Caja de resonancia es una novela en la que diversas conciencias se confrontan, otras memorias personales confluyen, fragmentos de dolor, sufrimiento, pero también de voluntad y reconciliación. Todo ello posibilitará que el personaje central, Alejandra, busque definir un nuevo horizonte.
211 páginas, diciembre 2016, Libros la Calabaza del Diablo.
Calificación escribana:
Sé que han pasado varios meses desde la última publicación en la página. Los motivos son muchos, todos personales, pero tienen que ver con esas veces en la vida que quizás pocos viven, en donde todo converge en cosas desastrosas que por más preparado que te sintieras, a la larga acaba contigo y a los pocos meses te sientes como un despojo de la persona que eras. Sobrevienen problemas de salud y al mirar atrás todavía confías que todo fue una pesadilla, pero no lo es, y cada día tienes que tratar de levantarte y salir adelante con cosas que nunca pediste.
Aun así nunca quise dejar de lado los libros. Hace poco llegó a mis manos un libro nuevo, por parte de una mujer muy dulce, lo sé por sus correos y por su obra Caja de Resonancia. Quizás la autora no lo dimensione, pero su novela, de tan solo 200 y algo páginas, fue para mí un viaje, una tortura y una esperanza.
Esta reseña va más del corazón que de la razón y creo que podría ponerle todas las mejores calificaciones y me quedaría corta, pues creo que al menos para mí, llegó en un momento crucial.
—¿Qué es Caja de Resonancia?
Primero les diré lo que NO es.
No es una novela sobre el Golpe Militar y sus horrendas consecuencias.
No es una novela escrita por una chica ABC1, que mira el mundo desde la óptica liviana donde, a veces, el mayor problema es la cantidad de cigarros fumados y de mudanzas que se han sucedido.
No es un intento obra prima fallido. Todo lo contrario, quizás, el que nuestra autora sea socióloga tenga mucho que ver en su prosa ágil y fragmentada, pero eso no garantiza el quedarte tan enganchado con la lectura, no, para eso, la vivencia personal es fundamental.
Caja de Resonancia tiene y toca los puntos que mencioné pero eso NO la define. Caja de Resonancia, para mí, es una oda al DOLOR, pero no cualquiera, sino al dolor inmenso, indecible, de perder a una persona amada, y no cualquier pérdida, sino aquella que ves venir y que por más que ores, hagas lo que hagas, el milagro de la recuperación NO vendrá.
Acompañaremos a Alejandra, una joven que no logra recuperarse de la pérdida de su amada tía. En un intento de festejar año nuevo, su prima le revela que tiene antiguos escritos de su madre. Alejandra ansiosa los lee y encuentra no sólo a su tía entre línea y línea sino que también a una gran y escondida escritora.
Alejandra, perdida aún en la búsqueda de su propia vida, metas y sueños, se da cuenta que su tía jamás podría irse del todo, porque son ellos, su familia, quien como una caja de resonancia, no dejarán esa que voz, ese olor, ese ser completo y mágico que por tantos años los acompañó, se disuelva en el silencio de la muerte como en una inevitable tormenta.
Nuestra protagonista poco a poco irá comprendiendo que el cáncer no puede borrar una vida, una comida, los recuerdos de una casa, el sonido de un piano. Pero en medio de todo este incipiente conocimiento, tendrá que afrontar otra difícil prueba, de la cual no saldrá bien parada (y no, no es un spoiler) porque TODO quien ha sufrido una pérdida lo sabe. Nadie sale de una situación así siendo de la misma manera y un millón de nuevos conocimientos, sentimientos, una nueva persona y forma de ver la vida nace, porque cuando nos enfrentamos a una pérdida tan grande, volvemos a nacer. Solo de un dolor así podemos madurar (si así lo quieren llamar) y entender la vida… cada sacrificio de tus padres, cada mentira blanca, cada vacación espontánea que en verdad trata de encubrir o dilatar un problema mayor.
Quizás esta lectura toque más a quienes conocen muy bien frases como:
“Te acompaño en tu dolor”
“Así es la vida”
“Hicimos todo lo posible”
“Los resultados del último examen son malos”
“Lo siento mucho”
“Enfermera, necesito que venga ahora ¡ya!”
“Era algo que se veía venir”
“Estaba preparad@”
Y muchas otras frases más, ¡que duelen!, que dan ganas de repartir golpes por doquier, porque son solos sonidos expresados que no pueden llegar a ti, porque te estás partiendo en dos de dolor, porque no puedes creer todo lo que está pasando, nadie puede entender, salvo tú mismo, ese dolor que indica que desgraciadamente sigues viva, porque en la muerte no se puede sufrir así.
Una bella, bellísima novela para valorar cada instante, para recordar con fuerza a quienes se fueron y por sobre todo para valorar con pasión a los que se quedan contigo, para que todos, unos con otros, sigamos sonando, gritando, recordando, ganándole al cáncer, al olvido, a las penurias.
Escrita con mano ágil y con capítulos cortos, les aseguro que nuestra autora, les tomará de la mano y los llevará a un viaje certero al centro de sus corazones.
Por mi parte, solo puedo darle una vez más las gracias a Constanza Anabalón, por hacerme sentir menos sola en mi propia pena.
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dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com "Caja de resonancia", de Constanza Anabalón.
Por Elena Delos
Publicada en Escriba de Avalon, Jueves 11 de Mayo de 2017