
pregunta por el lenguaje y los sentidos de la poesía en el escenario de
la actual literatura chilena. Texto vasto, abierto, labrado como la tela
que lo nombra y metaforiza sus posibles sentidos. Ambos, tela y texto,
se señalizan en la paridad de texturas que componen su tejido arcaico,
manual, artesanal; delimitando con ello su posible expansión
comercial.
..... En Sayal de
pieles Carmen Berenguer elige y exige a la lengua un despliegue de
sí misma que la desdobla, desplazando su productividad más hacia la
superficie que a lo profundo, más hacia lo mínimo aislado de la letra el
sonido que a lo encadenado de la frase y el significado.
..... Ya el epígrafe
anuncia la referencia y el deseo de "lengua otras" y de la búsqueda de
"sílabas secretas donde luchaba por articular mi identidad".
..... Identidad que
Sayal de pieles trabaja por encima del habla, en su superficie,
para encontrar allí la emoción de la lengua más que el sentido del
lenguaje. La lectura del texto opera el viaje de la escritura que en
movimiento de aceleración se introduce en el ritmo de una lengua que
vehicula la emoción, hacia adentro, hacia atrás, a lo desarticulado y
abisal de la perturbación del sentido, en una productividad más y más
intensa del ritmo que se reconfigura en letras, en sonidos, en verbos
repetidos que accionan y re-accionan nuevos ritmos del lenguaje, los que
a su vez tejen y destejen el sistema de la lengua, armando y desarmando
sus poderes de decir. El texto se resuelve en la permanente tensión
entre sonidos y decires de una lengua otra. Otros sonidos, otros ritmos
que producirán siempre otros y nuevos ritmos, para generar otra emoción,
no logo-centrada. Lengua que se mete a la oreja, que seduce a la oreja,
que enloquece a la oreja; que lleva a la pérdida del equilibrio por el
vértigo y la perturbación del sentido. Carmen Berenguer trabaja la
lengua en la dimensión más sensual de lo auditivo apelando al "roce que
al rozar hierve":
"cartílago,
húmedo. oigo
sumbe súmbese sumbido oír oireé
balatas tumba,
oreo, orja ormesi
sumbe..."
..... Lengua que antes
que razonar pulsa, palpita con la arritmia de sus roces, rocíos,
aberturas, crujidos, pip pip, rum rum; o como dice otro verso "El clic
del oído es un clic en el piélago".
Espacio de riesgo
..... Esta operación de
escritura que recorre el texto de Carmen Berenguer moviliza en la
lectura una pregunta por el decir de esta poesía, ¿Qué dice o qué no
dice Sayal de pieles en su voluntad antifuncionaria de la lengua que
despliega? ¿qué operación del sentido ejercita esta escritura que se
pone y pro-pone en el borde de la in-coherencia en su deseo de sacarle
la lengua al sistema y la norma del lenguaje?
..... La lengua puede ser
más auditiva, más táctil, más visual; más sensual que lógica o
racional.
..... "¿Qué es esto?
umbral, pasadizo, pasillo, pasaje, telón, alley ¿corredor?" pregunta el
propio texto en Sudales, para responder "Quizás el asunto es de nervios"
o "Esto podría ser la telaraña de una carretera" apelando a los hilos,
la tela, la fibra natural o artificial con que la escritura va tejiendo
y destejiendo las tramas y ardides de los lenguajes instituidos
subsidiarios de saberes conocidos. La textura que Carmen Berenguer logra
en su poesía productiviza también lo táctil de la materia escritural
"Puede ser una piel, aciaga piel" "arde táctil vuelo ardida" "tocar
apenas tersa la línea" o "abertura sedosa, sedoso sedal", que en una
operación de tacto entre pieles gestionan el texto de otro cuerpo de
escritura en el significante de sus producciones desprestigiadas,
manchadas, mezcladas, marcadas como lengua ensuciada en su epidermis, en
su superficie pelosa y despellejada: "Biopsia carnosa dermatitis
seborreica" sobados, sarnados sudando refregados, letosos; constituyen
significantes que corporeizan otra escritura en la materia de su
contaminación, para significar el revés de o fijado como bello de un
habla y un mundo ya hablado, ya estereotipado que se señala al sur.
"Sural" el tercer poema, invierte ese sentido proponiendo su afuera de
lo fijado como comercio postal de lo latinoamericano. La escritura
denota la contaminación de la lengua haciendo ostentación de aquello que
ya no existe o que ya no funciona como comunicación. E texto en este
sentido arma también una sátira del diccionario al traducir las
ostentaciones de un lenguaje ya fuera de uso:
"Zeta oral
zzzzzzzzzz no de sueño, sino llamando
zzzzz papilos, papiros
retrovirus receptor 14
RNA-DNA-RNA y Zeda papiloma
intraoral
por ceda y suda en ceta
Zeta
oral".
..... El lenguaje es
maleado, la lengua es mentirosa, opera los desvíos de ritmos y sentidos
que se movilizan en un permanente nomadismo de las letras que en esta
poesía se mueven de un lado para otro, también pícara y juguetonamente,
productivizando el sentido azaroso del lenguaje dependiente de un lugar
siempre móvil e inestable. No hay verdad en la lengua, ella se
constituye como espacio de riesgo y de azar en que suma y soma pueden
configurar un sentido otro. El lenguaje siempre ha sido impuro, el error
es haberlo tomado en serio, nació maleado en nuestro sur del mundo,
quizás como imitacion burlesca de malas hablas peninsulares en su
exageración por los usos abusivos de ciertas letras que en su repetición
marcaron su significado, o en las exageradas disminuciones con que lo
popular ha significado la ironía de su sumisión y su adscripción a
muestras de sospechoso cariño, que el uso del diminutivo instituyó. "En
una cajita leserita, pajita presiento" como modo de cobrarse las cuentas
en el doblez y los pliegues de la lengua.
Texto como
textura
..... Es así como la
poesía de Carmen Berenguer propone su trabajo de escritura en una
productivización permanente del caos que no llega nunca al orden de
relaciones lingüisticas estables: fonológicas morfológicas, sintácticas.
Su escritura no pretende, no intenta y por lo tanto no logra construir
imagen, ni representación ni paralelismos, ni metaforas. Su poesía dice
desde una sujeto de pura habla, la ruptura de las ideas a las que la
poesía ha servido propagandísticamente, en este sentido es que esta
escritura juega su lugar fuera de lo masculino; esta poesía no es el
decir de la ternura, ni de la pareja, ni del amor. Sus relaciones se
arm,an y desarman en lo lingüistico. Su decir es desde una lengua
despaternizada, apátrida, "Hija Natural Beren-Guer", su poesía no es
lugar de ideas, ni del significante encadenado a los significados que la
cadena sintáctica ordena; su texto trabajado palabra a palabra se
pregunta más bien por el saber o el no saber de las hablas que por el
decir de la lengua. Su poesía se productiviza en el registro de los
subsaberes que no saben cuánto saben las letras y las sílabas. En este
sentido Carmen Berenguer trabaja una poesía de la dislexia, en que no
importa ya saber si la letra es b, o p, c o s, o si una letra falta o si
otra sobra:
"Oh
fragorosos tumbados
enhierbados suda
volcanos de piedra
suda
sulfur de hierba letosos
escalpados de suda
sodados
sobados sarnados quedoses
simbiados de jugos
quesos..."
..... "Mala piel" el
poema que más apela a la construcción de significados trabaja los
pelajes que enmascaran y se superponen en los ropajes raídos, gastados;
ropa usada, de segunda o tercera mano, la construcción de una identidad
frágil que desaparece en cuanto se saca la ropa que constituye la piel
de lo social. La piel es sólo la ropa, usada o nueva, debajo del sayo no
queda nada, la forma que se desvanece, lo invisible. La escritura se
yergue como la textura que arma el posible tejido y destejido de la
piel, de las pieles.
en.........................en La Epoca ,
Domingo 24 de Octubre de 1993.
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