“Plaza de la Dignidad, de la escritora Carmen Berenguer con fotografías de Carlos Jerez y Jorge Cerezo, es un documento literario y visual que construye un acto de memoria imprescindible para Chile actual. A un año del inicio del estallido social, de la revuelta, del Chile despertó, este libro es un gesto necesario que testimonia y denuncia con letra dura los acontecimientos que empieza a vivir el país desde el 18 de octubre de 2019 en adelante. La feroz represión policial, la tortura, los encarcelamientos ilegales, las muertes, la pérdida de los ojos. El apaleo policial y los gases lacrimógenos contra los millones que marchan por un país más justo son la materia prima que se articula en los textos de Plaza de la Dignidad”.
Con estas palabras Max G. Sáez describe de manera elocuente el último libro de una de las poetas fundamentales de las letras nacionales, como es Carmen Berenguer. Su estilo único, nos permite ser testigo —de quizás la mejor crónica— de la revuelta chilena, rindiendo un merecido homenaje a aquellas millones de almas anónimas que repletaron la Plaza rebautizada y sus alrededores, bajo las banderas del wallmapu y versos de Víctor Jara; una enorme performance colectiva donde los colores, el arte y la resistencia hicieron frente a las mayores violaciones a los DDHH en esta democracia que aspira a liberarse de las tutelas y traumas de un pasado doloroso, que volvió a mostrar su peor cara.
En efecto, los versos de Carmen sitúan a los verdaderos actores que permitieron a Chile volver a creer de manera colectiva, resignifican un concepto como el de “pueblo”, tan manoseado y vapuleado por la elite neoliberal dominante. Aquella que, sitiada, tuvo que forzar un acuerdo aquella madrugada de noviembre, a fin de darle un cauce institucional a una revuelta que amenazaba sus privilegios acumulados por décadas, y que no dudó en cegar a personas inocentes por el único “pecado” de volver a salir a las calles, a reapropiarse de los espacios públicos perdidos por una transición que los olvidó y los intercambió por tecnócratas.
De esta forma, Carmen Berenguer nos ofrenda un libro genial, emotivo, performático, repleto de imágenes de una revuelta construida en base a sonrisas, bailes, colores, banderas, música. Un nuevo sujeto poético-político que no le temió a la represión y que, literalmente, puso el pecho a balas y perdigones, y que Carmen inmortaliza para que futuras generaciones se encuentren, y atesoren esta enorme energía, cuya ofrenda y latidos se sienten aún en las calles y esquinas de Plaza Dignidad. Un oleaje poético que nos estremece, que evoca y seguirá evocando la esperanza. Un libro cuyos versos deconstruyen la revuelta, nos muestra sus esquinas, sus himnos, nuestros nuevos mártires.
Para muestra un fragmento de su poema “Plaza de la Dignidad’’ con que parte este libro-ofrenda, propio de la ‘’Última Machi de la Poesía Chilena” (como la nombrase en otra entrevista hecha a Carmen para Le Monde Diplomatique).
La plaza de la dignidad fue nuestro sueño
Imaginado en aquellos días dignos ganados a puro martirio
desangrándonos en esta plaza escuchando tus letras Víctor Jara
la hicimos sentida y abrazada coreando el 18 de octubre del año 2019
día jueves del estallido a las 8 de la mañana
y que no se nos olvide
escuchando tus ecos
tus risas
tu llanto
esos coros
cantando canciones de nuestro memorial inolvidable
siguen y pertinentes resonando como si la plaza fuera tuya
de nosotros fuera mía
en mis oídos tus vibraciones sutiles
a veces pasos
a veces gritos
corriendo llegaron a estas calles.
Estos versos son sólo el preámbulo de un libro premonitorio, hijo putativo de un estallido largo tiempo larvado, donde la pluma de Carmen fustiga en nombre de todos aquellos que repletamos las calles de un Santiago atónito, estupefacto frente al poder que declaró la guerra a un pueblo indefenso, esa rabia colectiva acumulada Carmen la vierte en estas páginas, tal como en el pasado lo hiciera con sus décimas Violeta Parra y que hacen de Plaza de la Dignidad, un texto fundamental, que lee como pocos el momento histórico que estamos viviendo. Carmen nos regala esperanza.
Caminando desde los cuatro puntos cardinales
haciendo caso omiso al poeta Huidobro que decía que eran tres
Y Violeta Parra dice Chile limita al norte con la injusticia
tomándose la plaza y la Alameda por donde pase el hombre nuevo
rectifico la mujer nueva rectifico las diversidades sexuales
el pueblo mapuche y los trabajadores los estudiantes libres de esta
opresión rapiña como siempre desde que el pueblo chileno es pueblo…
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Plaza de la Dignidad: La mejor crónica poética de la revuelta chilena.
Un libro de Carmen Berenguer. Mago Editores, 2020, 80 páginas
Por Rony Núñez Mesquida
Escritor y columnista Le Monde Diplomatique Chile.
Berenguer. Su estilo único, nos permite ser testigo —de quizás la mejor crónica— de la revuelta chilena, rindiendo un merecido homenaje a aquellas millones de almas anónimas que repletaron la Plaza rebautizada y sus alrededores, bajo las banderas del wallmapu y versos de Víctor Jara; una enorme performance colectiva donde los colores, el arte y la resistencia hicieron frente a las mayores violaciones a los DDHH en esta democracia que aspira a liberarse de las tutelas y traumas de un pasado doloroso, que volvió a mostrar su peor cara. 