Ha muerto Carmen Berenguer
La gran hablada
La machi gótica
La Emperatriz
La poeta de voz inconfundible
La mujer de cabellera sorprendente
La esposa de don Carlos
La mamá de Carlitos y Carola
La amiga de Lemebel
La otra mentora de Las Yeguas
La cronista del under de los años ochenta
La poeta que dio voz a rebeldes, marginados – e incluso a moluscos-
Ha muerto quien puso palabras y gestos de amor en boca de los huelguistas y los golpeados por la mala suerte, y por la “luma de pacos Macumberos”.
Ella les habló directo, creando lenguajes para cada cual, como oropeles, consignas, cartas, diatribas, cantos, himnos,
para que el vivir y el sobrevivir, fuese concebido desde la pasión y no desde la indiferencia.
Ha muerto la amiga de poetas y escritores debutantes. Por su departamento de Plaza Italia pasaban cientos de emocionados jóvenes con su primer libro bajo el brazo. Otros, simplemente, buscando compañía y aliento.
Su voz era asombrosa cuando cantaba: “Punk, punk, War, war, Der krieg, der krieg”, o al recitar “concholepas concholepas me sacaron de mi residencia acuosa… estaban armados con cuchillos”.
Ella alteraba el signo poético desde la enunciación “Lengua osa verba”. Reinventaba el habla, alterando el sonido de las palabras “Marchito penacho verba de mis ardores”.
Esa será la huella profunda de su particular expresión barroca y sudamericana. Con su poética proyectó hacia el futuro (situando su escritura al margen de este temeroso y esquilmado presente) una nueva forma de tradición en lengua española.
De ritmo endiablado, seguida del delicado rasgueo y susurrar de su tono aterciopelado, desde el más allá nos recuerda: “Mis amuletos para su suerte/ Mi locura para sus sueños/ Mi muerte para su vida”.
Carmen, entrañable camarada, poeta de estirpe.
Desde la fría mañana de Isla Negra te recuerdo con felicidad -y también con profunda pena- junto a Chet Baker, con su voz glamorosa, como la tuya, encantador y elegante, como lo fuiste tú, en el arte de las palabras.
Nos acompañarás siempre Emperatriz. “Nací en otra piel. Fronda de pelos”.