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POESÍA DE MIGUEL EDUARDO BÓRQUEZ:
“UNA CUMBRE A RAS DE SUELO”
Por Niki Kuscevic Ramírez
Artículo publicado en el sitio web Inmaculada Decepción, 2012.
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Miguel Bórquez (Puerto Natales, 1985), investigador, fotógrafo y poeta, es profesor y de Castellano, egresado de la Universidad de Magallanes. Entre sus obras sobresalen ensayos literarios sobre Pablo Neruda y Jorge Teillier, señeros análisis sobre la poesía de Marcela Muñoz Molina (Puerto Natales, 1966) y Hugo Vera Miranda (Puerto Natales, 1951), y el surgimiento de la revista "El Keltehue", publicación de Última Esperanza dedicada al arte, el comic y la cultura. A través de la autoedición, Bórquez ha publicado dos poemarios, "Poesia Soundtrack" (2009) y "Geografía del Milagro" (2011), éste último disponible para descargar en la red. Su libro "Poesía Soundtrack" es notable por dos aspectos que escapan el quehacer escritural propiamente tal: por un lado, la mayoría de los textos de este trabajo fueron subidos a la web por el autor, a la manera de un trabajo progresivo, o "work in progress", por otro lado, finalmente los publica, impresora en mano, a través de una prolija edición de autor, enviando una potente e inequívoca señal a la comunidad literaria de cómo producir y difundir los proyectos personales de escritura de manera individual, sin depender de imprentas o editoriales.
En su semblanza sobre Miguel Bórquez, Francisco Godoy indica: "Sus influencias viajan por dos aguas: primero, las literarias, muy arraigadas en la tradición lírica chilena de autores como Gonzalo Millán, Enrique Lihn o Jorge Teillier. En segundo lugar, los estímulos "extra literarios", derivados especialmente de la cultura popular, la música rock, el cine de ciencia ficción y las artes plásticas."
En el año 2006, Bórquez, junto a Carolina González, dan a conocer la investigación denominada "Variación sociolinguística en la región de Magallanes", un estudio sobre los rasgos lingüísticos de los habitantes de Magallanes. La nota de prensa que daba a conocer esta investigación afirmaba en esa oportunidad que: "Con ello (los autores) quieren analizar la identidad como región, pero vista desde la forma en que se expresan los magallánicos. En principio, se concentraron en el uso de dos verbos: "crecer", que se usa como sinónimo de criar, y "caer", que se aplica como una "muletilla" de apoyo para indicar acciones" [1].
Este trabajo captó la atención sobre ambos alumnos de la carrera de pedagogía en castellano y comunicación de la Universidad de Magallanes, debido a lo novedoso de su temario, en el cual se rescatan frases tradicionales de la idiosincrasia magallánica como "Me pasé a caer en la escarcha" o "Me crecí en Punta Arenas". Estos elementos de conciencia patrimonial serán volcados por Bórquez posteriormente tanto en su trabajo poético, su producción fotográfica, su vocación pedagógica y su labor como editor de la revista "El Keltehue".
Poesia Soundtrack, (2009)
Con epígrafes provenientes de Apollinaire, la banda chilena Mecánica Popular, Christian Formoso, Joy Division o Jack Kerouak, y formateado en tracks, este libro consta de 3 "lados" o "tiempos": "Tracks para no espantar la muerte", "Tracks para no hacer el amor" y "Tracks para no cerrar la puerta", siendo Eros el leitmotiv que susurra en cada una de estas pistas. "Poesía Soundtrack" es un libro romántico, que el poeta Miguel Bórquez samplea con ritmos noventeros, monocromáticos, propios del universo austral donde transcurren los días del autor. Los textos son canciones melódicas, himnos en tiempo de pop, que tienen la virtud de traer incorporados melodías mentales adictivas, equilibradas con disonancias: "era pendejo aún/ creía siempre en mamá regresando con jarabes,/ aún no muere lo que soy de tanta soledad" (notrack ocho), quiebres de ritmo: "los bufones/ se revuelcan en las ortigas, cerro abajo./el ovejero mira." (notrack cinco), o el escepticismo ante las posibilidades del lenguaje: "bla/bla/bla/etc/etc/etc" (notrack trece). Desde el PLAY primigenio: "está llena de poetas muertos la playa." hasta el STOP, casi telegráfico, final: "desde aquí no hay trayecto, norte ni memoria.", el libro de Bórquez permite dejarlo tranquilamente en un permanente "REPEAT", sin que sus acordes y riffs se desgasten.
Geografía del Milagro, (2011)
El más reciente trabajo de Bórquez, "Geografía del Milagro", consta de 26 textos que fundamentalmente se hunden en los terrenos de la infancia: "Para seguir viviendo nos quedan los recuerdos,/ para seguir extrañando el olor a Chiloé/ de la quinta cuando es marzo/ y las manos de la abuela desentrañan/ de la tierra hasta su último secreto." (Poema VIII), de ahí extrae el autor los materiales con los que edifica un arte poética sobria, sin aspavientos, ni ruidos, ni efectos especiales, lo cual es otra constante que puede apreciarse tanto en su obra poética y fotográfica. El lenguaje cuestiona la escritura, develando las obsesiones del poeta ante la urbe, la muerte, la política, la religión: "Yo que voy y vuelvo de este infierno con sabor a pétalo/ y me ato al cuello la suerte de los demás./ Yo no soy otro." (Poema XII), siendo la poesía una suerte de religión, un milagro, contestando de esta manera la famosa sentencia de Rimbaud cuando anuncia que "jé est un autre".
Es interesante observar aquí, cómo van afirmándose algunas constantes dentro de la escritura de Miguel Eduardo Bórquez, como por ejemplo el recurrente mes de mayo, la nieve, y el vuelo del mítico queltehue (vanellus chilensis) que siempre asoma en su poética, perfilando su propuesta estética y ensanchando las claves para entender su poesía. Desde otro prisma, "Geografía del Milagro" nombra la nieve, la revisa y la cita, dialogando con el poeta Rolando Cárdenas y su poema "Regreso": "Para seguir viviendo nos quedan los recuerdos,/ para seguir pensando, por ejemplo,/en la primera luna llena de cada primavera,/ o en el ruido de la nieve/ cuando los zorzales se disponen a volar", ("Geografía del Milagro", poema VIII) [2], en oposición a lo que ocurre en "Poesía Soundtrack", donde esta sustancia, casi metafísica para el hombre austral, prácticamente no se nombra, pero sin embargo se hace omnisciente. Otra particularidad que se advierte entre ambos trabajos líricos es la presencia de la tecnología, tan protagónica en "Poesía Soundtrack" pero tan ajena en "Geografía del Milagro".
Miguel Eduardo Bórquez, "el muchacho que temía a la lluvia",[3], prestigia hoy, la literatura natalina en particular, y del Finis Terrae en general, integrando la arcadia poética de Última Esperanza, junto a autores imprescindibles como Pedro Paredes Leiva, Claudia Aguilar Pérez, Jorge Díaz Bustamante, Marcela Muñoz Molina y Hugo Vera Miranda.
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Notas:
[1] La Prensa Austral, 24 junio 2006.
[2] "Regreso", "En el invierno de la provincia", Rolando Cárdenas, 1963.
[3] "Geografía del Milagro", poema XI.