Desde el centro de una máquina de poder, Bruno Vidal organiza un texto riguroso y monocorde, simulacro de una operación militar. En tres secciones (¡Cambio y fuera! I-II y III), el texto escribe las atribuciones, usos y abusos del poder totalitario, en su dominio de los cuerpos vencidos. "Nos permitió arreciar inhibir /Y fundamentalmente amedrentar / a vastos sectores de la población civil".
En el lenguaje del victimario la escritura prolifera en significaciones que ponen a prueba su productividad imaginaria (aquí nada es inocente). En la simulación del ingreso a una sesión de tortura, el poeta advierte al lector "aquí la luz de los reflectores/ no le hará daño". ¿Qué hace entonces la luz? ¿Qué iluminación porta este texto? ¿En virtud de qué razón habla el poeta que en su producción de lenguajes no oficiales del poder viene a decir algo no dicho? Registro de "la voz del bando" y de la intromisión de la subjetividad militar, que por efecto del "estado de excepción" habla al resguardo de la voz excluida del pueblo, el poeta de Libro de guardia se denuncia en operaciones de escritura que extreman recursos propios de la antipoesía parriana, la ironía, la inversión, la paradoja, la distancia cínica enuncian su servicio a la ambigüedad que surge de una producción estética que encubre una posición ética.
Como operación estratégica, Vidal se sitúa protegido en sus invocaciones institucionales: a Alone, pie editorial, aval (más que de su soledad) de la institución de la crítica literaria chilena; "A los conscriptos del 73", dedicatoria inicial, marca su adscripción militar, la coincidencia de las iniciales de su nombre real, AMDG con la sigla jesuítica (Ad Maiorem Dei Gloriam) que cierra el libro ofician de aval eclesiástico al o los hechores de la "Obra" (literaria y política). Un quiebre en estos soportes simbólicos produce la dedicatoria final: "En la memoria de Lumi Videla...", ofrenda de esta "sesión" poética a una de las víctimas más emblemáticas de la tortura y el crimen del poder que habla en el texto. Así, bien respaldado, el poeta sindica su "hacer patria en la poesía chilena" situándose en el proyecto fundacional de la dictadura. Una intención surge de este gesto político-literario con el que el poeta construye y rehúye los sentidos de su escritura, una sospecha sobre el modo de situarse en la literatura chilena.
La certeza de enunciados como "Aquí y ahora suscribo por poder una obra maestra" o "La lucha revolucionaria requiere un / compromiso constante / y la entrega debe ser entera sin guardar / bajo la manga una posibilidad de retorno" sirven al (des)ocultamiento de los efectos del poder totalitario en sus propias filas, al develamiento de una bio-política en los cuerpos dóciles y subordinados a su ley, la que hoy desde el poder de la literatura hace confesar al poeta, "es la catarsis de un tipo frenético/en infringir el dolor. Es la terapia de un oficial que participó /activamente en el teje y maneje de la Obra", que "narra el verosímil chileno" de su fantasía totalitaria. "Lo verán divino. Suelto de cuerpo. Canchero. Decidido /(...) / Lo animó el odio de clase. Lo estimuló el rencor social".
Algo de lo que requiere el sujeto para hacerse útil a prácticas abyectas surge de esta poesía que produce la identificación del hablante con una dictadura abominable. La lengua lo dice.
He oído la palabra "interesante" para calificar este texto, pero ¿qué es lo interesante cuando este término sustituye universalmente el juicio crítico? Susan Sontag ha escrito "como criterio de valor lo 'interesante' desdeña la atención puesta en las consecuencias de las acciones de arte en cuanto a la verdad: ésta ni siquiera entra en la historia. 'Lo interesante' es un concepto consumista, propenso a ampliar sus dominios, mientras mayor sea el número de cosas que se vuelvan interesantes, más grande será el mercado".
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Poesía y bio-política
«Libro de Guardia» de Bruno Vidal, Ediciones Alone, Santiago, 2004, 145 páginas
Por Raquel Olea
Publicado en ROCINANTE, N°71, septiembre 2004
