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DIARIO DE LAS ESPECIES: ANOTACIONES BREVES.

Presentación de Diario de las Especies, de Claudia Apablaza
La Piedra en el Charco: I Encuentro Jóvenes autores en español
Teruel, España. 25 Septiembre 2008

Por Eduardo Fariña Poveda

Diario de las Especies es la primera novela de Claudia Apablaza (Rancagua, Chile, 1978). La novela está dividida en dos secciones de diferente duración, “Búsqueda de una novela” y “Persona”. Ambas secciones tienen diferentes velocidades y son posibles gestos inaugurales de un tipo de narrativa que se está gestando en América Latina y en España: La idea de un autoaprendizaje literario y el impacto de las nuevas tecnologías en dicho aprendizaje. Lo interesante es como se va planteando en la novela. No existen como universos paralelos o posibles parcelas, la cuestión radica en como podemos atender a la mezcla y/o fragmentación de una individuo en un “x” tiempo, con su inseparable y a veces migratorio (no) Lugar.

Es llamativa la búsqueda de la identidad de la protagonista. A través de las lecturas posibles, los comentarios que se van dejando en el blog y el curioso vuelo final de una bandada de patos. Esa búsqueda atiende a una necesidad, un orden que requiere estrategias poco realistas u obsesiones que son fractura. Además se puede entender con facilidad que la vida y la literatura obedecen a una participación necesaria en la lucha por mantenerse en pie, con carácter. Lo peculiar es lo que mantiene vivo un texto si es posible (a momentos) economizar el debate por lo nuevo o por lo que tendría mérito de serlo. Recorrer esta novela es un recomendable ejercicio de identidad y una atractiva invitación a leer la narrativa chilena, las posibilidades, lo mucho que tiene que ofrecer, el estacionamiento de los cuadros costumbristas o las melancolías cursis de personajes adinerados. Notamos de inmediato en la novela la superación de esto último. Las voces que abundan son fragmentos de una soledad que se estructura con enigmas. Sujetos blogueros que desean coger, aunque sea por un instante el momento de un cambio. A.A nos invita a recoger datos, información, hechos que quieren comunicar o que deciden ambientar un escenario en donde experimentar una nueva aventura. Meta-literatura y/o las maneras de encarnación. La niña de los sapos que desde algún lugar de la ciudad condal emite obsesiones desde el portátil.

Variadas cosas puedes destacarse de la narrativa que plantea Apablaza en estas 160 páginas. Diversos trayectos y apuntes de cabecera. Creo que 3 podrían ser los que vosotros deberíais observar y de ser posible vivir con atención:

  1. El problema del formato: Sabemos que la primera parte es un blog en marcha donde A.A escribe sobre los diversos recorridos de la búsqueda de la (posible) novela. Al principio del libro confiesa: “Apenas llegué a Barcelona olvidé lo que es escribir una novela”. Comienza a configurarse el sujeto con las convencionales maneras (Soy mujer, no soy europea, leo escritores hombres, mis neuronas solo funcionan al ritmo de la lectura y la escritura, la idea de trabajar dos blogs simultáneos es aun acto de fragmentación de la biografía, etc.). A.A tiene dos blogs pero del segundo sólo sabemos por algunas pistas que dan quiénes comentan en el primero. Parece que el formato del blog facilitara la sensación vital del texto, que late con más prisa en cada comentario. Sabemos bien que sensaciones experimentamos al visitar entradas en blogs que no tiene comentarios, tal vez la misma desolación al tener una novela en un cajón esperando ser publicada. Los comentarios van creando la continuidad, así quién postea libera el conocimiento que el mismo genera. Los comentarios podrían ser la traducción de este conocimiento en pedacería biográfica. Mientras A.A con algo de ingenuidad y cálculo nos va narrando la búsqueda. Su intercambio de mails con Enrique Vila-matas, a quién confiesa su deseo de Plagiar. Estadías nocturnas en una biblioteca en donde junto a unos vagabundos leen efusivamente a Amèlie Nothomb y luego a materializar sus afinidades literarias en afinidades eróticas, La angustia de querer comunicarse con unos vecinos sordomudos que suele oír algunos quejidos, etc. El problema del formato no se resuelve, comentaristas como Limítrofe (quién desde el comienzo define a los escritores en burgueses y no-burgueses), Arturo Belano (¿Nihilismo?), JoseDonOso (y/o el amor por A.A que quizás no lo mata pero bastante debe dolerle) o María Transnacional (que recomendaba cuidarse de los Mossos d’escuadra), etc

    Parece que el problema del formato es también el problema de la intimidad.

  1. Los demonios literarios: Gombrowicz, Bolaño, Piglia, Vila-Matas, Nothomb, Bukowski, Burton, Parra, Cortázar, Perec, etc. Son algunos de los muchos escritores que circulan por la novela y de los que se extrae citas. Llamará la atención el mito que se revela sobre los críticos de la novela de Roberto Bolaño 2666, en donde se nos dice que Pelletier era Vila-Matas, Espinoza era Jodorowsky y Norton la Nothomb.

    Uno de los comentaristas (Translate) nos cuenta que los personajes cambian de una traducción a otra, sus rasgos de personalidad. Lo mismo debería suceder con los demonios literarios, aquellos que debemos exorcizar, plagiar, exceder, admirar. Las entradas de A.A suelen a menudo parecerse a un mosaico de los movimientos de esos demonios. Si Pedro Páramo (que es uno de los tantos personajes que se mencionan) recorre en 80 págs. Toda su vida y muerte. A A.A no le bastarán las 138 págs. que tienen la totalidad de sus entradas. Después sabremos de su metamorfosis y su vuelo final, y como además de lo literario, el mensaje del calentamiento global debe transmitirse.

  1. El proyecto de ser una persona: A.A mientras postea va contando una segunda historia, pareciera ser la de una infancia, pareciera ser la de un porvenir que se intuye. Ambos movimientos no son maniqueos, el desenlace final de la última parte de “Persona”, es una invitación a un purgatorio, entendiendo en esta ocasión tal intermedio como una reconciliación de periferias, tal vez el sueño de una mezcla. Así ninguno de los comentaristas de la parte del blog se siente atraído por una niña que iba a un río a cazar sapos o la bandada de patos al final no advierte desde el vuelo a la niña que lo lleva a su casa para comerlos. Se nos dice al comienzo el nombre de un pueblo “San Francisco de Mostazal”, en donde una niña comienza el proyecto de ser una persona. Tal proyecto es similar al proyecto de un libro, pero al final se nos dice que: “ser persona es dejar de ser libro, de ser cita.” De esta manera sería interesante que cada uno ensayara su ecuación perfecta favorita. Los malabares lingüísticos deseados.

Diario de las Especies nos lleva a un mundo donde las deshumanizadas relaciones digitales (auto) formatean la biografía. Un actuar humano que necesita a través del contacto reconocerse entre la propia multitud que genera y entusiasma. Texto y cuerpo como soltura de lenguajes y lugares. Si Barcelona es la gran biblioteca en donde poder habitar como le dijo alguna vez el padre a la protagonista de esta (No) Novela, o si San Francisco de Mostazal es el otro mundo posible de una infancia posible en vuelo. Quisiera invitarlos a todos ustedes presentes en Teruel, en La Piedra en el Charco a leer y disfrutar esta (No) Novela. Esperando que se entiendan con estos sujetos trágicos que abundan o Nicks. La invitación a que dejen en el blog de A.A un comentario.

 

 

 

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