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Entrevista a Claudia Apablaza
Tradición y Reciclaje
Por María José Ferrada
http://www.literaturas.com/
"Diario de las especies" (Lanzallamas, Chile; Jus, México, 2008; próxima edición en España, 2009)
- En tu nuevo libro Diario de las especies registras un nuevo tipo de habla cotidiana: el formato de los blogs. ¿Por qué te interesas en ese formato?
- Supongo que estoy tan unida a lo otro que me rodea como a mí misma y a algo más allá, sin duda. Es decir, el blog es una estructura que se da en el espacio-tiempo que me ha tocado vivir, y la incorporo como otra de las tantas cosas más que circulan en ese espacio-tiempo definido.
- ¿Cómo vez el cruce de literatura y registros del habla cotidiana?
- No sé dónde comienza una y acaba otra, pensando en los límites, pero en su funcionalidad, se complementan y generan mutuamente; es decir, se regeneran en un intercambio veloz.
- Tu protagonista usa el "copiar pegar" para recopilar información y hacer una reflexión sobre el panorama literario y el acto de escribir. ¿Piensas que hay una nueva posibilidad de reflexión sobre este tema luego de la aparición de internet?
- Pienso que sí. Internet es un gran espacio de libre uso y abuso. Es decir, su existencia nos propone (y en cierta medida exige) una nueva forma de ejecutar los textos, usar los discursos de otros, intervenirlos, apropiárselos, reciclarlos, ir más allá de ese supuesto sujeto que imaginó o escuchó las voces interiores en un lindo paisaje bucólico o en su propio desierto.
- En la novela se plantean nuevas posibilidades o múltiples vías de acercamiento a “lo literario”. ¿Se desmitifica la figura y espacio del escritor especialista (el intelectual), el lenguaje sobre-intelectualizado del cual, de alguna manera te burlas en tu texto?
- El panorama se desmitifica bastante y así van desapareciendo, quiéranlo o no, figuras de poder sagradas de ese panorama. Todo queda bastante más develado, descubierto. A esa apertura la demonizó mucho Baudrillard de una forma bastante lamentable. Llorona, digamos. Creo que porque en esa desmitificación caen muchos de los íconos que resguardaban su sitial en el centro. El centro y la periferia se confunden de una forma más armónica, y a eso muchos le temen (y por supuesto que le lloran). Hay muchos viudos aún.
- A diferencia de tu trabajo anterior (Autoformato) en este hay un tono más autobiográfico. ¿Cuál es el papel que juega tu biografía en tu escritura y a qué se debe este cambio respecto a tu trabajo anterior?
- En cierta medida todo texto es una autobiografía, pensando en las infinitas posibilidades que tiene lo inconsciente individual y colectivo de manifestarse e inscribirse en todo gesto.
Con respecto a Autoformato, Diario de las especies intenta poner en diálogo muchas de las voces que aparecieron anteriormente, sacarlos de su cuchitril. Entendiendo así el cuento como una habitación, y la novela como una casa.
- Al parecer ves la literatura como un diálogo constante con otras escrituras. ¿Cuál es el diálogo que estableces en tu trabajo con tus lecturas?
- Escribo dependiendo de las lecturas que realizo, tanto en su cantidad como en su calidad. Diría más bien que me siento como una máquina que recicla literatura y vida, parecida a la máquina de follar de Bukowsi o la máquina de hacer relatos de Macedonio. El reciclaje apunta a una política y a una ecología, como leí que decía un joven autor gallego (Samuel Solleiro), ya que se reutilizan partes de los productos que en su conjunto han llegado a un supuesto término de vida útil, pero que en este formato, admiten un uso adicional para alguno de sus componentes o elementos. La Literatura pensada de esta forma incluye salubridad para todos, además de otras acciones.
- Además noto que en Diario de las especies hay un diálogo con tintes irónicos hacia la tradición literaria chilena, por ejemplo los personajes JoseDonOso, Arturo Belano y la reutilización hacia el final del libro de fragmentos a Altazor. ¿Qué diálogo estableces con la tradición?
- El diálogo paranoico y amoroso que toda tradición supone. De ahí su caída en la salida menos dolorosa: la ironía.
La tradición es una voz como la de JoseDonOso en el oído de A.A. para que “vuelva a Chile” (como metáfora), o la de Belano que le pide que deje de escribir (y que no publique por lo tanto) y, como dices, la de Altazor que exige la mutación. Esas voces son algunas de aquellas con las que tengo que batallar (y reciclar) para encontrar una voz.
- ¿Cómo ha sido tu experiencia de trabajar con el formato novela?
- Ha sido una batalla más exigente.
- Hay una diferencia muy marcada con tu trabajo anterior. ¿Qué es lo que se conserva y qué es lo que se pierde o gana con respecto a Autoformato, un libro cargado de humor e ironía que en el nuevo libro parece desaparecer para dar espacio a un tono más reflexivo sobre el acto de escribir?
- En ambos se reflexiona acerca del acto de escribir. En Autoformato, al ser siempre cuentos con no más de tres personajes (salvo Las diez víctimas….y Guttemberg llora con…), es más fácil sostener un hilo irónico directo y menos sutil, digamos, que el formato cuento permite sostener el hilo irónico exacerbado, casi una gran caricatura.
En Diario de las especies, la ironía está más encubierta ya que los invitados son mucho más que tres personajes, y los registros oscilan como los de seres humanos en una fila de supermercado o en la cola de un baño.
- ¿Qué te parece que tu novela sea publicada por tres editoriales distintas, una chilena, una mexicana y una española?
-
Me parece que es la única posibilidad real de que la novela llegue a muchos
lectores de libros y no de portadas, como decía Macedonio.
Poética
Escribir es un acto de fe, básicamente. Es un acto sagrado ejecutado desde las ruinas: algunos vertederos o cielos bien azulados. Es la desintegración constante del yo y la desintegración del otro-ser-más-allá y del otro también que no vemos. Es creer que existe La Eterna. La detención de Dulce persona. Es creer que hay un abismo entre personajes y seres humanos. Un espacio incalculable y oscuro, de ahí la fe en el acto. El acto que ejecuta el siempre No-Existente Caballero.
Claudia Apablaza [Chile, 20 de octubre de 1978] Escritora chilena. Estudió psicología y literatura. Ha publicado el libro de relatos autoformato (Lom ediciones, 2006) y la novela Diario de las especies (Jus Ediciones, México, 2008; Lanzallamas, Chile, 2008). Ha obtenido diferentes distinciones por sus cuentos. Su obra ha sido incluida en diversas antologías como: Quince golpes (Cuba, 2008), Tiempo de relatos (Booket, Planeta, España, 2008), Mi nombre en el Google y otros cuentos (Alfaguara, 2005), Lenguas: 18 jóvenes cuentistas chilenos (JC. Sáez editor, 2005), Pozo (Lanzallamas, 2006), Bitácora perdida del teniente bello (2007) y El arca: bestiario y ficciones (Sangría editora, 2007/La buena vida, 2008). Compiló álbum: 30 cuentistas hispanoamericanos (2007) para Literaturas.com. Actualmente es profesora del Laboratorio de escritura y co-editora de la revista www.dadoroto.com