Proyecto Patrimonio - 2017 | index | Héctor Hernández Montecinos | Cristián Brito Villalobos | Autores |
Buenas noches luciérnagas, de Héctor Hernández Montecinos: Vivir para contarlo
RIL Editores, 2017
Por Cristián Brito Villalobos
Periodista y magíster en literatura
.. .. .. .. ..
Podríamos clasificar este libro como una extensa novela autobiográfica, también como un diario de vida o como un tratado sobre literatura, lo cierto es que “Buenas noches luciérnagas” del poeta Héctor Hernández Montecinos (1979), es un profundo texto en donde el vate, uno de los más destacados de su generación, deja por escrito una confesión, un testimonio de lo que ha sido su vida marcada a fuego por las letras. “Un libro nos transforma, como escritores y como lectores. Si escribo es porque me estoy transformando, es decir en otras palabras, estoy muriendo. Todo libro es un testamento. Todo muere. Todo se transforma. La vida es pura transformación. Quien no se transforma muere dos veces”, escribe Héctor Hernández en lo que pareciera ser una declaración de principios y una aproximación de su sentir sobre lo que para él significa la literatura como un arma de sobrevivencia ante un mundo hostil y en ocasiones maravilloso. El oficio de escribir para el poeta es fundamental. Al leer el volumen el lector se encontrará con una confesión sincera y arriesgada, en donde el autor relata sin tapujos pasajes de su vida privada. El libro incluye diarios, recortes de prensa, fotografías, artículos, cartas, chat y mails de una vida intensa, tan intensa como la pluma del autor. En “Buenas noches luciérnagas” Héctor Hernández profundiza además en lecturas y escritores que han marcado su desarrollo como escritor. En este sentido, para el poeta los géneros literarios se distinguen y diferencian por el temor y así lo sostiene: “La diferencia entre una novela, un ensayo y un poema es miedo. La diferencia entre tú y yo es el miedo”, miedo que en contrapartida contrasta con la trama y el asunto propio del libro, que se exhibe como un verdadero desahogo. Así es como en los relatos más personales se advierte una profunda reflexión sobre la vida y cómo el autor ha vivido la literatura y el oficio de escribir: “La escritura no es acerca de algo, es algo en sí misma, un proceso. Quizás este libro sea una novela sobre la literatura o un poema escrito en prosa. La literatura se apropia de las intensidades en la escritura y cuando las tiene para sí las convierte en metáfora de ese mismo proceso de apropiación que es la ficción” sostiene Hernández Montecinos. Con estas palabras el poeta configura su pensar y sentir sobre lo que le ha significado escribir y haber tenido una vida en donde las letras juegan un papel determinante y que, finalmente, lo han transformado a lo largo de su vida, pues, tal como él lo manifiesta, todo muta y se mueve, nada es estático, siempre puede haber transformaciones y cambios. “Buenas noches luciérnagas” es en resumen un texto que funciona de diversas maneras pero que en su narración sostiene su atractivo. El lector se encontrará con un verdadero tratado literario en donde el poeta, despojándose de sus propios miedos y aprehensiones, vierte su propia verdad, su tránsito por este mundo. Un texto en extremo sincero. Un libro que brilla por sí mismo. Es, en definitiva, una notable bitácora de un hombre que justifica su existencia a través de la palabra.
