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Mi lai , de Carmen Berenguer
MAGO, 2015
Por Francine Masiello
University of California at Berkeley
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Texto vertiginoso, acelerado, rítmico y alucinante. Como toda la escritura de Carmen Berenguer, el Mi Lai es una propuesta para remembrar, radical e innovadora. Un relato de huachos, de rufianes, de autores y emperatrices, una hibridez de prosa y poesía, de citas y autoficción, se trata de una picaresca ubicada en los principios de los años 70. Mi Lai es un libro de viajes, de personajes en fuga, de voces extrañas, de cantos, de choques entre lenguas. Un trabajo con la voz y el viaje, con el asma y el aire, Mi Lai recorre las Américas y llega al Norte para señalar el arte de la traducción, el trabalenguas del día a día que toda persona que vive fuera de su país descubre en el camino. Las voces de los chicanos y puertorriqueños en New York, de los beats de California, de los delincuentes que roban y cruzan la calle para entregarse de nuevo al crimen. Aqui no hay nostalgia, sino el deseo de entender desde usa el contexto de un mundo a punto de cambiarse radicalmente, sin que exista la posibilidad de volverse para atrás. Los cruces, los desencuentros, el diálogo entre sordomudos, el pastiche que provoca vivir lejos de casa cuando se habita la doble voz.
Woodstock, los hippies, Jean Paul Basquiat y a veces la voz de Bob Dylan se compaginan con el triunfo de Allende y luego con su derrota. En Mi Lai se aprende a escribir el Sur literario visto desde el Norte, vivir la Unidad Popular a distancia, sentir el fluir del tiempo y el espacio, sentir el miedo. Pero en primera plana está la exploración de oídos y lenguas, la divagación sobre políticas nacionales, el recuerdo de lecturas y mercados que definían un momento particular. Desde Nixon y Vietnam hasta los slogans de los avisos publicitarios anunciados por la radio, la cultura de masas norteamericana ocupa las páginas de este libro, formando el telón de fondo de las memorias y los poemas novedosos donde el ojo al detalle –la lluvia, el clic de una puerta, la lágrima de un inmigrante recién llegado al campo– sirven para despertar una reflexión sobre la lengua, la casa y la verdad. Y aquí desde el título, la confusión de lenguas abre a una doble ficción: a Mi Lai como alusión a la masacre más infame de la guerra de Vietnam, cuya verdad fue tapada por el Estado, y también a la idea (bilingüe) de la mentira: Mi Lai es homónimo en inglés de «mi mentira», la mentira que es la ficción.