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Mis cartas a Papelucho, de Marcela Paz: En busca de un amigo
Editorial SM, 2018
Por Cristián Brito Villalobos
Periodista y magíster en literatura
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Una niña necesita consejos y para ello escribe una serie de cartas con Papelucho como destinatario, pero estas la mayoría de las veces no son correspondidas. La protagonista es una niña vecina de Papelucho. Ella es un poco mayor, pero considera a Papelucho como un buen confidente. Ella conoce de sus libros y sabe en gran medida su vida. En este libro inédito Marcela Paz nos muestra el otro lado del espejo, lo que no sabíamos del entorno y futuro de Papelucho. El entrañable personaje infantil ha crecido, sin embargo, en el volumen no se habla mucho de este factor, sino que se basa en la fama del personaje a pesar de tratarse de una ficción. La vecina está cerca de cumplir 12 años, pero no quiere seguir creciendo. Es una chica triste que en oportunidades llora a solas. Ella se siente diferente a sus compañeras del colegio, no tiene grandes amigas por lo que su soledad la lleva a escribir estas misivas no solo para desahogarse, sino que también para sacudirse de los males que le aquejan. El libro que está acompañado de bellas ilustraciones está pensado para un público mayor de 12 años, sin embargo, es una lectura para todo lector que haya leído la saga de Papelucho, ese personaje fundamental en la literatura chilena y que ha sido referente obligado para muchos de los escritores contemporáneos más relevantes del país. Papelucho, como vemos, no ha desaparecido. Si bien sus intervenciones en el texto son menores, basadas principalmente en las escasas misivas que le responde a su vecina, estas resultan fundamentales para conocer a este niño que ya es todo un muchacho. Marcela Paz consigue en Mis cartas a papelucho crear un mundo particular, en donde los sentimientos están siempre presentes, así como las reflexiones de la muchacha que en su mundo interior busca casi desesperadamente alguien que la escuche y ese alguien para ella es Papelucho. Estamos frente a un libro muy entretenido donde el lector se encontrará con una historia que, a pasar de no ser protagonizada por Papelucho, sí nos permite imaginarnos su vida como un adolescente dejando un dejo de nostalgia por aquellas memorables aventuras de este niño que cautivó a sus lectores y que es siempre recordado con cariño y que no ha perdido. Mis cartas a Papelucho es en definitiva un libro emotivo, donde la reflexión sobre el paso del tiempo está narrada de una manera amena y ágil. Sin duda se trata de un volumen llamativo y una lectura recomendable a todo público.
