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No abuses de este libro, de Natalia Silva (Natichuela): cicatrices por curar
Ediciones B, 2016
Por Cristián Brito Villalobos
Periodista y magíster en literatura
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En los últimos años la literatura chilena se ha afiliado con la ilustración para dar vida a las cada vez más populares novelas gráficas. Varios son los dibujantes chilenos que han aportado para el renacer de este género como Alberto Montt, Francisco Olea, Paloma Valdivia, Sol Díaz, Alejandra Acosta, entre otros. A ellos se ha sumado una interesante camada de dibujantes jóvenes como Natalia Silva “NatiChuleta” (1993). La estudiante de diseño de la UDP debuta con No abuses de este libro, texto en el que la autora narra los abusos sexuales sufridos de manos de su padrastro. Dentro de las virtudes del libro destacan sus dibujos que, explícitos y tiernos, logran cautivar al lector, así como el texto, escrito pulcramente y de manera concisa y directa, narra en primera persona y ejerce la voz de los sucesos. La tención de la trama es otro elemento a considerar, especialmente cuando hablamos de un relato testimonial. La historia trata sobre una niña que cuenta cómo su infancia y adolescencia se va desmoronando producto del quiebre de la relación de sus padres, circunstancias en que la niña se va a vivir con su mamá y R, su nueva pareja. La convivencia parece normal hasta que el padrastro comienza a ejercer un acoso constante. La menor, avergonzada y temerosa, no es capaz de contarle a nadie cercano lo que sucede y sólo lo confidencia a su sicóloga. La protagonista, en los momentos más difíciles, encuentra en “SuperChuleta” - una superhéroe y alter ego- la ayuda que necesita para impartir justicia. “SuperChuleta” es una heroína de cabellos largos, capa y antifaz, que de una patada acababa con las intenciones de su padrastro. Fuera de la ficción, tuvieron que pasar cuatro años desde la primera vez en que la pareja de su madre abusó de Natalia hasta el día en que fue capaz de contarlo. Allí comenzó otra etapa igual de dolorosa: enfrentar la verdad con sus padres. En un país en el que los abusos a menores aún son tratados con pudor y timidez, Natalia Silva nos presenta este testimonio valiente, a ratos conmovedor, dulce y cómico a la vez. No abuses de este libro puede ser leído por niños o adultos, ya que consta de un lenguaje sencillo y lúdico y, a su vez, es un testimonio desgarrador y valiente y, por sobre todo, una lectura necesaria y que representa un gran aporte a la concientización sobre la violencia y el abuso de poder sobre los menores. Es, en definitiva, un llamado de atención la sociedad sobre un tema tabú pero que es más frecuente de lo que pensamos.
