Proyecto Patrimonio - 2020 | index | César Ángeles |
Autores |





 




EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO
Aproximaciones kardio.críticas (Conferencia & Comentarios)

Por César Ángeles Loayza
schadelblake@yahoo.es


.. .. .. .. ..

A LA RECHERCHE DU TEMPS PERDU es un intento ininterrumpido de dar a toda una vida el peso de
la suma presencia de espíritu
. […] Proust, niño viejo, se recuesta, profundamente cansado, en los senos
de la Naturaleza no para mamar de ella, sino para soñar junto a los latidos de su corazón

Walter Benjamin



Luego de cumplir con un antiguo pendiente personal: leer la novela completa En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust (7 tomos integrados entre sí: El libro de bolsillo-Alianza Editorial 7ª edic. 1984, Madrid), y por supuesto disfrutarla y reflexionarla en prolongadas veladas, busqué información crítica y biográfica / Un amigo poeta y admirador de esta obra, Alejandro Susti (bajo cuyo influjo escribió el bonito libro personal ‘Staccato’, que aquí comparto en PDF), me sugirió un buen texto crítico de Walter Benjamín que leí súbito

Para quienes se interesen por el universo abordado en este bello opus, su múltiples facetas, asuntos, recreaciones y propuestas ético-estéticas, reproduzco la conferencia conmemoratoria a cargo del investigador y teórico de la literatura —y sus alrededores— Carlos García-Bedoya por los 100 años de la publicación del primer volumen, “Por el camino de Swann” (1913), luego de  haber sido rechazado por importantes editoriales francesas

 A continuación, dejo ambos materiales de discusión para los y las navegantes en el luminoso túnel del tiempo proustiano:

 

CONFERENCIA: “100 años de En busca del tiempo perdido” [2 setiembre 2013: Casa de la Literatura Peruana: antigua estación Desamparados – lima la P]



* * * * *

 


3 COMENTARIOS sobre la conferencia de García Bedoya y la obra de Proust [Todas las citas se toman de la citada edición madrileña de “En busca del tiempo perdido”]

 

1. Es verdad que, a propósito de la dialéctica Tradición-Renovación, esta obra y su autor despiden una época (simbolismo, impresionismo, la Belle Époque a fines del siglo XIX) y abren otra (vanguardia, modernidad burguesa, el alba del siglo XX) / De ahí que leyéndola entreví algunos puentes entre el caso renovador de JOSÉ MARÍA EGUREN, en nuestra tradición literaria, y el de PROUST, por aquellas mismas razones, y también por articular cada uno su lenguaje personal anclado en una fantasía no pocas veces onírica, interiorista y desbordada, así como por abordar cuestiones aparentemente sin mayor relevancia histórica y social: un minimalismo estético que, por supuesto, condensa simbólicamente diversos meandros sobre la condición humana para quien sepa leer y degustarlos entre líneas / Autores de élan infantil, de apariencia frágil y ‘demodé’, en el buen sentido del galicismo: originalísimos para su tiempo (Ver esta semblanza de José Mariano González Vidal)

2. Acerca de las CLASES SOCIALES en esta novela, es verdad que el grueso de las descripciones recaen en la alta sociedad y su decadencia, o en sectores burgueses emergentes; sin embargo, hay perspicaces (solidarias) aproximaciones a otras clases ubicadas en los bordes del poder dominante de aquella época / No es baladí observar que, al final de la obra, cuando el protagonista nos anuncia su radical encierro en casa para redactar febrilmente su novela, mil veces postergada, solo consienta la compañía de su envejecida ama de llaves Francisca por ser alguien que sabe valorar, aunque intuitiva y no académicamente, el trabajo, y en particular el trabajo literario: “una comprensión más exacta que la de muchas personas inteligentes, y con mayor razón que los tontos” (tomo 7º, p. 405)

3. La tercera y última cuestión es acerca del TIEMPO que, como bien remarca García-Bedoya, es algo central desde el título mismo de la novela, y que encierra un doble sentido: el narrador-protagonista busca recuperar el tiempo perdido durante aquella vida frívola que llevó, dedicado a socializar en el exclusivo –y excluyente– mundo de la aristocracia y la naciente burguesía francesa, en pleno cambio de siglo, pero también procura recuperar aquellas experiencias que se perdieron en la memoria, en la vida cotidiana misma, entre el paso del calendario y los cuerpos desgastados

Es verdad que el 1er sentido alude a recuperar el tiempo para poder dedicarse a escribir su diferida novela, y que el narrador-protagonista descubre que la técnica más conveniente es aquella que pasa por acciones involuntarias, propiciadoras de epifanías o iluminaciones, a partir de experiencias cotidianas, que revelan un mundo pretérito / Sin embargo, sobre todo hacia el final de la novela, pensé y sentí que lo que recupera el protagonista, y lo impulsa por fin a escribir la obra de su vida es, en realidad, algo que está más allá del tiempo subjetivo e histórico-cronológico: es el tiempo trascendente de la plenitud, de aquel paraíso de donde, según algunas cosmovisiones, caímos a la tierra y sus vicisitudes (“las impresiones verdaderamente plenas, las que están fuera del tiempo”: como leemos en el tomo 7º, p. 288) / De ahí que una de las melancólicas escenas recurrentes, e imaginativamente detonantes, provenga de la relación amorosa (platónicamente incestuosa) entre el narrador y su madre, cuando una vez en la infancia no recibió su acostumbrado beso de buenas noches: esta antigua y traumática escena retornará en su imaginación inclusive con sus amores juveniles

Lo anterior nos interroga, también, acerca de para qué escribir, para qué existen la poesía y el arte mismos, si no para recobrar aquel instante de armonía perfecta y perdurable de donde provenimos y adonde, como se deja entrever en el volumen final, retornan nuestras almas luego de la muerte física (hacia “nuestro verdadero yo”, leemos en p. 219: aquel que aflora, por ejemplo, en el profundo silencio de los sueños, un territorio a menudo frecuentado en este libro) / Como le dice Einstein luego de morir, en la película El genio albert Einstein, a su esposa Mileva Marić también muerta: “La vida era el sueño, ahora estamos despiertos” / Ese aspecto místico y espiritual (casi diría dantesco: por aquello de alcanzar el Empíreo vía la revelación-celebración finales), a la vez que mundano en el caso de Proust y su novela, no se aborda en la sugerente e ilustrada conferencia que compartí, por lo que deseaba mencionarlo

Que la disfruten, celebren y, sobre todo, que se viralice la lectura vital.antiviral de esta obra múltiple y enriquecedora (por dentro, no por fuera: de esto también trata)

 

PD Una razón adicional para sumergirme por fin en esta novela fue que mi madre, hace algún tiempo, cayó grave al hospital / Entonces recordé que, hace 2 décadas o más, ella me la obsequió completa luego de enterarse sobre su relevancia en un taller literario donde asistía, y que siempre postergué leerla por su extensión y quizás por invertir el tiempo entre viajes y otras labores / Lo menciono también porque, mientras la leía, el narrador y yo compartimos sonrisas y diálogos insospechados a la luz de varias lunas / Las madres: ese misterio de la relatividad y la teoría de los cuerpos ígneos

*  *  *  *  *  *  *

VIDEO SUGERIDO (gracias al poeta Alejandro Susti). El Grand Hotel en Cabourg, balneario de la Belle Époque (comienzos del siglo XX) en la costa de Normandía, al norte de Francia. Allí se hospedó el escritor Marcel Proust en los veranos, desde 1907 durante siete años consecutivos. El hotel aparece en su novela En busca del tiempo pedido:

VIDEO DE ÉPOCA (Paris 1904) con las posibles únicas imágenes filmadas donde aparece Marcel Proust:
https://www.abc.es/cultura/cultural/



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2020
A Página Principal
| A Archivo César Ángeles | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO
Aproximaciones kardio.críticas (Conferencia & Comentarios)
Por Cesar Ángeles Loayza