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Historial de navegación, de Carlos Araya Díaz: Ecos de desierto
Alquimia Ediciones 2016
Por Cristián Brito Villalobos
Periodista y magíster en literatura
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El desierto de Atacama es un lugar lleno de misterios y de paisajes que parecen estar sacados de otro planeta. Allí, donde la minería del cobre representa la principal fuente de ingresos, es donde se llevan a cabo los relatos que conforman “Historial de navegación” del joven escritor Carlos Araya Díaz (1984). Curioso y destacable es el hecho que el escenario donde acontecen las historias que conforman este libro sea Calama y sus alrededores. En este lugar, que cuenta con la fama de ser la ciudad más fea de Chile, es donde el autor narra una serie de historias que podrían parecer únicas, pero que al finalizar el libro se convierte en una suerte de novela escrita en capítulos. En el volumen se encuentran muchas situaciones donde la violencia se hace presente, así como la vida nocturna que los mineros adoptan como propia donde las prostitutas y la bohemia son objetos que van caracterizando el ambiente. Al leer los relatos es posible darse cuenta que en su base narrativa no están directamente conectados entre ellos pero que con una mirada global del libro se hallan características que le dan una unidad al volumen. En cada una de estas historias es posible encontrar una variopinta fauna de personajes, donde se encuentran inmigrantes, mineros, drogadictos, alcohólicos, prostitutas, adolescentes, y en donde cada uno describe sus vivencias personales. Una de las cualidades principales del volumen es que el autor pone enfasis en las circunstancias de vida de cada actante, centrándose más en la sicología de cada uno generando un universo diverso pero con notorias característica que les unen. “En historial de navegación” el autor toma el riesgo de no centrar la realidad de la ciudad como el eje central del asunto, por el contrario, son las historias de las personas las que conforman el corpus que da vida a un libro que si bien puede resultar un tanto complejo de leer y describir, es al mismo tiempo un volumen en donde Calama se convierte en un escenario propicio para conocer a través de una prosa punzante, a ratos violenta, pero siempre fidedigna a un proyecto narrativo arriesgado donde finalmente cada elemento encaja en el engranaje que conforma la historia global. Con este texto, Carlos Araya Díaz reafirma la buena acogida que tuvo su primera publicación “Ejercicios de encuadre”, y donde el autor escribe como poseso relatos en que coexisten verdad y mentira en un desierto árido pero fértil en historias que necesitaban ser contadas y que Araya desarrolla con una prosa ambiciosa que consigue su objetivo de dejar una huella de lo que el desierto intenta esconder.
