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Némesis: Caos y destrucción
Por Cristián Brito Villalobos
Periodista y magíster en literatura
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Mike Wilson (1974) ha consolidado una obra única y profunda que a cada entrega sorprende más. Con un lenguaje depurado y sumamente documentado y estudiado, el escritor nacido en Estados Unidos ha inscrito un registro propio, extraño en pasajes, y donde la lectura debe ser atenta, pues Wilson posee una prosa detallista, con descripciones agudas y robustas, donde los espacios y atmósferas se hacen palpables visualmente. En Némesis un gigante arriba a un lugar descrito como inclinado, denominado la ciudad chueca. Escrito en 2 columnas, lo que lo hace aún más particular, el libro es escenario de imágenes cruentas, fuertes y visuales. El gigante no tiene compasión y esparce el caos y destrucción en todo el pueblo, dejando una estela de muerte y espanto. El título obedece a la diosa griega de la venganza, que, en este caso, se basa principalmente en escapar para así sobrevivir y resistir al horror. El asunto central del volumen trata de un gigante que llega a generar caos y muerte a los pobladores de una ciudad. Los rastros de sangre esparcidos despierta el hambre de las bestias, así las ratas salidas de las profundidades se esparcen por la ciudad. Manchadas de sangre y con dientes afilados buscan alimento. El hombre gigante no cede en su afán de destrucción. Así, la muerte y sangre son un telón de fondo, donde las ratas representan el exterminio de un lugar remoto, en una suerte de caos tejido con miedo e incertidumbre. Los pájaros caen y el mar se colma de muerte al paso del gigante por la ciudad chueca. Asesinos, violencia y miseria se mezclan dejando un velo sombrío y de desazón en una localidad destruida por el odio irrefrenable del monstruo. Seres que huyen del horror, del descalabro de todo, de la irrefrenable ira del gigante. Mientras la ciudad sigue viviendo en un clima extraño, donde todo es lúgubre y la esperanza, el orden y la normalidad, son una quimera a la que ya no se puede aspirar. Entonces sólo queda resistir. Es interesante la estética de la prosa de Wilson. Su complejidad hecha de capas que el lector debe debelar marcan su prosa. Una novela sobre el horror y la fragilidad del ser humano. Una lectura muy recomendable.
