“EL PENSAMIENTO ES LIBRE COMO EL AIRE. NO SE ENCIERRA”.
La memoria nos interpela en su propia poshistoria, la memoria pródiga de momentos memorables, sólo con una pausa se conecta con el pasado o un lapsus es capaz de una borradura. La fuga repasa un fresco de algún tiempo ido y la memoria hace su operación peineta y se vienen arrojadas como si nada en el entierro del poeta, el temor, en esa caminata al cementerio.
Las Coronas del Capitán, es mi propia revisión de esos años que estos grafitis, estos rayados chilenos nos guían al presente de dos amigos regresando del exilio, Gerardo y Nora se encuentran. En este período político clave en el plebiscito, Si/No del año 1989. Es en aquella esperada promesa del fin de la dictadura y el regreso de una ansiada democracia.
En ese tiempo visitan la casa del gran poeta Pablo Neruda, unido a su historia ligada a la de su país, como ninguno. Registran la empalizada plagada de rayados escritos, fugaces, ligeros y temerosos en ese acto ilegal. La casa del poeta Pablo Neruda estaba cerrada y prohibida su entrada. Los autores Gerardo y Nora consideran que esos rayados son la expresión de liberación y admiración de su poesía, su compromiso con su país, como nadie lo ha honrado en los versos del poeta Pablo Neruda. Por ello es imprescindible mostrar ese tiempo del Chile trágico. Estas palabras escritas resumen toda la poesía genuina y desafían por medio de su inscripción toda su rebeldía en esas tablas en la casa del poeta. Por ello ese olvido en el que al mismo tiempo recobran su ímpetu y la necesidad fundamental de realizar este libro, como si con ello rehabilitaran sus propias vidas. Ya que por alguna razón, quedaron detenidos en un tiempo de exilios y ausencias pos golpe e inefable derrota.
Este arte urbano que viene viajando desde tiempos tan remotos como la Antigua Roma, Estambul y en las ruinas de los Mayas, existen estos grafitis que primero fue grafo, lengua e inscripciones talladas en las piedras, tumbas urbanas y ciudades del mundo donde estallaron estas joyas de palabras humanas.
El grafiti y sus grafiteros se deslizan como vándalos furtivos. Artistas del arte callejero. Estampan palabras vitales, asombrosas, fragorosas de una lírica de la urbe a veces abstractas, a veces góticas, ahora modernas con aerosol, le ponen una estampilla de colores, artificiosos de gran audacia. Osados rayadores antiimperialistas y por lo mismo, nómades anónimos. Su espíritu es el desacato y en América Latina es un arte impetuoso, de la proclama política y poética… Como en este libro, que ha desafiado el tiempo en la escritura de su pueblo que no descansa en hacer vivos sus dolores.
“LAS OLAS Y EL VIENTO SON PARA TI”
Los grafitis tienen que ser fugases, por el hecho de ser ilegales, al mismo tiempo son borrados, como lo fueron en la casa del poeta. Pintados con pintura blanca y cal, volvían a reescribirse y no se repetían. De tal modo, que esa precariedad del rayado es siempre deleble, se borra y en ese acto delata la violencia oficial. Y porfiadamente vuelve a reescribirse y en esa repetición su política es subversiva. La palabra se convierte sólo por esa acción en rebelde y política.
“PABLO
SOMOS PARTE DE TU POESIA LIBERTARIA
TUS PASOS AUN SUENAN
TIEMBLEN GORILAS … TARZÁN ES COMUNISTA”
Estos rayados restañan el olvido en el 2020, abren sus palabras como cardenales rojos. Precisamente, en un momento en el que el pueblo de Chile salió a la calle y le cambió el nombre a su tiempo ‘Hasta que la Dignidad se haga costumbre’. La Plaza de la Dignidad, fue la plaza de las letras por sus rayados del arte callejero y urbano chileno, la violencia policiaca los ha borrado, pero se continúan escribiendo. Estos rayados que abren este tiempo tan brutal en pandemia, renuevan la palabra libertad, democracia ahora, escribir seguirá siendo subversivo.
“SI A ESTAS HOJAS DE TABLA
POR LA NOCHE EI FASCISTA PINTARA
VOLVERIA A ESCRIBIR
LOS VERSOS POR LA MAÑANA”.
GACITÚA
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Imagen superior: Fotografía de Gerardo Maldonado, 1988, Isla Negra.
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dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com LA MEMORIA ES POLÍTICA.
[Prólogo a "Memorias de Isla Negra. (un entramado de palabras).
Testimonios y relatos de Gerardo Maldonado y Nora Gatica]
Prólogo de Carmen Berenguer
