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Niñas ricas, de María Paz Rodríguez: Mundos frágiles
Alfaguara, 2018
Por Cristián Brito Villalobos
Periodista y magíster en literatura
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Mujeres que viven vidas intensas e indescifrables. En cada uno de los cinco relatos que componen “Niñas ricas”, el nuevo libro de cuentos de la escritora María Paz Rodríguez, las protagonistas deben conciliar sus propias realidades con una vida que debería ser, supuestamente, otra cosa, pero que para ellas resulta, a veces, cruda y difícil de asimilar. Así encontramos a dos amigas que comparten su infancia. Gabriela es la envidia de todas por su belleza y desplante. La narradora, su amiga más cercana, le confía todo, comparten secretos muy ocultos, hasta que Gabriela tiene un amorío con Elías, el jardinero, y su padre lo acusa de violación. Pasa el tiempo y se vuelven a ver. Todo ha cambiado, pero continuarán secretos que solo ambos conocen. En otro relato una mujer cuida a su abuelo moribundo. En él encuentra la compañía que necesita a pesar de estar muy enfermo. Ana le cuenta sus penas de amor y sus secretos, le habla de su sexualidad y de sus amores. Su forma de despedir a su abuelo es llevándolo a conocer la nieve. En el cuento que le sucede un joven vive con sus padres en una población donde son vecinos de unos gitanos. La madre del protagonista les enseña español a los pequeños, pero eso fracasa. La casa de los gitanos se quema y el padre desaparece dejando un paisaje desolador. Más adelante leemos la historia de una mujer que se separa y pasa el tiempo en la costa sur donde ocurren muchos incendios. Allí conoce a Vicente, un joven mucho menor con el que tiene sexo lo que finalmente dejará una estela de desolación. Finalmente, en “Niñas ricas”; cuento que da título al volumen, una joven crece en un mundo lleno de comodidades. Se trata de una muchacha especial, sola y frágil en contraste con su madre, una mujer corajuda y valiente. Esta intenta que su hija esté preparada para un mundo cruel, donde por más dinero que se posea siempre estará la miseria. Todas estas enseñanzas serán a fin de cuentas su herencia. En resumen, María Paz Rodríguez concibe un libro emotivo, muy bien narrado y que mantiene una tensión en cada uno de los relatos, dando vida a un texto entretenido y que confirma a su autora como una de las voces más interesantes de la narrativa joven chilena.
