"Esa noche, como ya lo
dije, estaba predestinada por los encuentros"
(Naciste
Pintada)
.......... Feminista que no
optó por la academia, sino por el callejeo, el espacio público, los
recitales, la radio, donde se encuentra con el que está al otro lado de
la página. La pluma indomable. Así la bautizó Lemebel en la dedicatoria
a "Loco Afán". Una cronista de su tiempo que interpreta este que
nos tocó a vivir como fragmentos unidos a fuerza de una aguda paciencia
feminil que los cose. Muchas voces entretejiéndose en esta arpillera de
retazos que es su escritura. El resultado: "Naciste Pintada".
Recoge crónicas sobre el Santiago posdictatorial y el de antes. La
poesía de Valparaíso indisolublemente inscrita en el escenario
prostibular, a través de Brenda, personaje de la ficción, fijado como
tal en un juego de espejos en que se confunde la voz de la puta y de la
autora. Testimonios de presas políticas a los que les da forma de
cartas. Textos poéticos de fines de los 80'.
.......... Lo cierto es que
existió esa noche, la de Brenda y los poetas en Valparaíso. Y por eso
existe este libro raro para la literatura chilena. Resultado de una beca
de creación Guggenheim, que sólo han obtenido en el país Zurita, Donoso
y Diamela Eltit, y paradójicamente ignorado por la crítica mercurial -no
es de extrañar, lo mismo ha ocurrido con Bolaño y "Nocturno de Chile"-.
Quizás construyendo futuros lectores, en sus páginas se vuelve una y
otra vez al porvenir, como si no existiera, anticipando un escepticismo
malsano o saludable, todo depende del punto de vista.
Narrar el desamparo
.......... -¿Sabes? Nunca he
escrito un poema de amor- confidenció la poeta Berenguer. Hay, sin
embargo, un texto terrible y hermoso: "Dos
enes ocuparon mi ciudad sitiada".
Hoy puede leerse como homenaje a tantos NN cuyos cuerpos no aparecerán
del fondo del mar. Poema de amor y de muerte; la hablante se sitúa en el
lugar de esposa de un detenido desaparecido.
.......... Desde un principio
la muerte marcó su escritura. "Bobby Sands desfallece en el muro"
(1983), primer libro inspirado en la huelga de hambre que realizó un
grupo del IRA en Inglaterra. Ahí estaba el poeta Bobby Sands, quien
escribe un diario mientras avanza hacia la muerte. A la escritora le
llamó la atención "hacer de un suicidio un gesto político". Una forma de
lucha inédita hasta entonces en Chile. Se encerró a escribir esta
historia a modo de diario, pero también como un grafitti, como un rayado
en el muro. "Lo mostré tímidamente, lo tenía ahí como todo aquel que
empieza sus primeros pasos y se pregunta titubeante ¿será publicable?.
Además era tan ajeno a lo que usualmente se escribía en Chile en ese
entonces. Me quedé atravesada con esta lucha inservible, con esta
utopía". Un crítico le dijo que después de este libro ya no podría
escribir ningún otro. Se equivocó. Más tarde vendrían "Huellas de
siglo" (1986), "A media asta" (1988) y "Sayal de
pieles" (1993).
.......... -No es fácil
imaginar tu poesía, para nada confrontacional, en los actos políticos de
los 80'. Tal vez el público estaba acostumbrado a mensajes más fáciles,
más digeribles.
.......... --"Bobby
Sands", "Huellas de Siglo", "Sayal de Pieles" los leía en
poblaciones. ¡Les encantaba! Uno se preguntaba cómo poder expresar la
situación política, el desamparo que se vivía en este país. No habían
palabras; estaban de más. Uno intentaba tener al menos un guiño, porque
aún cuando hubiera un público cómplice o cautivo, ese público requería
saber que había gente que estaba pensando las mismas cosas, que no se
estaba tan solitario. Había que elaborar formas de decir aquello que no
fueran absolutamente directas. En mi caso, siempre con palabras
entrecortadas, con imágenes cortas, con sonidos.
.......... -En qué actos te
acuerdas de haber participado?
.......... -- Querían echar a
Federici. Todos estaban hartos, la Universidad de Chile absolutamente
tomada. En la Escuela de Arte se hizo un acto tremendo, estaban todos
los estudiantes, todo el mundo. El 86-87', por ahí. Nos invitaron a un
grupo de la Sociedad de Escritores, que era el alero donde podíamos
funcionar o juntarnos o vernos; no había otro lugar. Y ese día fuimos
una patota, como unos diez poetas a leer. Yo leí "Santiago Punk" y fue
apoteósico. Era como si realmente estuviera comunicándome con un
devenir. El grupo ya de desencantados, que sabía que estaba en el fragor
de todo, pero que al mismo tiempo tenía una suerte de mirada escéptica.
Fue una gran lectura. Había una especie de comunión con el público. Una
performance. No es que yo pensara que mi poesía fuera a estremecer
masas; eso estaba muy lejos de mí. Lo que te quiero decir es que tampoco
hay una idea complaciente. No me interesa el lector masivo, como si
fuéramos ídolo de rock.
.......... Lupanar: casa de mujeres públicas
(Diccionario de la RAE)
.......... Una de
las voces centrales que atraviesa "Naciste Pintada" es la de
Brenda, una prostituta del puerto. Su relato es interrumpido por textos
poéticos y la narración de otros encuentros. Es la última vez que se ve
con vida a Bárbara Délano y el poeta argentino Nestor Perlongher muere
al año siguiente de sida.
.......... -¿Existe
Brenda?
.......... --Brenda existe y
no existe, porque en el imaginario de un escritor el que tú tomes un
personaje para escribir o describirlo pasa a ser otra cosa. Entonces la
Brenda que yo realmente conocí se transforma en un pretexto. Es una
historia de una noche en el Barrio Chino de Valparaíso. Estuvimos en un
bar tenebroso hasta las 3 de la mañana. Ese barrio pasa a ser un
imaginario donde ocurren muchas cosas, donde se acerca el submundo, la
policía, los detectives, la delincuencia, la prostitución. Allí había
una chica que se llamaba Brenda y era una chica muy linda y muy joven,
bonita, fresca. Estaban todos como enajenados con ella. Salir de allí y
entrar a la casa de Brenda es entrar a su mundo.
.......... - A una
historia...
.......... --Claro. Es
conocer su intimidad. Recuerdo que Pancho Casas se tiró a la cama
mientras Brenda se desvestía y se ponía ropa más casual. Había fotos de
ella, la virgen. Todo popular. Las florcitas con un pequeño altar, todo
muy monono y muy kitsch, había música. Y por supuesto andaba un cafiche,
que es el que nos llevaba en auto; era encantador. Se compró copete,
bailamos, conversamos. Y éramos sólo nosotros y Brenda. Ella cuenta que
tiene una niñita y que su madre se la cuida. Va contando mientras a
Pedro Lemebel le daba por poner un cassette con versos de Gabriela
Mistral. Una mezcla muy bonita. Esa noche, te digo, fue mágica. Yo
estaba mirando todo y viviéndolo también.
.......... -¿Y a Brenda
nunca más la viste?
.......... --Nunca
más en la vida. Y también esa fue una noche tan alta, tan peak, tan
profunda, tan imaginativa, que después era casi un desencanto
encontrarse con la gente que había vivido esa historia. Eso fue el 92'.
También estaba cruzado con los 500 años. Todo el texto de Brenda es la
muerte, es el desencanto, una mirada triste de todo lo que nos estaba
aconteciendo. Como quien dijese: -Aquí ocurrió una guerra en este país y
esto es el fin-. Cómo vivir después. Cómo describir ese período y el fin
de esa historia. La posguerra, justamente cuando vienen todos estos
cambios. En "Naciste Pintada" está todo eso.
.......... -Además están
las voces de distintas mujeres anónimas.
.......... --De las prostitutas, de las presas, de
las criminales, de todo un sector que en verdad no tiene voz; es contado
siempre. ¿Te has fijado que este país tiene una fantasía extrema con la
prostitución? Un lugar que es hablado por otros, y siempre mitificado o
distorsionado para regocijo masculino. Yo lo que hago un poco es
deconstruir ese lugar mítico de que América Latina es un prostíbulo; la
mujer latinoamericana como la prostituta. Por otro lado las voces de las
mujeres que estuvieron detenidas en la cárcel de San Miguel, con 1.500
hombres presos comunes. Una triple agresión: estás presa, eres mujer y
afuera esta lleno de hombres que sólo dicen obscenidades. Todo el tiempo
están haciendo el amor sucio contigo. Mi idea era también hablar de las
casas, conjugar la poesía como lugar.
"Se parece a su última
enfermedad" (Naciste
Pintada)
.......... -A ti no te incluyen en las
antologías. Uno de los primeros signos de desprecio a la Mistral fue
cuando Volodia y Anguita no la incluyeron en la antología.
.......... --Nunca pensaron que había otros
saberes. El poeta estaba imbuido de poderes. Era el chamán, el místico,
el que trae la verdad. Nadie podía imaginarse que una mujer iba a traer
la verdad. No se dieron cuenta que estaba hablando de o-t-r-o lugar, que
era incomprensible para ellos mismos.
.......... -A ti te pasa un poco también
eso?
.......... --Pienso que me
encuentran exógena, como fuera de este mundo. Les cuesta clasificarme
porque tampoco han tenido la capacidad de leerme. No necesitan claves
feministas porque yo no estoy hablando nada que sea feminista dentro de
mis escritos. Hablo de lo que ocurre, de lo que me pasa, de mujeres,
pero también hablo del lenguaje. Hablo de la sociedad, hablo de muchas
otras cosas. El silencio es lo más espantoso porque no es elocuente. Yo
diría que soy la única escritora que no estoy en ninguna de las
antologías oficiales que se han hecho en este país. NO soy una escritora
que optó por la marginalidad. NO es mi opción estar en
silencio.
.......... No, no es para nada su
opción.Por eso la noche nos encuentra conversando y las cintas no
alcanzan para contener su voz, que la tinta multiplica desdoblándola en
las otras que no fue pero tal vez también de alguna forma
fue.
Jueves, 29 de Marzo de 2001