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BRUNO MONTANÉ (1957)
La mochila y los lápices de colores del poblador

Publicado en Entre la lluvia y el arcoiris : algunos jóvenes poetas chilenos / Soledad Bianchi. Edit.
1a. ed. Rotterdam : Instituto para el Nuevo Chile, 1983. 281 págs.




.. .. .. .. ..

Deben ser las seis de la tarde. Estoy en una habitación de la calle Argenter y está oscuro. Sobre una silla un gato se lame, también hay una toalla. Escribo con el cuaderno apoyado en los muslos, la espalda contra la pared. Hace un rato estuve tocando la guitarra, diletando en otro lenguaje donde aparentemente todo es más fácil de hacer saltar. Un amigo me dice que unos textos míos son «muy suaves» que tengo que «escribir con sangre». Hace un mes me robaron todo lo que había escrito en un año. Esos fragmentos de prosa errante eran un verdadero desafío para mi falta de método frente a la escritura, por lo tanto no dejé de sentir un cierto placer entre morboso e irresponsable por haberme librado de la tarea de canalizar la coherencia más o menos especial de esa red de escritos; sin embargo soy consciente de que aquellas cien cuartillas fueron una verdadera experiencia, y los chispazos alcanzados en cada una de esas hojas de todas maneras siguen contenidos en mí. Pero ahora trato de deslizar mi interés por el «texto», que mi centro sea más argumental, que después de todo acabe contándoles una historia a los amigos: reconociendo que en esto habría una decisión estratégica: cuento algo que se parece a lo que ya hay y, en principio, me gano el interés por entretenerse que el lector tiene, sin embargo su producción aspira a ser distinta, sus ritmos luchan dentro del lenguaje codificado para que éste deje de ser el reflejo reproductor e inamoviblemente matemático y pase a convertirse en una loa a la dialéctica, como le comentaría Brecht a Pablo De Rokha si alguna vez se tomaron algo juntos. Porque más de una experiencia viva y escrita me ha hecho darme cuenta de que el lenguaje, si es un espejo, sólo puede ser un espejo de carne, otro cuerpo, y bajo esa condición ningún reflejo corresponde a lo que se esperaba, es decir: removido en tanto lenguaje perpetuador de costumbres o situaciones de clase, deja de ser un simple reflejo de lo que ya había y pasa al grito, a la risa. Bueno. En estos días me estoy pensando mucho el asunto de la escritura, lucho enredándome al cuestionar mi desarrollo, yo creo que se trata de no caer en falsas coartadas, en lugares o estilos cómodos. Más o menos, lo único que doy por definitivo es el deseo y la necesidad por crear, por producir un sistema paralelo contenido en la realidad: la literatura y su pedacito llamado poesía.

Estos poemas escritos hace algún tiempo forman parte de este aprendizaje que no termina (pero la escuela es muy rara) y su producción la considero bastante intuitiva, dejándose llevar mucho por el ritmo, por el aliento del verso que contiene en sí al que le sigue, etc. Perdonándome el tono, siento en estos poemas una voluntad incendiariamente fenomenológica, en lo material, y, ontológica, en el hueco que hay entre las letras de la palabra vida o universo; pero me gustaría estar contándoles un chiste en vez de darles esta paliza que, de verdad, no sé si es más necesaria que un chiste, ya que tampoco alcanzo a darme cuenta de si ésta es otra explicación más sobre la cuestión de la poesía. No hay separación entre interior y exterior, la cosa es poner en práctica al payaso que destape la falsa conciencia de lo ideológico, haciendo que en el trampolín bailen los claveles.

II

Teillier dice «Cuando te des cuenta / que sólo puedo amar los pueblos / donde nunca se detienen los trenes. / ya podrás olvidarme / para saber quien soy de veras.» El malabarista en cámara lenta al interior del bosque. El movimiento y su reverso. Aunque no lo crean, se puede unir a Borges y a Burroughs; comparados con nosotros, los dos tienen arrugas, pero eso no significa nada: De la paradoja místico dialéctica a la paradoja científica y las utopías del lenguaje. El collage, el montaje, comienzan en la mente, en los surcos de cada hemisferio. Lo poco que sé de Lihn es que está en Nueva York, su Escrito en Cuba me gusta mucho. Y en Menorca una niña subnormal me robó el último libro de Teillier. Lo único malo de la literatura es que es un juego demasiado serio. En poesía los chilenos no dejaremos de ser idealistas si no sabemos leer la enorme avalancha discursiva de aquel en quien insisten sea nuestro padre: el gran Neftali Reyes. En nuestro país siempre se ha comenzado a escribir bajo la sombra de los cuatro grandes pilares pero todos los próximos días será deseable que esas manos escriban con distinto pulso, con otro calor directo y sin sombra.
Barcelona, 12 de noviembre de 1979

 

 

PELIGRO A TODA MÁQUINA

La luz amarilla flotando en la oscuridad
. . . tintinea sobre el silencio, más abajo: el agua
La luz zumbando alargada, aves marinas durmiendo
. . . entre las rocas
El peligro a toda máquina
cuando nadie quiere reconocer sus gestos,
. . . su manera al bolsillo la mano,
. . . los ojos tremendos que le cantan a las piernas
de la niña
Noche de agüita casi indefinida
Manchas sepias o azules, entremezcladas en el mantel
. . . de plástico,
. . . en el restaurante de la esquina más cercana
Casi reconocimiento de que así no, las cosas, el mundo,
la velocidad de la locomotora entrando a la estación
. . . en la ciudad que da al mar,
. . . o la acelerada infernal en medio de la pampa
La agresiva manera de retirarse del lugar
. . . en donde las papas se incendian, (donde domina el
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .[miedo
y las otras posibilidades)
Tiranizado el derecho a no ser uno mismo
Escapando gerundísimo el instantáneo par de piernas
por la calle super vacía, mientras llueve

Y la arena en la imaginación: trillones de pequeños
. . . mundos
O fenomenología de los desvanes desde que estos existen:
. . . niños entre ropa pasada, añeja, pudor de otro siglo

Siempre después de la batalla
aparece el regimiento repartido en chancro por grupitos
. . . Y la pena comienza a coagularse
Todo esto en el desván del universo para ustedes, para
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . [mí,
. . . para tu manera de escupir a la vez que caminas
. . . respirando exquisito smog de estos lustros
que de a poco se abrasan
Navegando en otro campo activo,
el del corazón dentro del corazón
Aparecen los buques, metáforas viajantes
. . . amoldándose a un viviente deseo
Como si lo humano fuera ciudad mental o campo verde
. . . ante una aparente sencillez al escribir versos
. . . que tratan, que se esfuerzan
en darte una parcial imagen
de esta vida

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . 25, octubre, 75.

 

 

HOMENAJE A TODAS LAS FECHAS

Las formas, las maneras
. . . la gente que uno abandona o cree perdida
Las nebulosas de la realidad
atravesándonos la mente como lejanos animales
Y de pronto el golpe, atorados en el dolor por segundos
. . más inútiles que chatarra
Lo imprevisto como una trampa:
. . . ácido encuentro,
. . . movimientos desagradables,
el sueño echado a perder por la vida
y su intensidad;
. . . la muchacha y su compañero, la locura, la represión
. . . palpitando:
. . . . . . . . . . un corazón animal y afónico
que suda demasiado como el azar
como la inteligencia de la Historia:
. . . . . . . . . .nuestra furia, nuestra tranquilidad

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..11, septiembre, 76.

 

 

HOMENAJE SIN DESCUBRIMIENTOS/
. . . . . . A la memoria de Degas


El asombro en el ojo del pintor es:
— Un largo pasillo que se incendia
— Unos pies que son lavados en un lavatorio
— Labios rojos de mujer joven
— Primer plano de nucas oscuras cuando los músicos acompañan
. . .los saltitos de la bailarina que alucinada baila alumbrada
. . .desde abajo por los focos
— Los «jockeys» ante la tribuna y un mar de paraguas tras
. . .la reja deteniendo el sol para que no toque las mejillas
. . .de las mujeres con vestidos largos y blancos
— El coche que casi se sale del cuadro para dejar la verde
. . .pradera, porque el niño se complace demasiado sobre las rodillas
. . .de su nana, y los jinetes caballean a lo lejos pero no tanto
. . .—los tres señores sentados sobre sus nalgas, sintiendo lomos
. . .de caballos—
— Su familia que se complace tocando el algodón, leyendo periódicos,
. . .dando cuerda a un reloj o haciendo anotaciones de contaduría
— La niña que se rasca la espalda mientras su amiga mira, abanico
. . .en mano, al profesor de danza —aquella sentada
. . .sobre el piano,
. . .ésta parada al lado, la mano izquierda apoyada en la cintura—
. . .aquel sostenido sobre un largo bastón
— Mas la mirada soñolienta, aburrida, de la mujer ante una copa,
. . .mientras su compañero mira atento hacia el fondo del restaurant
— Dos lavadoras equilibradas sobre sí mismas cuando pasan
. . .ante un horizonte amarillo
— Negro guante en la mano extendida cuando el brazo derecho de la
. . .cantante del café-concierto deja ver albos dientes al invadirlo
. . .todo. Atrás, el color del decorado y las sombras
— Y más bailarinas dando pasitos de garzas en extrañas aguas
— Muchachas y muchachos jugando desnudos
— Hombres con los brazos apoyados en las rodillas, sentados;
. . .señoras iguales
— Guitarrista con corbata y bigotes
— Mujer saliendo de la tina, toalla extendida
— Playas inconmensurables — Escenas de matrimonio
— De nuevo más bailarinas
— Y mujer desnuda acariciándose el hombro derecho con la mano
. . .izquierda, y el brazo tapa sus senos. Su rostro de perfil
Es el asombro en la boca del pintor

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2, diciembre, 75.

 

BLANCA PALOMA: OJOS PROFUNDOS
Para los compañeros y compañeras del MPLA

Vamos a entendernos por ésta nuestra
... conciencia de niños feroces:
... porque hay mucho pájaro muerto
Un huevo del tamaño del mundo
... y muy poco contarte que
... es tremendamente grande
Siempre dulzura siempre beso
... y una imaginación de caricias
... que comienzan a realizarse
violencia a violencia, esa pureza
Sabemos de una hoja de afeitar
... destellando gruñona sobre una
... muñeca adolescente, o el frasquito
de píldoras para dormir con su polvo
que roza los labios;
... pero hay nidos de ametralladoras
... en algunos desiertos
y los días para el enemigo
son ofensivamente luminosos
... cuando el amor gatillea besos por
... todos lados, por donde quiere y pugna
con su cara sus manos y sus pies

Al mediodía la casa o la pared
son la blancura total
... y vamos a querernos un poco más
... mientras el muerto
llora no haber entendido por qué la flema
... y el golpe en los pulmones,
... ese lento asqueroso ahogo
en medio de la responsable propia sangre
Y aunque la luz en medio de la noche
... y la explosión en la vida ésta
... sean la momentánea pequeña desesperación,
aprendemos a habitamos nosotros,
a ser un poco más lo de uno,
... a querernos en medio de la locura
que nos lleva albos a lo bello negro
... a lo limpio de los cuartos llenos
... de gente hablando y haciendo cosas
Hombre y mujer amándose
... mientras hacen que la tierra escupa
... flores rojas, tranquilas,
mientras dejan que caiga la lluvia
como la luz;
y el sol alumbra una crujía llena de
comida y ropa, de armas ya calladas;
... porque la tierra es como el sol
... demasiado ardiendo
demasiado los pies que duelen y tienen olor,
la boca que se seca y vuelve
... con su herida a mirar las columnas
... de humo negro
Junto al gran pájaro muerto
con su flor reventada:

. . . .. . . . . . . . . . . . . . Ojo que advierte
Letrero en la conciencia
cuando la mira está alineada
... desde adentro y desde la memoria
... desde el calor presente
... y desde tus orejas que zumban
acompañando a las balas de cada estallido
que provocas para que la dureza
... llegue al final de tu ojo,
... al otro lado de esa noche que mucho te jode
lo que has vivido
y ya no quieres
Esta costa y este pedazo de humanidad
que cojea que llora, que mata para no matar más,
que ríe, que ama a plena batalla
a plena boca gritando qué canción,
que habita detrás de gigantes rocas
o en lo profundo de enormes antiquísimos hoteles,
que hace y deshace actos
ahora que la vida no es teatro
... ahora que la vida no es fofa
... ahora que se mueren los animales
a la orilla de ríos y océanos
ahora que se ahogan las mujeres en las cocinas
que muere tanta mirada a pleno plato vacío
... ahora que esta gente calando el silencio
... de grandes masas de tierra seca
se muere viviendo, nos ama,
y más nos enseña
... Gigante paloma blanca que chilla
... ... que aletea su miedo hombre
..... . ... salpicada de sangre

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20, enero, 76.


CRÓNICA DE LOS AÑOS AZULES: MAREAS DE METAL N: 2

Autopistas que no comprenden ni los tristes obreros
... que las construyeron: autopistas ruido de los propios pasos
A lo lejos divisamos el esqueleto de un avión que fue casa
... de tribus de barrio: gente que continuaba siendo bella
A lo lejos una ventana con una luz amarillenta varía las emociones
... del horizonte oscuro
Pintores asesinados por la academia y pintores muertos por soldados
Escritores muertos y reventados por la rutina color oro
Me refería a los caminos construidos en el frío de estas noches
¿Y qué vivimos nosotros? ¿Qué emociones nos llevan a amar lunas
... a punto de zambullirse en el mar, o mujeres comiendo duraznos?
Autopistas que crujieron con el paso de un billón de gomas veloces
... rumbo a casa amando las nubes de calor en el espejo retrovisor
Y calles que comenzaron a llenarse de ruinas
Aliento de historiadores y actrices que ni por casualidad se besaron
Aires suavecitos de niños que se soplaron cosas en el oído limpio
Y soldados que lloraron en los cuarteles porque se opusieron
... a la contrarrevolución:
metralleta lágrima pálida
mejilla roja

 

 

CUADRO PARA VAN GOGH

Buscar el grito o el pincelazo
.... La entereza por la vida hinchándose como un globo
en las manos de una niña
... El pedazo de imagen develando a manotazos las ganas
de decir cosas contra la retina
y reírse contrario al odio
pero con las ideas atosigadas de ciencia

Escarbando en el corazón te vemos tocar
... las ráfagas de agua penetrando
... hacia los campos del Arcoins
(los surcos iguales a las huellas digitales)
Y esa cola de caballo que deja naranjas sobre la tela
... Y esos colores como alguien que mira la sangre del suicida
... forman en el horizonte
el retrato de la vida

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31, agosto, 76.



 

 

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BRUNO MONTANÉ (1957)
La mochila y los lápices de colores del poblador
Publicado en Entre la lluvia y el arcoiris : algunos jóvenes poetas chilenos / Soledad Bianchi. Edit.
1a. ed. Rotterdam : Instituto para el Nuevo Chile, 1983. 281 págs.