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Domingo de R. y César A. . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . .. . . . . .. . . .. . . . .. . . .. .. . . . . .. . . . .

 

TWO ANGELS' POEMS

CÉSAR ÁNGELES LOAYZA


 

 


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VORWORT. Compuse los dos siguientes poemas hace unos años, cuando el poeta peruano Domingo de Ramos se hallaba grave de salud. En ambos parodié, en suerte de homenaje y memoria sanadora, su particular lenguaje (del cual me he ocupado en un temprano ensayo sobre su poética y los años 80, y que lleva buen tiempo publicado, aunque solo en formato electrónico). Él había ganado algunos concursos, como el COPE con Ósmosis (1996), cuya segunda parte la integró un breve conjunto de cuatro poemas anteriores llamado Luna serrada (1995).
Nos conocimos, si mal no recuerdo, a fines de los años 80 (cuando ya había pasado la experiencia colectiva y epatante del Movimiento Kloaka, al cual perteneció Domingo), a propósito de la selección de poesía peruana de aquellos años, La última cena (1987, Asaltoalcieloeditores), donde ambos aparecemos. A mediados de la siguiente década, nos vimos en Barcelona (Estado español), donde yo radicaba por entonces, y tuvimos algunos debates y experiencias singulares, en cierto modo marcados aún por la pólvora y la vorágine de la guerra interna vivida en el Perú (1980-1995).
En los últimos años, la vida –y él mismo– le brindó a Domingo nuevos caminos inesperados: en un mismo día, luego de más de dos décadas, conoció al unísono a su hijo y a su nieta; algo que, me consta, lo conmovió sincera y positivamente. Además, publicó su obra completa, se curó y se casó (léase esto según el orden que se prefiera). Hace pocas semanas, sin embargo, falleció la madre del poeta, a quien apenas conocí en su casa de San Juan de Miraflores (Lima) mediante breves diálogos que todavía recuerdo. A ella, Domingo le dedicó un bello poema en su libro Pastor de perros (1993), titulado, precisamente, “De la madre”.
Por esta circunstancia, y por esa amistad que ha sobrevivido a ene situaciones y divergencias, y también por no haberlo podido acompañar en las exequias de su madre, decido publicar estos dos poemas que permanecían inéditos hasta hoy. Inicialmente formaban parte, como apertura y cierre (de ahí sus títulos), de un libro también inédito que he titulado Cantos a la luna. Ahora pienso que más bien integrarán algún otro cuando tenga claro el concepto y el capital para publicarlo: mañana. Amén. (C.A.L.)

 

CONSOLÁ POEM
(RETABLO)


El poeta Domingo de Ramos
se detuvo frente a la península
y un mar de arena le picó adentro los ojos

Oh viento Oh paraca Oh manto
de leche formando telarañas
sobre mi cara enrojecida
                                  
                      dijo para sí
                       . .          en voz baja
                       . .          mientras todo alrededor
                       . .          rugía
                       . .          y de la tierra
                       . .          emergían sólidos brazos de barro
                       . .          que todo sin cesar
                       . .          pugnaban devorar

Maldita soledad
Ventolera sacramental
Qué es toda esta misa a ciegas
Iglesias rajadas para siempre como en núbil sueño

si tan solo viera a padres sin sotana
volando locos por el cielo
o mi padre renaciera
            para tomarme profundo entre sus brazos
o mi madre me dijese
lo que siempre quise oír
entre su locura ajena olvidada de mí

y soy por nada émbolo exiliado
           dispuesto a volarlo todo

ríspidas turgencias que pueblan de cangrejos oscuros
             mi abrumado corazón
en esta hora china chola
pajarera
enrollado el tiempo en el metal del mar
todo ha de caer            y ya no estaré
ni la poesía                      y ya no estaré
yendo en balde a detener el fin
                       . .          de esta ciudad
                       . .          odiada
                       . .          donde crecí
                       . .          sin embargo crecí
                       . .          oh si crecí
en el pasto de las calles
deambulando entre viejas cocheras vacías
oscuras siempre oscuras
en este centellar de rama en rama
de bar en bar
y las multitudes que atropellaron sin piedad
mi trémula sonrisa

No ya no estaré
y es el alma tan anticcua lo que duele
el embrujo de una lágrima pulverizada
                       . .          por un tiempo de masas
                       . .          que venían sin nada que perder
                       . .          a fundar una caverna
                       . .          lo que sea
                       . .          en este siglo que termina

En esa lágrima nací
me formé fuerte como todos
veneno que come veneno
me hice inmortal para mis adentros
y bajé empedrado como todos entre fuego
tambores de la noche arcos de hueso
himnos guerreros cercando esta ciudad

Nací para la arena
                       . .          y los perros
                       . .          mirando como si tuvieran dueño
                       . .          hablándome en otro idioma
                       . .          difícil comprender
secretas palabras para nadie
frente a un océano de serpientes nórdicas

Allí revolví mi cabeza
lavé mis ojos
bebí sin saber lo que bebía oh si bebí
y solo después supe que el tiempo era breve
y escribí
afiebradamente escribí
noche tras noche
como una canción
y estuve solo para siempre
enredando todos mis pelos en una caleta
donde se formó mi masa

Herido cuerpo, herida tierra

La muerte ha venido sibilina
sorprendiendo
enredándonos
caracoles que huyen o creen huir
en laberinto de hueso

y no hay fortuna
ni salida ni remedio

y me enceguezco
y me mutilo
y me vuelvo a enrollar
            en útero vacío
y es mi madre nuevamente
que adviene joven
limpia el corazón
y entre su ternura inconciente
me llama por mi nombre
como si de pronto todo mágicamente
se reordenase
como si no hubiesen greñas ni batallas
como si este mundo girara en sentido contrario
y nadie hubiese muerto
entre los escombros
de mi huerta natal
o como si los muertos estuviesen aquí
tan alegres de estar con Domingo
en esta poesía

pero no, me digo
son tan sólo sombras epilépticas
falsos recodos de agua
y es la vida un himno de Beathoven
una ópera que cae sobre mí
un aria un violín desterrado
o un réquiem
o un solo de batería que me enajena y ensordece

no lo ves?
nunca pude escribir un poema de amor
y sin embargo viví astillado en el amor
porque se da amor o se recibe
sin saberlo

y es el amor el centro de tantas palabras
ojo ciego de huracán
estación central
costa y sierra en el paquete de tierra
que se vuelve polvo entre mis dedos

solo frente al mar
en mezcla siútica de Humareda y Adán
me digo palabras que nadie más sabrá
mi poema personal
y enfundado en gruesas botas negras
renazco vuelta a la otra margen
los setenta los ochenta los amigos
los licores las estrellas
el cielo siempre abierto siempre el mismo camarada
y el rostro de las bellas mujeres
que besé
se arremolinan ante mí
y ya no hay dolor
ni oración que lo convoque

tragado por un tiempo más veloz
                     de lo que soñé y me deseé
me planto ante el vacío
de esta noche
abajo bulle el mar
escucho gritos
alguien llama
Oe Oe dónde vas?
Oe tío dónde vas?

Me sumerjo en las imágenes
y vuelvo a caminar
de niño
con las viejas
las esquinas
los gatos y las paracas
que nunca dejaron de empujar
mi pecho en sol de poesía

y no hay remedio
en este amanecer ingrato
ni una sola copa caliente
ha de mover mi corazón
de este pedestal para nadie
donde soy más fuerte
más joven todavía

y donde sin querer queriendo me he quedado dormido
lleno de inmensa paz
escuchando mi propia risa
apaciguada

mi propia risa,
linda,
lindo,

en calma chica o grande
pero serena calma al fin

.

presentación de La Última Cena y lectura de poemas. municipalidad de san isidro (2da mitad
de los 80, lima la P).
de izqierda a derecha : c.ángeles, d. de ramos, m.suarez, r.dávila-franco.

 

POSTFACIO

El poeta Domingo de Ramos
se detuvo frente a la bahía
y no vio flamencos ni palomas
tampoco cantos lobos de mar
o gaviotas serenas dejando sus bemoles y triángulos
Vio eso sí vio repetido
ratas y arañas en Palacio
huevo de culebra anunciando tiempos peores

Acumulados los vientos
vinieron imágenes ciclodérmicas
un súbito golpe de dados
huesuda mano alargándose sobre el horizonte
el séptimo sello
los siete jinetes
los malditos cascabeles de conchas marinas
y ninguna bandera bicolor bisexual
ni héroes ni desembarcos emancipadores

Vio arcabuces tenaces
belfos de caballos sicoseados
. . . . . . . . . . . . . gobernados por pálidos jinetes sin cabeza
. . . . . . . . . . . . . que hablaban y hablaban una lengua perfecta
. . . . . . . . . . . . . llena de mentiras y máscaras de carnaval
ningún supuesto libertador

y decidió adoptar para sí un nombre que redima
ignorando si así también podría salvarse
y con él la poesía

vio a ricardo reis   álvaro de campos   alberto caeiro
un viejo poeta portugués colmándolo de visiones
sicotrópicas
a la luz de la luna
y de una vela en pleno desayuno
mientras pasan paquidermos humeantes sin cubil
. . . . . . . . . . . . . por la playa o por la sierra
. . . . . . . . . . . . . qué más da en esta barahunda
. . . . . . . . . . . . . dijo para sí
. . . . . . . . . . . . . y abrigó su pecho bronco zambo
. . . . . . . . . . . . . con un tecito piteado para el frío
. . . . . . . . . . . . . plena madrugada

acababa de nacer
y ya tenía frío hambre desolation
y dio un grito
sobre el puente de su imaginación
y cayeron en palacio los estandartes
y los cuadros de batallas
                        contra realistas
a favor de una patria pútrea
los dibujos reducidos de los presidentes
el valle del rímac se angostó más
todavía
todo por un grito solo
y poblaron esa playa multitudes
de rojas banderas
ciegos manatíes descansaban en las islas
y entonces recordó entre el viento
             y los temblores
el tiempo de las huacas
del zorro y de la luna
del puma hecho espíritu
y estrofas de un bello himno proletario
que cantó de pie
sobre incendiados rochabuses
abatidos helicópteros
titanics de guerra hundidos
a punta de patadas escupitajos y bombas molotov

un ejército de hormigas recorría su cuerpo
qué es esto dijo para sí
riendo a carcajadas
en dirección contraria al temporal

y entonces despertó
en cualquier playa española
o Sous le Petit Pont
y volvió a recitar de memoria
los versos europeos
               Vallejo había muerto tantos años
y sin saber cómo ni por qué
estaba otra vez
con el puño en alto
golpeando ventanales bastidores escaparates
papamóvil galerías ventanillas
y ya nada fue como antes
y entre golpe y golpe hilaba palabras
en un huayno que rokea
zumballu de colores puka wawa runa people
wamani que no olvida
fragancias de la tierra

tenía una camisa roja
para todo mal
y creyó despertar en una república que no era esta
no vio flamencos ni palomas
sino perros que a lo lejos se marchaban
de lomos humeantes
y toda esta ciudad quemada
y se alegró de calle en calle
                     de puerta en puerta
buscando una banda su propia banda
para celebrar
lo que queda y sigue
después del día final
después que todo ha pasado
y en el centro se queman los balcones y las mechas
y en europa se sale el mar
completamente
para limpiar europa de la propia europa

todo para ser un ángel
que mata y edifica



perú, país del mañana (boceto de libro & mural épikolyrikusdramátiko para cuando
tenga plata : tomorrow). Salú.



 



 

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